Entre las características y excelencias del bendito mes de Ramadán debemos destacar que es un mes de generosidad y caridad. Muchas veces la persona que tiene una buena situación económica olvida lo que sufren las personas que están privadas de todo, e ignora las necesidades de los pobres, hasta que cuando llega el mes de Ramadán el rico tiene la oportunidad de sentir durante el ayuno lo que es el hambre, la sed y los dolores de la privación que sufren las personas que viven en la miseria el resto del año. Sí, recuerda eso y su corazón se vuelve más sensible y siente compasión por la situación de aquellas personas que carecen de todo; después su mano muestra la generosidad y se extiende para dar la caridad y ayudar a su hermano con el fin de aliviar esos dolores. Dice nuestro Profeta ﷺ: “Mi Señor me ofreció convertir para mí los campos abiertos de La Meca en oro, y le dije: No, oh Señor, pero estoy saciado un día y siento hambre otro, y cuando siento hambre te suplico y te recuerdo; y cuando estoy lleno te agradezco y te dirijo mis alabanzas”. (Narrado por Al-Termidi)
El mes de Ramadán es el mes de la generosidad y de la sadaqa por excelencia. En el sahihein narrado por Ibn Abbas – Allah esté satisfecho de él y sus padre- se dice: “El Profeta era la más generosa de las personas, pero llegaba al máximo de su generosidad en el mes de Ramadán cuando Yibril se reunía con él cada noche para enseñarle el Corán. Cuando lo hacía, él ﷺ era más generoso que un viento rápido e incontrolable (en su disposición inmediata para hace obras de caridad).
Dijo el Imam ash-Shafi`-Allah tenga misericordia de él-: “Siguiendo el ejemplo del Mensajero de Allah ﷺ, lo más deseado por una persona es aumentar la generosidad en el mes de Ramadán”. Esto es por la recompensa aumentada que Allah otorga en este mes a la generosidad y a la caridad, y la influencia buena sobre el espíritu del ayunante que da la limosna. Como prueba de la recompensa aumentada tenemos el hadiz: “Cada obra buena del hijo de Adán se multiplica”, Es decir, “en Ramadán una buena obra se multiplica de diez a setecientas veces”. (Muslem). Y en otro hadiz: “Quien se acerque a Allah este mes mediante buenas acciones es como si hiciera un deber religioso obligatorio en cualquier otro momento. Y aquel que haga un deber religioso obligatorio durante este mes es como si hiciera setenta deberes religiosos en cualquier otro momento”. (Ibn Juzayma). Y prueba de la influencia de la generosidad y la sadaqa sobre el alma de los que la dan es que elimina de ellos la avaricia. Dijo el Profeta ﷺ: “Queda libre de la avaricia quien realiza el zakat, recibe al huésped y da en tiempos de calamidad” (Ibn Yarir, de Anas). El tratamiento para quitar del alma la avaricia no es un asunto fácil. La avaricia es la llave de todo mal, es la que trae a las almas los peligros. En un hadiz se dice: “Cuidado con la avaricia pues ella destruyó a los que estuvieron antes que tú” (Muslem)
Utilizar el dinero para ayudar a la religión, para asistir a los débiles necesitados o para aliviar los dolores de los que sufren es un asunto que trae un extraordinario beneficio, no hay duda en eso. Y lo más extraordinario de ello es que libera el alma de los daños de la avaricia, y el medio para conseguir eso siempre es gastar fi sabil Allah, utilizar ese dinero siguiendo la senda que nos ha indicado Allah. Dijo Allah Altísimo: “Y dad con sinceridad, que será para vosotros mismos. Aquel que está libre de su propia avaricia. Esos son los que tendrán éxito” Sura 64, El desengaño, aleya 16. Y el ayuno es un medio para entrenarse en la acción de dar, ya que ayunar es abstenerse por Allah de lo que el ayunante ama. En cuanto a la sadaqa, (la caridad), es dar por Allah parte de lo que ama el que da la limosna. Dijo Allah Altísimo: “No alcanzaréis la virtud hasta que no deis de lo que amáis” Sura 3, La familia de Imran, aleya 91. Sin embargo, eso precisa de esfuerzo, de voluntad ética y religiosa para buscar el bien y alejarse del mal.
Hay que esforzarse en luchar contra la cicatería que pueda tener el alma, y hay que esforzarse contra Satanás, que atemoriza con la pobreza a quien quiere gastar. Dice Allah Altísimo: “El Shaytán (Satanás) os infunde temor con la miseria y os manda la avaricia” Sura 2, La vaca, aleya 268. Y dijo el Profeta ﷺ “Ningún hombre da el zakat hasta que separa las barbas de setenta demonios, todos ellos impiden que se haga”.Ahmad. El Profeta ﷺ imaginó el tratamiento que debe tener el alma, y como para ella la acción de dar es difícil en las primeras etapas, luego, poco a poco, se va haciendo muchos más fácil, y pasa a ser un acto dulce, aumentando después su dulzura hasta que se convierte en un disfrute y en algo que te hace feliz. Y dijo el Profeta ﷺ: La parábola del avaro y del que da la sadaqa es como dos hombres cubiertos cada uno con una cota de malla que llega desde el pecho hasta la clavícula. El generoso cada vez que da se alegra, es decir, abre esa coraza de hierro que le presiona a él poco a poco; en cuanto al avaro, cada vez que se preocupa por el dinero la coraza se contrae y coge cada arandela de la malla su lugar, presionándole” Abu Huraira. Dijo el Altísimo: “Y no tengas el puño cerrado, asfixiándote, ni lo abras del todo, pues te quedarías reprobado y desnudo” Sura 17, El Viaje nocturno, aleya 29.
Queridos hermanos. Cuando hablamos de gastar no nos referimos a dar en grandes cantidades sino a ser caritativos por costumbre, continuamente, incluso si fuera poca la cantidad que se da. Dijo el Altísimo: “Quien posea con holgura que gaste de acuerdo a su holgura, y a quien se le haya dado una provisión restringida, que gaste de acuerdo a lo que Allah le haya dado” Sura 65, El divorcio, aleya 7. Una persona que dé en caridad un dirham de los dos que posee es más amado por Allah que si uno gasta cien mil de los muchos que tiene. Dijo el Profeta ﷺ: “Un hombre tenía dos dírham y dio uno de ellos como sadaqa, y otro hombre tenía mucho dinero y cogió de ellos cien mil y los dio en caridad, pero es más amado por Allah el dírham antes que los cien mil“(al- Nasai). Es posible que el dirham que dio la persona que tenía dos no cambie mucho la situación del pobre, como si la pueden aliviar completamente los cien mil dírhams, sin embargo la influencia sobre el alma del que lo dio supera con mucho la influencia que llega a tener la donación de los cien mil dirham sobre el alma de la persona rica. Muslem narró un hadiz transmitido por Abu Huraira: “Vino un hombre al Profeta ﷺ y le preguntó: “¿Cuál es el mejor de los zakat (sadaqa) en cuanto a recompensa a recibir por Allah? El dijo: Es aquel zakat que das mientras estás sano, eres celoso y previsor con el dinero, temes la pobreza y ambicionas la riqueza. Y no lo retrases hasta el punto de que se aproxime la hora y digas para fulano esto y para mengano aquellos. De hecho, ya era para ellos.” Quizás la sapiencia de imponer el zakat al-Fitr incluso al pobre que posee 4 almudes de trigo, o poco más, que en poco excede al alimento diario, es para que nadie se vea privado de la bendición de la sadaqa y de la delicia de gastar fi sabil Allah (por Allah Altísimo), aunque sea una vez en su vida.
Y esto es lo que nuestro Profeta ﷺ recomendó a sus compañeros –Allah esté satisfecho de ellos- que diesen siempre la sadaqa, sean las circunstancias que fueran. Preguntó Umm Buyid al-Ansaryya: “Oh Mensajero de Allah, el pobre está parado en mi puerta y no puedo encontrar nada que darle. Entonces el Mensajero de Allah ﷺ le dijo: Si no encontrases más que una pezuña quemada, dásela” Dijo Yazid ben Abu Habib: Abu Marzad –Allah esté satisfecho de él- no pasaba un día sin que diese algo de caridad, aunque fuese un pastel o una cebolla. Y las acciones de Abu Murzad son un ejemplo para el musulmán que tiene estrecheces económicas, Por otra parte, podemos ver que los actos de Abu Bakr, Omar, Ozman, Abd Rahman ben Awf y otros son ejemplos para los musulmanes ricos o con mayores posibilidades económicas. Abu Bakr sacó todo su dinero para Allah. Y cuando se le dijo: ¿Qué has dejado para tu familia? El respondió: “Allah y su Profetaﷺ.” Omar, por su parte, entrego la mitad de sus bienes para Allah Altísimo. Y Ozman equipó un ejército en situación crítica. En cuanto a Abd Al-Rahman ben Awf, equipó una caravana que llegó a Medina con coberturas para los animales y albardas.
Hermano musulmán, hermana musulmana, estáis en el mes de la generosidad y el Ihsan. Dijo nuestro Profetaﷺ: “Quien de comida a un ayunante para el iftar, tiene la misma recompensa que él, sin que disminuya en nada la recompensa del ayunante” (Al Termidhi) En este mes haz bien a los huérfanos, viudas, a las personas que sufren miseria -y lamentablemente en nuestra umma son muchos, y aumentó su número la crisis económica actual- y se caritativo para que puedan cubrir sus necesidades. Lo primero es dar fi sabil Allah para ayudar a nuestro din, y apoyar a las mezquitas y a los centros islámicos con el fin de que puedan hacer llegar el mensaje de la Verdad.
La sadaqa, la caridad, además de lo que hemos citado, tiene beneficios inmediatos y otros diferidos. Entre los beneficios inmediatos está el hecho de que aparta la aflicción de la persona que la padece y le previene para combatir el mal. Dice nuestro Profeta ﷺ: “Las buenas acciones nos protegen en la lucha contra el mal, la limosna en secreto apaga la ira del Señor y mantener los lazos de parentesco aumenta la esperanza de la vida. Y dijo ﷺ: “Allah reveló a Yahya ben Zaqarya (Juan el Bautista) -sobre él y sobre su padre sea la paz- cinco palabras para que actuara sobre ellas y ordenara a los hijos de Israel que lo hicieran. Y dijo: “…. Y os ordenó que deis la caridad. El ejemplo de esto es el de un hombre que fue capturado por el enemigo. Ellos le ataron sus manos a su nuca y le llevaron para cortarle el cuello. Él les dijo: ¿Puedo pagar un rescate para mí mismo? Y se mantuvo rescatándose a sí mismo con grande y pequeñas cantidades hasta que fue liberado. (Ahmad y al-Termidhi). Y asimismo el siervo se rescata a sí mismo con la sadaqa del tormento del Allah que mereció por sus pecados. La sadaqa trae el sustento para el que la da y le facilita los asuntos. Dijo el Profeta ﷺ: “Mientras que un hombre andaba en un gran desierto de la tierra, oyó una voz en una nube que decía: Riega el huerto de fulano. Entonces la nube se alejó de donde estaba y vació en un pedregal de piedras negras el agua que llevaba. El hombre se puso a seguir el curso del agua, y vio a un hombre que estaba de pie en el huerto moviendo el agua de un sitio a otro con su rastrillo. Entonces le dijo: Siervo de Allah, ¿cuál es tu nombre? Dijo: “Fulano”, -siendo éste el mimo nombre que oyó en la nube- .Ese hombre preguntó: Oh siervo de Allah, por qué me preguntaste por mi nombre. El otro hombre dijo: Oí una voz en una nube, de la cual viene esta agua, diciendo: “Riega el huerto de fulano”, y era tu nombre. Así pues, ¿qué buena acción vas a hacer con tu huerto que merezca este milagro? El campesino respondió: “Miraré que sale de él, de la siembre y los frutos, y daré en caridad un tercio y el otro tercio lo emplearé en el huerto para sembrar de nuevo” (Muslem). La caridad facilita los asuntos, y nos sirve la promesa de Allah Altísimo sobre eso: “Así pues al que dé con sinceridad, sea temeroso, y crea en la verdad de lo más Hermoso, le haremos propicia la facilidad” Sura 92, La noche, aleyas 5 a 7.
De entre los beneficios diferidos de la sadaqa es que ella es la mejor inversión para el dinero, ya que aporta en el Más Allá para la persona caritativa. Dijo el Profeta: ﷺ:”Quien dé en caridad algo, aunque sea el equivalente a un dátil, libre de todo engaño o fraude – y Allah solo acepta lo bueno- Allah lo aceptará con Su diestra, luego lo levantará para su dueño como vosotros criais un potro hasta que sea como una montaña” (Al-Bujarí). La caridad protege al caritativo del infierno. Dijo el Profeta ﷺ: “Aisha, protégete del infierno, aunque sea con medio dátil porque éste protege al hambriento de la misma manera que protege al saciado.” (Al Bujari)
Y entre otras características de la caridad está el hecho de que restituye los derechos entre la gente. Dijo el Profeta ﷺ: “Oh mujeres, dad caridad y pedid perdón a menudo, porque he visto que sois la mayoría de la gente del Infierno. Preguntó una mujer: ¿Por qué seremos la mayoría de la gente en el Infierno? Respondió: maldecís mucho y sois desagradecidas con vuestros cónyuges” (Muslem) . La caridad, por otra parte, aportará una sombra para su dueño el día del juicio. Dijo el Profeta ﷺ: “Cada persona estará a la sombra de su caridad el Día de la Resurrección.” Por Allah, que si la caridad no tuviera más que estos beneficios e influencias, sería suficiente, ¡pero es que sus beneficios son incontables ¡
Oh Allah, inspíranos las obras con las que decimos y escuchamos. Amén Amén. Alabado sea Allah Señor del Poder por encima de lo que ha sido descrito. La paz sea para sus enviados y la alabanza para el Señor de los mundos.