La alabanza para Allah, Señor de los mundos. Que la paz y las bendiciones recaigan sobre el Enviado de Allah, sobre su familia, todos sus compañeros, sus seguidores y sobre quien los sigue con el bien hasta el Día del Juicio.
Dice Allah Todopoderoso: “¡Vosotros que creéis¡: Inclinaos y postraos, adorad a vuestro Señor y haced el bien para que así podáis tener éxito.” Sura 22, La Peregrinación, aleya 77. Es decir: rezad vuestras oraciones y adorad a vuestro Señor obedeciendo sus mandatos y alejándoos de lo que os ha prohibido. Haced el bien, ya que eso es bueno para vosotros y para la gente, mantened los vínculos de parentesco y realizad actos de piedad y actos morales elevados. Y esto es una descripción general que abarca a todas las virtudes que la religión induce a cumplir. La oración es un acto de devoción, y los actos de adoración son un bien. Después Allah- alabado sea- lo motivó con estas palabras: “para que así podáis tener éxito”.
Hermanos creyentes:
Allah Todopoderoso estableció actos de adoración y para que se consiguiesen objetivos elevados puso medios con el fin de regular la relación entre el ser humano y su Señor, y entre la persona y su alma, y entre el ser humano y la gente de su alrededor, pues de todo acto de adoración se desprende o emana un objetivo.
La oración (salat): Es un acto de adoración corporal o en el que interviene el cuerpo. Emana de ella un objetivo que es prohibir o evitar lo obsceno, lo reprobable o las malas acciones. Se debe realizar como Allah ordenó. Nos ponemos en sus manos teniendo como objetivo la obediencia y el sometimiento, procurando la exaltación de Allah y la sumisión a él. Para el que realiza este acto de adoración, se pide que evite lo obsceno, lo reprobable y que rehúse las malas acciones. Lo indecente u obsceno es todo acto vergonzoso o detestable que de palabra u obra se comete, como el adulterio o relaciones prohibidas, la calumnia, el chismorreo, los malos pensamientos, el espiar, despreciar a la gente, divulgar noticias falsas y calumniosas que atenten contra el honor de la persona, y otras cosas de similar índole. Con las cosas reprobables o malas acciones nos referimos a todo aquello que la ley de Allah desaprueba y prohíbe, y todo lo que las mentes sanas, las mentes que están en la disposición natural rechazan. Dijo el Altísimo dirigiéndose al Profeta ﷺ para que lo transmitiese a su pueblo : “ …y establece el salat (la oración), es cierto que el salat impide la indecencia y lo reprobable” Sura 29, La araña, aleya 45.
La oración es un medio mediante el cual recordamos a Allah Todopoderoso. Dijo Allah cuando se dirigió a Musa (Moisés) -sobre él sea la paz-: “Yo soy Allah, no hay dios excepto Yo; adórame y establece la oración para recordarme” Sura 20, Taha, aleya 14. Esta aleya sagrada incluye un anuncio para el profeta en el que se indica la divinidad del Creador y su Unicidad. Asimismo, incluye dos órdenes: La primera de ellas: la orden de adorarle- Y entre los actos de adoración, la oración es el primero y el más importante de ellos, después del Tawhid (la unicidad de Allah). La segunda orden indica: “Establece la oración para recordarme”. Pues al hacer la oración se consigue lo elevado, lo que impide la indecencia y lo reprobable, y eso se ve claramente indicado por las palabras del Altísimo: “el salat impide la indecencia y lo reprobable. Establécela para recordar a Allah Altísimo” Es decir, la oración es una adoración corporal, que hace que evitemos lo indecente y lo reprobable. Pero lo principal es indicar y creer de una forma sincera que no hay más dios que Allah “la il-lah il-la Allah”. La oración es un medio gracias al cual se produce un alivio de las inquietudes o angustias que puede tener el ser humano cuando las desgracias se hacen más grandes o cuando nos encontramos ante enemigos y defendemos los principios que tenemos. La oración está vinculada a la paciencia y a la constancia, según nos dice el Altísimo: “Buscad ayuda en la constancia y en la oración” Sura 2, La vaca, aleya 45. Es el medio para pedir y buscar la ayuda de Allah. Quizás alguien se pregunte porqué Allah hizo que “al-sabr” (la paciencia, constancia) precediese a la oración, siendo ésta uno de los pilares del Islam, mientras que la paciencia es una virtud con la que se adorna el creyente en el momento de las dificultades. Y esto es porque la oración en si misma precisa de constancia. La respuesta: si no hay constancia no hay oración, y no perseveran en la oración sino los creyentes; en cambio, los hipócritas, ellos, si hacen la oración, la hacen de una forma perezosa y recuerdan a Allah en pocas ocasiones. Dice el Altísimo: “Cuando los hipócritas se disponen a hacer la oración, se levantan perezosos y lo hacen para que los demás los vean. Apenas s se acuerdan de Allah” Sura 4, Las mujeres, aleya 142. El Profeta ﷺ solía rezar cuando surgían las dificultades, entonces buscaba refugio en la oración -como aparece en el hadiz- y decía: “Con ello nos consolamos, Bilal” Esto nos indica que la oración es un medio para pedir ayuda, y es la llave de la ayuda de Allah Altísimo. La oración es un medio para vencer a las pasiones, con ella se consigue lo que se ruega y con ella se completa el propósito.
De la misma manera que las mentes son incapaces de enumerar las enormes bendiciones de Allah Todopoderoso y de comprender los secretos del Libro Sagrado, asimismo nos mostramos incapaces de enumerar y detallar la extraordinaria conducta ética del enviado de Allah ﷺ, que aglutina las más extraordinarias y buenas cualidades y lo mejor de los actos nobles, y no hay porqué sorprenderse. Él ﷺ declaró: “En verdad, yo fui enviado para perfeccionar y completar el carácter moral”. Y el mensaje del Islam que portó el Enviado de Allah ﷺ para toda la humanidad vino para completar los mensajes celestiales precedentes, y fue el sello de todos ellos, perfeccionando lo que había precedido de enseñanzas morales. Allah, alabó la moralidad de todos los enviados después de mencionar a un grupo de ellos: los primeros en determinación, personas dotadas de paciencia y fuerza para soportar las dificultades, y dijo: “Esos son a los que Allah ha guiado: ¡Déjate llevar por su guía¡ Di: no os pido ningún pago por ello, no es sino un recuerdo para los mundos”. Sura 6, Los rebaños, aleya 90.
Segundo: El zakat (la caridad obligatoria) Es una adoración o acto de adoración pecuniario que aporta solidaridad social e igualdad entre los miembros de la comunidad, ya que coge una parte de los bienes de los ricos para dárselo a los pobres, facilitando así la igualdad. De esta manera no hay hambrientos, ni hay indignidad, ni indigentes entre los miembros de la sociedad. Y por lo tanto, no hay lugar para ladrones o bandidos, ni para corruptos que causen corrupción, y desaparece la percepción de que el derecho de algunos está dañado u oprimido, y prevalece el cariño y la armonía, extendiéndose el bien y la paz, predominando la estabilidad y la seguridad en la sociedad, con lo cual florece la comunidad, y su asunto se eleva entre los pueblos. Y entre sus frutos tenemos que el zakat es motivo de aumento de la riqueza y su crecimiento, y sirve para extraer de las almas la avaricia. Dice Allah Altísimo: “Exígeles que den dádivas de sus riquezas y con ellas los limpiarás y los purificarás. Y pide por ellos, pues realmente tus oraciones son para ellos una garantía. Y Allah es Quien oye y Quien sabe” Sura 9, at-Tawba, aleya 103. Lo más elevado que encontramos en el zakat es que facilita la extracción del odio (gill) de los pechos y corazones de las personas. Y cuando se saca el odio de los pechos, sale con él el rencor, la envidia, ya que es la fuente de la que emanan. Es decir, que la palabra “gill” equivale al rencor y a la envidia, y la persona que tiene un corazón con odio no puede tener nunca una fe sincera, ya que los creyentes sinceros piden a Allah que perdone a quienes les precedieron en la fe, como asimismo le piden que no coloque en sus corazones odio para los creyentes, y con eso se completa la hermandad en el islam. Y en el hadiz se dice:” Ninguno de vosotros es creyente hasta que no desea para sus hermanos lo que desea para sí mismo”, y no se completa la armonía, la solidaridad, hasta que no se elimina el odio de los corazones. Por eso Allah Todopoderoso dice sobre la gente del Paraíso: “Les quitaremos el odio que pueda haber en sus pechos y estarán, como hermanos, recostados en lechos unos enfrente de otros.” Sura 15, al-Hiyr , aleya 47. Así pues, el zakat extrae el rencor y la envidia, que son fuente del odio, y de esta manera se completa la hermandad en el Islam
Y hemos asociado cuatro con cuatro, y no se separa una de ellas de la otra:
1) La oración con el zakat. La asociación de las dos juntas prevalece en las aleyas reveladas, pues no hay aleya en la que aparezca la oración y no vaya seguida por al-zakat.
2) La adoración a Allah con el tratar bien a los padres. No se acepta una sin la otra. Dijo el Altísimo: “Tu Señor ha ordenado que sólo lo adoréis a Él y que hagáis el bien a los padres” Sura 17, El viaje nocturno aleya 23.
3) La obediencia a Allah está vinculada con la obediencia al Mensajero ﷺ: “Obedeced a Allah, obedeced al mensajero” Sura 4, las mujeres, aleya 59. Y dijo:” Quien obedezca a Allah y al Mensajero, esos estarán junto a los que ha favorecido: los profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio y los justos. ¡Y que excelentes compañeros! Sura 4, Las mujeres, aleya 69.
4) Agradecer a Allah y agradecer a los padres: Dijo el Altísimo: “Sé agradecido conmigo y con tus padres. A Mí has de volver” Sura 31, Luqman, aleya 14.
Tercero: El ayuno
El ayuno es una adoración que podríamos llamar corporal. Con él se despierta la conciencia moral y se fortalece el vínculo entre el siervo y su Señor. En cuanto al objetivo del ayuno, pues es frenar el desbocamiento del alma y vencer al diablo, ya que cuando en Ramadán el ser humano vence a sus pasiones y contiene a su alma, se acostumbra a eso y lo aplica en otras épocas que no sea el Ramadán. El ayuno fortalece la constancia y la entereza, retornando la paciencia. Con él crece en el musulmán la fuerza que le hace soportar las contrariedades. Es una adoración sobre la que no cae la mirada de los adoradores, siendo un secreto entre el siervo y su Señor. Esto significa que la persona que ayuna puede estar en un lugar donde no hay nadie alrededor y podría comer y beber, ya que nadie le ve, pero no lo hace porque sabe que Allah puede verlo, aun cuando esté solo. Por eso, Allah Altísimo se atribuye el derecho de este acto para Él mismo como aparece en el hadiz qudsi “Toda obra del hijo de Adán es para él excepto el ayuno que es para Mí y yo recompensaré por él”. Y Allah se encargó a si mismo de recompensar por el acto del ayuno.
No encontraremos a alguien que haya ayunado para un ídolo o un tótem, para el sol o la luna, como puede ocurrir en el resto de las adoraciones. Y en la tradición islámica se indica: “Todos los actos de las adoraciones y otras cosas se satisfacen de ellos los derechos de los siervos sobre los siervos excepto el ayuno”, El ayuno es paciencia (sabr) en una parte importante de él, y una parte importante del “sabr” es fe. Y para el ayuno no hay más recompensa que el Paraíso. Allah -alabado sea- puso como base de la recompensa y el castigo las obras que se pongan en la balanza el Día del Juicio. Dijo el Altísimo: “Quien se presente con buenas acciones tendrá diez como ellas, pero quien se presente con malas acciones no recibirá más pago que lo que trajo, sin que se le haga injusticia” sura 6, Los rebaños, aleya 160. En cambio, el ayuno y la paciencia no se someten a esta norma, pues Allah lo dispuso directamente para Sí mismo y se encargó de recompensar por él; y para el (sabr) la paciencia puso una recompensa sin límites. Ésta no se fijó en “kayl” (medida de árido), ni por peso, ni por superficie, y dijo: “A los perseverantes se les pagará su recompensa sin límites “Sura 39, Los grupos, aleya 10. ¡Bienaventurado sea el que ayunó y le dio al ayuno su derecho, venciendo de esta manera el alma a sus pasiones!
Y para el ayuno hay dos ayunos: el ayuno con lo externo, en el que nos abstenemos de comer, beber y de las pasiones; y el ayuno con el interior, y es el ayuno del espíritu y el corazón.
Cuarto: el Hayy (la Peregrinación).
El Hayy es una adoración corporal o física, y a su vez podríamos llamarla financiera (ibadah malia). Es un medio para llevar a cabo los rituales del “hayy” (Peregrinación) y para que la gente de la umma se conozca. Conlleva beneficios comerciales e intercambio de conocimiento, saberes etc. entre los peregrinos de diferentes países, de todos los lugares del mundo, que vienen y se reúnen en un espacio limitado y en una época concreta, conviviendo unos con otros, lo que indica que la unidad es posible entre estos pueblos si son sinceras las intenciones. En cuanto a su objetivo: es hacer recordar a los musulmanes la congregación el Día del Juicio. En el hayy existe la igualdad entre todos los grupos: el fuerte se encuentra o se coloca al lado del débil, el rico al lado del pobre, y el príncipe, o el que ordena, al lado de su súbdito, Todos somos iguales. Es como una escena del Dia del Juicio, pero en pequeño. El hayy es el único pilar cuyo cumplimiento se supedita a las posibilidades del creyente (económicas, de salud, etc). Dice el Altísimo: “Las personas tienen la obligación con Allah de peregrinar a la Casa, si encuentran medio de hacerlo” Sura 3, La familia de Imran, aleya 97; y es un pilar para la purificación de los pecados y la rebeldía, con él se consigue la dispensa y el perdón que nos da Allah -Conocedor de todo lo Oculto – , Quien conoce la traición de los ojos y lo que ocultan nuestro pechos y corazones. Dijo el Enviado de Allah ﷺ “Aquel que realiza el hayy y no cometa obscenidades ni cometa pecados, regresará al estado en el que se encontraba cuando su madre le dio a luz”
Pedimos a Allah Altísimo que acepte los actos de adoración que realizamos y nuestras obras buenas, y que sean de su agrado.
¡Oh Allah, une nuestros corazones, reconcilia la relación entre nosotros y guíanos por los caminos de la paz! ¡Sálvanos de las tinieblas y llévanos a la luz! ¡Evita que hagamos cosas inmorales, interna o externamente! ¡Allah, bendice nuestros oídos y nuestros ojos! ¡Bendice a nuestras esposas/os, bendice a nuestros hijos¡. ¡Oh Allah, perdónanos ¡´¡Tú eres el gran perdonador, el misericordioso!