Abd Allah ben Omar ben al-Jattab -Allah esté complacido con él y con su padre- narró lo siguiente: Escuché al Mensajero de Allah ﷺ decir: “Cada uno de vosotros es un pastor y cada uno de vosotros es responsable de su rebaño. El imam es pastor y es responsable de su congregación, el hombre es pastor de su familia y responsable de ella, la mujer es pastora en la casa de su marido y responsable de su custodia y preservación, el sirviente es pastor en lo referente a los bienes de su señor y responsable de su protección, y el hijo es pastor en lo que respecta a los bienes de su padre y es responsable de su custodia. Todos vosotros sois responsables de vuestro rebaño” hadiz acordado
El hombre es una criatura honorable, como dijo sobre él quien lo creó y lo honró. “Es cierto que hemos honrado a los hijos de Adán. Los llevamos por la tierra y por el mar, les damos cosas buenas como previsión y les hemos favorecido con gran preferencia por encima de muchas de las criaturas” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 70. Allah preparó y dispuso para el hombre algo que le concedería esa honra o dignidad, y es la adoración de su Señor: «Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que adoren» Sura 51, Los que levantan un torbellino, aleya 56, y para eso le otorgó el oído y la vista, y le dotó de la capacidad de razonar, para que pudiese pensar y razonar sobre lo que Allah quiere de él y lo que deberá cumplir en esta vida.
Dijo el Todopoderoso: “Allah os hizo salir del vientre de vuestras madres y no sabíais nada. Y os dio el oído, la vista y un corazón para que pudieran agradecer”. Sura 16, La abeja, aleya 78. Como consecuencia de esta preferencia y el honor con que le distinguió su Grandioso Señor, el ser humano tuvo que asumir responsabilidades. “Y eso será una evidencia contra sí mismo a su pesar, aun dando rienda suelta a sus pretextos” Sura 75, El levantamiento, aleyas 14.15. Allah con su sabiduría permitió al ser humano en esta vida la libertad y la capacidad de elegir acerca de lo que le impuso, cumpliendo con ello o abandonándolo detrás de su espalda. Era un examen para él y una prueba. Dijo el Todopoderoso: “Y lo guiamos al camino: agradecido o ingrato” Sura 76, aleya 3, pero el ser humano después de la expiración de su plazo y el final del período de su examen, será preguntado y le harán las cuentas, siendo castigado o premiado según lo que ofrezcan sus manos de bien y mal. Dijo Allah Todopoderoso: “Es cierto que quien llega hasta su Señor siendo d e los que han hecho el mal, tendrá el Infierno donde ni vivirá ni morirá. Pero quien legue a ´El siendo creyente y habiendo practicado las acciones de rectitud, tendrá los grados más elevados. Los jardines de Edén por cuyo suelo corren los ríos, allí serán inmortales. Esa es la recompensa de quien se purifica” Sura 20, Ta Ham, aleyas 74-76.
El noble hadiz que está en nuestras manos confirma este importante y trascendental significado: que el ser humano es una criatura de Allah Todopoderoso honrado por Él, al que se le encomendó que cumpliese los mandatos de Allah Todopoderoso, y es responsable de lo que se le confió a él, siendo recompensado por ello. Las más extraordinarias personas en lo referente a cumplir con lo que Allah exigió y en cuanto a responsabilidad son los mensajeros y profetas – sobre ellos sean las oraciones y la paz-, porque su responsabilidad transciende a sus honorables personas. Ellos son responsables en primer grado sobre ellos mismos en la adoración a Allah Todopoderoso, y esto es compartido con ellos por todos los creyentes, y después de eso son responsables de sus familias, su comunidad, o parientes debiendo procurar protegerlos de todo lo que los amenaza. y en esto participa con ellos todo musulmán que posee familia y parientes. No hay diferencia entre la misión del Profeta con su gente y la tarea del musulmán con su familia, excepto que el Profeta los llama a una nueva ley que le es revelada por su Señor, mientras que el musulmán los llama con la invitación de ese enviado y los guía con su ley. Luego, ellos son responsables de comunicar esa invitación a las personas – aparte de a la familia y a la parentela-Todo esto lo asumen después de ellos los ulemas, ya que ellos son los herederos de los profetas. Dijo Allah Todopoderoso: “¡Mensajero! Haz llegar lo que te ha descendido de tu Señor. Y si no lo haces del todo, entonces no habrás transmitido Su mensaje. Allah te protegerá de la gente” Sura 5, La mesa servida, aleya 67. Allah- alabado sea- dijo: “…es mejor que de cada grupo salga una parte, para que así haya otros que puedan instruirse en la práctica de Adoración y puedan advertir a la gente cuando regresen, tal vez así se guarden” Sura 9, at-Tawba, aleya 122. Y dijo: “A los que oculten las evidencias y la guía que hemos hecho descender, después de haberlas hecho claras para los hombres en el Libro, Allah los maldecirá y los maldecirán todos los maldecidores. Salvo los que se vuelvan atrás, rectifiquen y lo pongan en claro; a esos les devolveré Mi favor, pues Yo soy el que se vuelve sobre el siervo, el Compasivo”. Sura 2, La vaca, aleyas 159, 160.
Y para la gente –después de los enviados, sobre ellos sean las oraciones y la paz- hay obligaciones que deben cumplir y tareas que se les asignan -sean pocas o muchas, grandes o pequeñas- pero todas ellas tienen un grado alto de importancia y repercusión. El hadiz menciona modelos para cinco tipos de personas y cita las funciones que deben cumplir y los depósitos que deben preservar, confirmando que ellos tienen responsabilidad en ellas y recibirán premio o castigo según las protejan y las cuiden o las pierdan.
El primero de ellos:
El imam o el guía con su grey, con su comunidad. Y como él el ministro en su ministerio y el juez en su tribunal, y el secretario en su oficina, el profesor en su escuela, el médico en su clínica, el periodista en su revista, el comerciante en su tienda y los diferentes profesionales en su profesión. La tarea del imam, o el guía, es ser justo en los casos que se le plantean, emitir dictámenes con equidad y verificar las condiciones de la gente de su comunidad. El juez debe ser imparcial y dictaminar el castigo para quien se lo merece, sea quien sea, y así deben actuar el resto de los funcionarios del gobierno o sus representantes ante cualquier asunto que les competa. El imam es responsable de su comunidad y debe atender lo que hay entre sus manos de asuntos, ya sean grandes o pequeños, debiendo elegir para su asistencia al fuerte, al digno de confianza, como dijo el Todopoderoso sobre nuestro señor Musa (Moisés) -sobre el sea la paz-: hablando en boca de la hija del hombre virtuoso: “Dijo una de ellas:¡ Padre! Tómalo como asalariado, pues nadie mejor que él, fuerte, digno de confianza” Sura 28, El relato, aleya 26. Abu Ya’la Maqel ben Yasar -Allah esté complacido con él- dijo: «Escuché al Mensajero de Allah ﷺ” “A cualquier siervo que Allah le haya hecho responsable de un rebaño y muera habiendo traicionado los derechos de éste, Allah le ha prohibido la entrada al Paraíso” hadiz acordado. Dijo Aisha -Allah esté satisfecho de ella – escuché al Mensajero de Allah ﷺ en mi casa esto: : ¡Oh Allah! Sé duro con aquel al que hayas hecho responsable de los asuntos de mi comunidad en algo y éste les haya tratado mal , y sé amable con aquel que haya tratado bien a mi comunidad: (con justicia, equidad, misericordia) ”Muslem. Y Abdullah ben Amr ben al-As -Allah esté satisfecho de él y de su padre- narró:. Dijo el Mensajero de Allah ﷺ: “Verdaderamente los justos estarán el último Día sobre púlpitos de luz, aquellos que han sido justos en sus veredictos y han ordenado a su familia y a la gente con justicia” Muslem.
El segundo:
El hombre en su familia, Y la familia del hombre son sus parientes, de origen, ramas y parentesco colateral, y él es su pastor y el requerido para protegerlos. Él debe honrar a sus padres y obedecerles en lo que está bien. Dijo Allah Altísimo: “Tu Señor ha ordenado que sólo lo adoréis a Él y que hagáis el bien a los padres” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 23. Debe mantener a sus hijos, darles buena educación, ser justo con ellos, y convivid con su esposa según lo establecido, y lo mismo para ella. Y lo más importante que se le pide al hombre en cuanto a los asuntos de su familia está relacionado con el asunto de su religión, porque la esposa –la mayoría de las veces- está de acuerdo con la pretensión del marido, y los hijos se comportan cuando son mayores como han aprendido de pequeños. Y en el hadiz: “Todo ser nacido nace en un estado de pureza innata (fitra) y son sus padres los que le hacen judío, cristiano o zoroástrico”. Hadiz acordado. Y dijo Allah Altísimo: “¡Vosotros que creéis! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras” Sura 66, La prohibición, aleya 6. “Ordena a tu gente la oración y persevera en ella” Sura Taha, aleya 132. “Convivid con ellas según lo reconocido” Sura 4, Las mujeres, aleya 19. Y su Profeta ﷺ “Ya es suficiente pecado que una persona pierda a quien mantiene” Abu Dawd y otros.
El tercero:
La mujer en casa de su marido, ya que ella es compañera del hombre en la vida y su igual en la responsabilidad. Él trabaja fuera de casa y ella trabaja en la casa. Ella es responsable de sí misma, de sus hijos, de su marido, de los bienes de él y de los asuntos de la casa que incumben a su familia. Su labor es importantísima, exige preparación, cualificación. Que hermosas palabras son las que dirigió este poeta:
Quién puede educar a las mujeres pues = en Oriente esta es la razón del fracaso
La madre es como una escuela, cuando la preparas y la equipas bien = forma gente de buena raza
La madre es como un jardín= riégala bien y te dará hojas hermosas
El cuarto:
El sirviente (o el empleado) y los bienes de su señor (jefe). Con esto se refiere a que todo aquel que trabaja para otro por un sueldo, por ejemplo, en la agricultura, el comercio, la industria o en cualquier otro un oficio tiene una responsabilidad. ¿Cómo es su comportamiento en el trabajo? ¿Fue fiel en su trabajo, lo llevo a cabo de una forma responsable, se esforzó en preservar los bienes de su jefe, de su empresa, y los hizo crecer o generó beneficios, o fue vago, negligente y los echó a perder? El trabajador, el empleado, que recibe un sueldo y tiene obligaciones no cumplirá perfectamente con su trabajo hasta que se considere a si mismo coparticipe de esos bienes.
Quinto: El muchacho y los bienes de su padre. El hijo debe ser guardián de los bienes de su padre y de todo lo que le confió y encargó. Si su padre estuviera vivo debe recabar su consejo y pedir su autorización, a no ser que hayan acordado otra cosa. Si hubiera fallecido, sus bienes están bajo su disposición. Que coja de ellos lo que sea necesario, cumpla su testamento, pague las deudas del fallecido y lleve a cabo la Peregrinación (Hayy) en su nombre, si no la hubiera hecho el fallecido. Luego, que guarde lo que queda de los bienes hasta que se le entregue su derecho a todos los que tienen derecho. Y él debe saber que también va a morir como murió su padre, y su hijo obrará con su dinero o bienes de la misma manera que él obró con los bienes de su padre. Debemos recordar el refrán “ kama tdin tudan” (donde las dan las toman) He dicho lo que habéis oído y pido perdón de Allah para mí y para vosotros, así que pedidle perdón y Él os perdonará. Él es el gran perdonador, el Misericordioso.
Estas cinco tareas que se citan en el hadiz en realidad no son sino modelos o ejemplos de las muchas funciones, labores o trabajos que se le encomendaron al ser humano en esta vida. Estas cinco tareas son el resultado de lo que se crea entre la gente de relaciones y conlleva para quien las lleva a cabo derechos y deberes. Dijo Allah Altísimo: “Y hemos hecho de algunos de vosotros una prueba para los otros. ¿Seréis pacientes? Tu Señor ve” Sura 25, El Discernimiento, aleya 20. El hadiz también es una llamada de atención para la generalidad de los encargados o responsables para que cumplan con sus funciones y depósitos que se han puesto en sus manos, con la promesa confirmada que habrá para ellos un Juicio y el premio el día en que regresen al Señor del Universo. Dijo Allah Altísimo: “Y Temed el día en el que regreséis a Allah. Entonces cada uno recibirá lo que se haya ganado y nadie será objeto de injusticia” Sura 2, La vaca, aleya 281
Pedimos a Allah Altísimo que me haga a mí y a vosotros de los que escuchan la palabra y siguen lo mejor de ella. Amen, amen. Alabado sea tu Señor, Señor de la gloria por encima de lo que Le atribuyen, y la paz sea para los enviados. La alabanza para Allah Señor del universo.