Ciertamente es un hecho probado que la gente desde los comienzos de la humanidad ha formado una comunidad única con una religión única … y siempre que se alejaban de ella o discrepaban entre ellos al respecto, Allah les enviaba un mensajero y enviaba con él un Libro para recordarles lo que habían olvidado o para que decida entre los hombres sobre aquello que era causa de discrepancias. Así nos dicen las palabras del Todopoderoso: “Los hombres eran una única comunidad y Allah envió a los profetas como portadores de buenas nuevas y advertidores. E hizo descender el Libro con la verdad para que fuera un juicio entre los hombres sobre aquello en lo que discrepaban” Sura 2, La vaca, aleya 213.
Es sabido que no hay mensajero sin mensaje. Si viniese alguien y dijese que es un mensajero de Allah, le diríamos: ¿Cuál es el mensaje con el que has sido enviado? y ¿Cuál es la evidencia que hace que te creamos? Si vino con pruebas, que muestre el mensaje; de lo contrario es un mentiroso. El mensaje con el que fue enviado a su comunidad o pueblo debe contener mandamientos y enseñanzas que guíen a las personas hacia su Señor, les informen de los derechos de Su Señor sobre ellos y de los derechos que tienen ellos, en caso de que respondan afirmativamente. También indicará lo que les ocurriría si no atienden el mensaje o se desprenden de él. El mensaje quizás puede haber sido escrito y memorizado, o tal vez no fue escrito o memorizado.
Después de esta introducción, entramos con el tercer pilar de los pilares de la fe: la creencia en los Libros divinos revelados a los mensajeros desde Adán y Nuh (Noé) hasta Mohammad -la paz y las bendiciones sean con ellos-. Entonces, ¿cuáles son los libros en los que debemos creer y cómo llevamos a cabo esta creencia?
La respuesta es que todo lo que Allah -glorificado y exaltado sea- ha revelado a Sus Profetas -la paz y las bendiciones sean con ellos- está registrado en escrituras o recogido en un libro. Aunque hay mensajes de los que no tenemos conocimiento. Como dijo Allah Todopoderoso: «Es verdad que antes de ti ya habíamos enviado mensajeros. Te hemos dado noticias de algunos de ellos y de otros no.” Sura 40, El Perdonador, aleya 78. Esta es la razón por la que los eruditos islámicos dijeron: «Se debe tener fe de forma plena en los libros y escritos sagrados conocidos por sus nombres y por los nombres de aquellos a quienes fueron revelados. En lo que respecta a los que no se sabe de ellos o han sido mencionados de una forma no especificada, creemos en ello en general».
La fuente segura a la que acudimos o en la que nos apoyamos para conocer estos libros y atribuirlos a los mensajeros que los trajeron es el Sagrado Corán, el único Libro que no ha sufrido alteración de ningún tipo, porque desde el día en que fue revelado el primer verso hasta que fue revelado el último, el Profeta Mohammad ﷺ ordenó que fuese memorizado y fuese recogido por escrito. La tierra está repleta de millones de personas que lo han memorizado. Incluso si se diera la circunstancia de que todos los ejemplares del Sagrado Corán fueran quemados -Allah no lo quiera- por una conspiración rencorosa o un complot envidioso, no se perdería de él nada y permanecería preservado, cumpliéndose así la promesa de Allah sobre él: «Nosotros hemos hecho descender el Recuerdo y somos sus guardianes.” Sura 15, al Hiyr, aleya 9.
De los libros sagrados anteriores el Corán ha mencionado los pergaminos de Ibrahim (Abraham) y Musa (Moisés), y tres libros, a saber: la Torá de Musa, los Salmos de Dawd (David) y el Evangelio de `Isa (Jesús) -la paz sea con ellos- . El Todopoderoso dijo: «Realmente esto ya estaba en las primeras escrituras. Las páginas de Ibrahim y Musa.” Sura 87, el Altísimo, aleyas 18 y 19. Y dijo: «Es verdad que le dimos a Musa el Libro y le asignamos a su hermano Harún como asistente” Sura 25, El Discernimiento, aleya 35. El Libro al que se refiere es la Torá, como lo prueban Sus palabras sobre Benu Israel: “¿Y cómo van a delegar en ti el juicio, si tienen la Torá, en la que está el juicio de Allah?” Sura 5, La mesa servida, aleya 43. Y Sus palabras: “Hemos dado preferencia a unos profetas sobre otros. Y a Dawd le dimos los salmos” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 55. Y luego dijo acerca de `Isa (Jesús): “Luego, a continuación de ellos, hicimos que vinieran Nuestros mensajeros, e hicimos venir a `Isa, el hijo de Maryam, al que dimos los Evangelios.” Sura 57, El Hierro, aleya 27.
El Sagrado Corán no solo menciona esos libros y los mensajeros que los portaron, sino que también menciona algunos de los mandamientos y lecciones o advertencias que contenían. De lo que está incluido en la Torá tenemos las palabras de Allah Todopoderoso: «En ella les prescribimos: Persona por persona, ojo por ojo, nariz por nariz, oreja por oreja, diente por diente, y por las heridas un castigo compensado.” Sura 5, La mesa servida, aleya 45. Y de lo que incluyeron la Torá y el Evangelio juntos tenemos las palabras: “Mohammad es el Mensajero de Allah, los que están con él son duros con los incrédulos y compasivos entre ellos, los ves inclinados y postrados buscando el favor de Allah y aceptación, y en sus caras llevan la huella de la postración; así son descritos en la Torá. Y su descripción en el Evangelio es que son como una semilla que echa su brote, lo fortalece, cobra grosor y toma forma competa sobre su tallo maravillando a los sembradores” Sura 48, La conquista, aleya 29. Y sobre lo que contienen las escrituras de Ibrahim y Musa están las siguientes palabras: “Sin embargo preferís la vida de este mundo cuando la última es mejor y de mayor permanencia. Realmente esto ya estaba en las primeras escrituras, las páginas de Ibrahim y Musa” Sura 87, El Altísimo, aleyas 16 -19. Y Sus palabras: “¿No se le ha dicho lo que contiene las páginas de Musa, y las de Ibrahim, el fiel cumplidor, en cuanto a que nadie cargará con la carga de otro, y que el hombre sólo obtendrá aquello por lo que se esfuerce? Pero que su esfuerzo se verá, y luego será recompensado con una recompensa plena” Sura 53, el Astro, aleyas 36 a 41.
Esto se refiere a los libros sagrados anteriores, pero ¿qué pasa con el último Libro, el sello de todos los libros: el Corán? La respuesta es: Dado que el Corán es el portador de los últimos mensajes de Allah para la gente de la tierra, vino para completar la religión y completar la gracia, y como argumento para la gente, a favor o en contra, y por lo tanto se distinguió de los otros libros por lo siguiente:
Es el Libro completo que fue revelado a través de las diferentes etapas de los mensajeros y mensajes celestiales, hasta que terminó en su forma actual. Allah Todopoderoso dijo: «¿No has visto como los que recibieron una parte del Libro….?” Sura 3, La familia de Imrán, aleya 23. Esto indica que a la anterior Gente del Libro sólo se les dio una parte de la Escritura. En cuanto al Libro completo de Allah, éste es el Corán. Y por eso aparece:
Como confirmación de lo que había en los Libros y para preservarlos. El Todopoderoso dijo: «E hicimos que te descendiera el Libro con la verdad como confirmación de lo que había en el Libro y para preservarlo” Sura 5, La Mesa Servida, aleya 48. “Como confirmación”, significa corroborar lo que aparecía en los libros revelados anteriores, que forman parte del Libro completo de Allah. El Corán apoya la verdad que se afirma en ellos en cuanto a los principios de las creencias, las adoraciones, lo “halal” y lo “haram”, sin discrepar en lo referente a su contenido, a pesar de que los anteriores libros hayan sido revelados en épocas o lugares diferentes. Al mismo tiempo custodia el Libro, lo preserva, y explica si en ellos ocurrieron o se les atribuyó errores, alteraciones y correcciones.
Él Corán es un método de vida para los mundos. El Todopoderoso dijo: «¡Bendito sea Aquel que ha hecho descender a Su siervo el Descernimiento para que fuera una advertencia a todos los mundos!” Sura 25, El discernimiento, aleya1. Y dijo: «Di: ¡Hombres! Es cierto que yo soy para todos vosotros el Mensajero de Allah.” Sura 7, Los lugares elevados, aleya 158. El Corán incluye los principios de la guía y sus ramas: “Ha venido a vosotros, procedente de Allah, una luz y un Libro claro, con el que Allah guía a quien busca Su complacencia por los caminos de la salvación, y los saca de las tinieblas a la luz con Su permiso, y los guía al camino recto” Sura 5, La mesa servida, aleyas 15, 16. En el Corán él hay curación para todo tipo de enfermedades. “Y con el Corán hacemos descender una cura y una misericordia para los creyentes, sin embargo, los injustos no hacen sino aumentar sus perdición” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 82. Allah Todopoderoso prometió la felicidad en los dos mundos a quien obre según Él ha ordenado, así como prometió la desgracia para aquellos que se aparten de Él. Dijo: «Y si os llega una guía procedente de Mí …Quien siga Mí guía no se extraviará ni será desgraciado; pero quien se aparte de Mí recuerdo …Es cierto que tendrá una vida mísera y el Día del Levantamiento le haremos comparecer ciego. Dirá: Señor mío: ¿Por qué me has hecho comparecer ciego, si antes podía ver? Dirá: Del mismo modo que cuando te llegaron Nuestros signos los olvidaste, así hoy eres tú olvidado” Sura 20, Ta ha, aleyas 123, 126. Que Allah me beneficie a mí y a ti con el Sagrado Corán y nos beneficie a nosotros con lo que contiene del sabio Recuerdo. Amén. Alabado sea Allah, Señor de los mundos.
¿Pero cuál es el significado de fe en los Libros sagrados? y ¿cómo lo verificamos? La respuesta es que en estos libros la fe se entiende como la firme creencia en lo que Allah Todopoderoso reveló de Sus propias palabras a aquellos que seleccionó de Sus Mensajeros y Profetas -la paz sea con ellos-, y fue reunido y recogido por escrito, siendo Escrituras inmaculadas o libros con principios. Y la fe en relación con los libros conocidos reside en creer en todo lo contienen. En cuanto a los libros celestiales no conocidos, creemos en ellos de forma general … Las evidencias de que la creencia en estos libros es uno de los principios de la fe son muchas, entre ellas las palabras del Todopoderoso: «¡Oh vosotros que creéis! Creed en Allah y en Su Mensajero, así como en el Libro que se le ha hecho descender a Su Mensajero y el Libro que se hizo descender antes. Quien niegue la creencia en Allah, en Sus ángeles, en Sus mensajeros y en el Último Día, se habrá alejado en un gran extravío” Sura 4, Las Mujeres, aleya 136. También tenemos las palabras de su Profeta en respuesta a Gabriel -la paz y las bendiciones sean con ellos-: “Háblame de la fe. La fe es creer en Allah y en Sus ángeles, en Sus Libros y Mensajeros, en el Último Día y en el destino, ya sea bueno o malo” Esto es en lo referente a la fe en los Libros anteriores. En cuanto al Libro final, sello de todos los Libros, el Sagrado Corán, la fe en él requiere transformar en acción lo que se afirma en él, cumpliendo con lo que invita a hacer y evitando lo que indica que se debe dejar de voluntades, dichos y obras, como dijeron algunos de los predecesores virtuosos: “Descendió el Corán para que se obre según lo que él indica y de su recitación salgan hechos” Si no sería como aquellos que portaron la Torá pero sin ningún sentido, como un burro que lleva libros» Dice el dicho:
Como el camello en el desierto al que la sed mata, a pesar de que él porta agua en su lomo.
No hay nada mejor para concluir que este hadiz auténtico y hermoso, que afirma que el Corán es la cuerda de Allah que se extendió desde Él hasta Sus siervos. Quien se aferra a ella, se salva; y quien se aleja de ella para ir a otros, perece. Narró at-Tirmidhi de ‘Ali -Allah esté complacido con él- lo siguiente: «Escuché al Mensajero de Allah decir:” Habrá tentaciones, habrá pruebas. Le pregunté: “¿Cuál es la salida, oh Mensajero de Allah?” Dijo: «El Libro de Allah. El contiene las noticias de lo que sucedió antes de vosotros y las noticias de lo que vendrán después de vosotros. Es el que os da los preceptos a seguir, el factor decisivo, y no es ninguna ligereza. Aquel poderoso que lo abandonó, Allah lo quebró; y aquel que buscó guía en otro, Allah lo extravió. Es la cuerda fuerte de Allah y el sabio Recuerdo. El camino recto. Aquel que no permite que nos desvíen las pasiones, con el que las lenguas no se confunden, con el que los eruditos nunca se sacian, ya que su conocimiento es inmenso, y no se desgasta, a pesar de las múltiples recitaciones que hagamos de él, y sus maravillas no caducan Dijeron los genios: Hemos oído una recitación maravillosa que conduce a la vía recta.
Quien hable por medio de él, será creído; quien obre según lo que aparece en él, será recompensado. Quien juzgue según el Corán, hace justicia. Y quien te invite a él, te invita al camino recto.
La fe en este libro significa: aprenderlo, recitarlo y reflexionar sobre él, lo que conduce a su comprensión, puesta en práctica e invocación. Todos estos son derechos del Corán sobre el creyente. Le pedimos a Allah que haga del Corán la primavera de nuestros corazones, la luz de nuestra vista y la claridad para nuestras preocupaciones. Amén, Amén. ¡Gloria al Señor, Señor del poder por encima de lo que Le atribuyen! La paz sea con los mensajeros. Alabado sea Allah, Señor de los mundos.