En la última jutba indicamos que la creencia en el Último Día es uno de los pilares de la fe y que el sabio motivo para que tenga lugar es “completar la recompensa por los diferentes comportamientos de las personas en esta vida terrena.” Así nos indica el Todopoderoso: “Toda alma probará la muerte. Y el Día del Levantamiento se os pagará cumplidamente la retribución que os corresponda” Sura 3, La familia de Imrán, aleya 185. Pero ¿cuándo llegará este día? La respuesta es que el tiempo en que acontecerá este día sólo Allah lo sabe y no informó sobre ello a ningún profeta, enviado o ángel cercano. En el hadiz auténtico: “Las llaves de lo oculto son cinco, que sólo Allah conoce” y siguieron sus palabras: “Sólo Allah sabe cuándo llegará la Hora, cuándo hará descender la lluvia y qué encierra el útero; y nadie sabe que le deparará el día siguiente ni en qué tierra ha de morir. En verdad Allah lo sabe todo y está bien informado de lo que hacéis” (Al Bujarí). Cuando la gente empezó a preguntar al Profeta sobre la Hora, sobre el Último Día, Allah Todopoderoso le ordenó que respondiera que la Hora le correspondía fijarla sólo a Él. Dijo: ”A Él se remite el conocimiento de la Hora” Sura 41, Se han expresado con claridad, aleya 47. Y a pesar de que Allah Todopoderoso ocultó a Su creación el conocimiento de cuándo será la Hora, sin embargo, dio señales que indicarán la inminencia de su acontecer, señales que indican la aproximación del fin de éste mundo. Por eso dijo El Todopoderoso: “¿Y qué esperan, sino que la Hora les llegue de repente cuando sus indicios ya han llegado? Sura 47, Mohammad, aleya 18.
Estas señales se dividen en: a) señales menores y b) señales mayores. Entre los ejemplos de señales menores está la misión del Profeta Muhammad ﷺ -sello de los profetas- y su mensaje, que representa la conclusión de los mensajes divinos. Ya no se precisan más, y esto es indicativo de la proximidad del fin del mundo, ya que el período restante de la vida ya no requiere la misión de otros profetas y la renovación de las leyes divinas. Por eso él ﷺ dijo: “Fui enviado yo y la Hora final como estos dos, y señaló sus dedos índice y medio” La mayoría de estas señales ya han aparecido. Entre los ejemplos de las señales mayores, podemos señalar lo que Muslim narró de Hudhayfa ibn Usaid. Dijo: “El Profeta vino a nosotros de repente mientras estábamos ocupados en una discusión. Preguntó: ¿Qué estáis discutiendo? Dijimos: Discutimos sobre la Hora. Entonces él dijo: No vendrá hasta que aparezcan diez señales previas, y mencionó el humo, el falso Mesías, la bestia, la salida del sol desde el oeste, la segunda venida de Jesús, hijo de María, Gog y Magog, y deslizamiento de tierra en tres lugares: uno en Oriente, otro en Occidente y uno en la Península de Arabia, al final de los cuales, un fuego arderá desde Yemen y conducirá a la gente al lugar de su reunión”. Si aparece una señal vendrá a continuación otra. Cuando aparezca la señal, la puerta del arrepentimiento se cierra, y no se acepta la fe después de ella de quien no haya creído antes. El Todopoderoso dijo: “¿Qué esperan? ¿Qué vengan a ellos los ángeles, o venga tu Señor, o vengan algunas señales de tu Señor? El día en que lleguen las señales de tu Seño, a ningún alma le servirá de nada creer, si no lo hizo antes o no alcanzó con su creencia ningún bien.” Sura 6, Los rebaños, aleya 158 El Profeta ﷺ dijo: “La Hora no se establece hasta que el sol salga por el oeste. Si sale, y la gente lo ve, todos creen; pero esto no beneficia a un alma que no creyó antes o no alcanzó con su creencia algún bien”
Cuando aparezcan estas señales acontecerá lo que prometió Allah. Con autorización de Allah, al comienzo de ese Día, el ángel Israfel (Rafael) soplará la trompeta tres veces. El soplido del terror, soplido de la vida. Tras él, al instante, el universo se verá golpeado por un enorme terremoto que disolverá la unión o coligación que une sus partes, la tierra temblará, las montañas se desmenuzarán, el cielo se agrietará y los planetas se dispersarán. En cuanto al hombre, no se pregunta por su situación cuando se contemplan estas adversidades y horrores “¡Hombres! Temed a vuestro Señor, pues en verdad el temblor de la Hora será algo terrible” Sura 22, La peregrinación, aleya 1.
Y el soplido del estruendo, el estruendo de la muerte, con el que morirán la totalidad de los seres que pueblan la tierra y el cielo, excepto los que Allah quiera. El Todopoderoso dijo: “Se soplará en el cuerno y quienes haya en los cielos y en la tierra quedarán fulminados con la excepción de quien Él quiera” Sura 39, Los grupos, aleya 68. Y el soplo de la Resurrección y el Levantamiento, y es el que nuestro Señor dice: “Luego soplará en él otra vez y quedarán en pie a la espera” Sura 39, Los grupos, aleya 68. Tras él -si Allah quiere- la vida vuelve a los muertos con el regreso de los espíritus a los cuerpos. Entonces el ángel que anuncia la Resurrección dirá que se levanten para su Señor; la tierra se partirá sobre ellos y saldrán de sus tumbas para congregarse todos. El Todopoderoso dijo: “Y ten presente el día en que el anunciador llamará desde un lugar cercano. El día en que oigan el grito con la verdad, así será el Día del Resurgir. Nosotros somos Quienes damos la vida y Quienes damos la muerte y a Nosotros es el retorno. El día en el que la tierra se les abra, acudirán veloces. Sera fácil para nosotros reunirlos”. Sura 50, Qaf, aleyas 41a 44
Por congregar se refiere reunir a todas las criaturas en un espacio llamado la zona la Resurrección “`arasat al qyama” para separarlas y que tenga lugar el Juicio. En el Día de la Resurrección “la gente se reunirá descalza, desnuda e incircuncisos”, como indica el hadiz. Cuando ‘Aisha -Allah esté complacido con ella- dijo: «¿Las mujeres y los hombres se mirarán los unos a los otros?«, el Profeta Muhammad ﷺ respondió: “El asunto es más grave que mirarse unos a otros”. En ese día el sol estará cerca de las cabezas de las criaturas, el calor será extremo, y la gente sudará por eso, cada uno según lo que hizo: a algunos de ellos les llegará el sudor hasta los talones. A otros les llegará hasta las rodillas, a otros les llegará hasta la zona lumbar, a la cintura de una persona , y algunos de ellos estarán refrenados por el sudor, como se menciona en el hadiz. Cuando la situación para las personas se prolongue y la angustias se incremente, se dirán unos a otros: ¿No veis en lo que estáis? ¿No veis a lo que habéis llegado? Entonces acudirán a Adán -la paz sea con él- rogando que interceda ante Allah por ellos para que puedan descansar del horror de la situación, y que comience a juzgar. Pero Adán también tendrá miedo y se disculpará ante ellos, diciendo: “Yo mismo, yo mismo “, y les dirá que vayan a otro profeta. Ante eso acudirán a otros mensajeros, uno tras otro, pero todos ellos se disculparán e indicarán que vayan a otro profeta. Hasta que llegan al profeta Mohammad ﷺ , y le piden que vaya a ver a Allah. El responde “iré, iré”. Va a su Señor Todopoderoso, se postra bajo el Trono y le alabará. Permanecerá así hasta que el Señor le dice: “Levanta la cabeza; pide porque se te dará, e intercede, porque tu intercesión será aceptada”. Y después de eso seguirá su curso el Juicio, se darán los libros, se colocarán las balanzas y se hará la cuenta de los actos.
Pero ¿qué es la cuenta? Esto se refiere a los contenidos del libro que se le da a todo ser humano en la planicie de la congregación, después de la Resurrección. Al echar un vistazo al contenido del libro, la persona se entera de su destino y anuncia su victoria y placer, o sufre tristeza, decepción y angustia. El Todopoderoso dijo: “Así pues el que reciba su libro en se le tomará una cuenta fácil y volverá a su gente contento. Pero a quien se le de el libro detrás de la espalda pedirá que se acabe con él y será introducido en un fuego ardiente” “. Sura 84, El Resquebrajamiento, aleyas 7-12. Se coloca la balanza y se pesan las obras. Según el resultado del peso el siervo tendrá felicidad o zozobra. Allah Todopoderoso dijo: “Y pondremos las balanzas justas para el Día del Levantamiento y nadie sufrirá injusticia en nada. Y aunque sea del peso de un gramo de mostaza, lo tendremos en cuenta; Nosotros bastamos para contar” Sura 21, Los profetas, aleya 47 Dijo:“Aquellos cuyas obras pesen en la balanza…Esos serán los afortunados. Y aquellos cuyas obras no tengan peso en la balanza .. Esos serán los que se habrán perdido a sí mismos y serán inmortales en el Infierno. El fuego les abrasará la cara y quedarán desfigurados” Sura 23, Los creyentes, aleyas 102-104. Después de pesar las obras y separar al feliz del infeliz o malvado, las personas se ven obligadas a pasar por el “Sirat”, un puente sobre el infierno por el cual todas las personas, tanto los piadosos como los malvados, deben cruzar en el Día de la Resurrección. El Todopoderoso dijo: “Y no hay ninguno de vosotros que no vaya a llegar a él, esto es para tu Señor una decisión irrevocable. Luego salvemos a los que hayan sido temerosos (de su Señor) y abandonaremos en él a los injustos, arrodillados” Sura 19, Maryam, aleyas 71,72. Da testimonio de la gravedad de la situación, la invocación del Profeta ﷺ, y él está de pie a sus lados, mientras la gente pasa «Señor sálvalos, sálvalos”. Su paso por él es según las obras: algunos de ellos lo cruzarán como un rayo, otros pasan como el viento, y los hay que pasan como la lluvia hasta que se salva quien se salva, incluso arrastrándose. Y perece el que perece, cayendo en el Infierno El Profeta ﷺ dijo: «Y en los dos bordes del puente hay hierros con ganchos que rayarán y atraparan a las personas haciendo que caigan al fuego del Infierno” (Muslim). Después de que los justos pasen el “sirat” de manera segura y los opresores perezcan al caer en el infierno, los sobrevivientes son retenidos en un puente entre el Paraíso y el infierno hasta que se purifiquen para entrar en el Paraíso Como dice en el hadiz: “Algunos de ellos serán castigados por las injusticias que hubo entre ellos en este mundo. Cuando se limpien su maldades y estén purificados, se les permitirá entrar en el Paraíso” (Al-Bujari).
Pero ¿qué es el Paraíso? ¿Y qué es el Infierno? Son dos moradas, la primera de las cuales está preparada para recompensar a los justos. La segunda, para castigar a los impíos. Los justos son recompensados con el Paraíso porque – después de creer- llevaron a cabo nobles obras y se caracterizan por buenas cualidades, por lo tanto, ganaron la venta y vencieron con el trato. En cuanto a los impíos, estos no creyeron, mintieron, hicieron mal y pecaron. ¡Serán castigados con fuego! El Todopoderoso dijo: “Los que hicieron el bien tendrán lo más hermoso y aún más. No cubrirá sus rostros ni la negrura ni la humillación; esos son los compañeros del Jardín; allí serán inmortales, pero los que adquirieron las malas acciones, tendrán como pago un mal equivalente” Sura 10, Yunus, aleyas 26, 27.
Allah Todopoderoso describió en su Libro y en boca de su profeta ﷺ el Paraíso y lo que ha preparado en él para la gente; y el infierno y lo que le espera a los malvados, deseando para sus siervos el primero, y que tomen como amenaza o advertencia el segundo. Entre las descripciones que se han hecho del Paraíso tenemos que destacar que la dicha en él es permanente, la felicidad es ininterrumpida y todo lo que hay en él es incalculable. Dijo: Allah Todopoderoso: “Y dales la buena noticia a los que creen y practican las acciones de bien, de que tendrán jardines por cuyo suelo corren los ríos…”.Sura 2, La vaca, aleya 25. En él hay muchos ríos: “Ríos de agua de inalterable olor, ríos de leche siempre del mismo sabor …” Sura 47, Muhammad, aleya 15, que corren bajo los palacios y las habitaciones construidas… y que lo que se ofrece en ellos de comida y bebida será servido “por jóvenes que tendrán para siempre la misma edad; al verlos los tomarás por perlas esparcidas” Sura 76, El Hombre, aleya 19. Las ropas en él son de seda y sus adornos son de oro. “Ellos y sus esposas estarán a la sombra y sobre lechos recostados” Sura 36, Ya sin, aleya 56 “Allí no oirán frivolidad ni incitación al mal, tan sólo la palabra: paz, paz” Sura 56, Lo que ha de ocurrir, aleyas 25, 26. “Les quitaremos el odio que hay pueda haber en sus pechos y estarán como hermanos, recostados en lechos unos enfrente de otros” Sura 15, Hiyr, aleya 47. Y en el hadiz Qudsi: “He preparado para mis siervos justos lo que ojo no vio, ni oído oyó, ni se lo ha imaginado el corazón del ser humano”. Y leed si queréis sus palabras: “No sabe un alma lo que se les oculta a ellos, que agranda los ojos y regocija el corazón” (Bujari). En cuanto a lo que se viene describiendo del Infierno: No se sacia con lo que se arroja en él. Su combustible son las personas y las piedras. La comida de su gente es el Zaqqum (el árbol infernal) y su bebida el agua hirviendo. Sus vestidos son de fuego. El Todopoderoso dijo: “El día en que Él le diga al infierno: ¿Estás lleno? Y este responda: ¡Hay más?” Sura 50, Qaf, aleya30.: “¡Vosotros que creéis! Guardaos vosotros mismos y a vuestra gente de un fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras” Sura 66, La prohibición, aleya 6. Y dijo: “Luego vosotros los extraviados, los que negasteis la verdad, comeréis de un árbol de Zaqqum con el que llenareis vuestros vientres. Y sobre ello beberéis agua hirviendo” Sura 56; lo que ha de ocurrir, aleyas 51-54 Ibn ‘Abbas dijo: “Cuando se revelaron las palabras de que el árbol de Zaqqum es el alimento de los pecadores, Abu Yahl comentó: Los dátiles con mantequilla se engullen, es decir: se comen, Entonces Allah hizo descender la siguiente aleya “ Es un árbol que sale de la raíz misma del infierno cuyos brotes parecen cabezas de demonios” Sura 37, Los que se ponen en filas, aleyas 64, 65 y dijo: “A los que no creyeron se les cortarán vestidos de fuego” Sura 22, La peregrinación, aleya 19. Y acerca de su intensidad: “El malhechor querrá librarse del castigo ofreciendo a su hijos como rescate, y a su compañera, y a su hermano, y a su tribu, la que le daba asilo. Y a todos los que hubiera en la tierra con tal de salvarse” Sura 70, Los grados de elevación, aleyas 11 a 14 Pero no podrá escapar. Dijo el Profeta ﷺ: “Es sesenta y nueve partes más de calor que el fuego de este mundo” “El menor castigo de la gente del infierno es que su cerebro hierve como hierve un caldero”
Que Allah nos conceda su perdón, Amén. La paz sea para los enviados, La alabanza para Allah, Señor del universo.