Dice Allah Todopoderoso: “¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, temáis a Allah. Por un determinado número de días fijados para ello”. Sura 2, La Vaca, aleyas 183, 184.
Estimados hermanos y hermanas: Alabamos a Allah Todopoderoso por habernos traído el mes de Ramadán. Somos muchos los creyentes que nos hemos preparado para este mes bendito y deseamos que todos los musulmanes tengamos conciencia del mes en el que estamos y hagamos en él obras que satisfagan a Allah. Tenemos que convencernos que la muerte es algo que no podemos prever y sólo está en manos de Allah, por eso el musulmán debe apresurarse en satisfacer a Allah, porque no sabe lo que el futuro le traerá. El Profeta Mohammad – Allah le bendiga y salve-, el veraz y digno de confianza, que nunca habló movido por las pasiones, dijo: “Aprovecha cinco cosas antes de que vengan otras cinco: la juventud antes de tu vejez, la salud antes de tu enfermedad, tu riqueza antes de tu pobreza, tu tiempo libre antes de que estés ocupado y tu vida antes de la muerte”.
Ramadán es uno de los pilares del Islam. Dice un hadiz: “El islam está construido bajo la base de cinco pilares: El testimonio de que no hay dios excepto Allah y que Mohammad es su profeta, la plegaria ritual, dar el zakat (azaque), ayunar en Ramadán y hacer el Hayy (Peregrinación) a la Casa Sagrada“ Narrado por Ahmad y al-Daraqutni. Y también este hadiz: ”Los fundamentos del Islam y de la religión son tres y quien abandone uno de ellos será un incrédulo con quien la sangre es lícita: Dar testimonio de que no hay más dios que Allah, la plegaria ritual y el ayuno de Ramadán”. Al-Hayzami en Majma al Zawa`ìd y Abu Ya`la en su musnad. Toda la comunidad islámica coincide en la obligación del ayuno en Ramadán y en que el ayuno es uno de los fundamentos del Islam, es obligatorio hacerlo, y quien lo niegue o rechace sale del circulo del Islam, ya que niega uno de sus pilares.
Observamos que el segundo hadiz mencionó el testimonio de fe, la oración y el ayuno y no dijo nada sobre el zakat (azaque o limosna preceptiva) ni sobre el Hayy (la peregrinación). Quizás esto se deba a que en esos tres pilares participan tanto el rico como el pobre; mientras que el zakat precisa de un mínimo de propiedades sujetas al azaque (Nisab), y, por otra parte, el Hayy (la peregrinación) no todo el mundo lo puede hacer, ya que requiere una situación económica un poco holgada para llevarlo a cabo. Asimismo, Allah Altísimo aclaró que el ayuno no es prescripción nueva que ha establecido el Islam, sino que es una orden divina que se prescribió también a pueblos anteriores al Islam. Luego, después de eso, siguió explicando el propósito u objetivo del ayuno con estas palabras: “Quizás, así, temáis a Allah”..Es decir, que hagáis del ayuno una protección que se interponga entre vosotros y las tentaciones de caer en la desobediencia, en vicios o depravaciones. o en acciones morales reprobables que provocan la ira de Allah y su aversión. Y la Taqwa (el temor a Allah) es una medida que sirve para calibrar ante Allah en la Otra Vida la nobleza del ser humano: “¡Hombres! Os hemos creado de un varón y de una hembra, y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os reconocierais unos a otros. Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más le teme. Allah es conocedor y está perfectamente informado” Sura 49, Los aposentos privados, aleya 13. Como resumen de la definición de taqwa (temor a Allah) diremos que el ser humano cuando pasa por un camino difícil, lleno de arbustos espinosos, debe recoger los lados de su vestimenta para que no enreden en ella los arbustos espinosos y le dañen. Y el temor a Allah es muy sencillo y parecido: consiste en evitar las cosas prohibidas y obedecer Sus órdenes. Al taqwa es obrar con rectitud según exige la fe. Dijo el Altísimo: “Los que dicen: Nuestro Señor es Allah y luego se conducen con rectitud no tendrán que temer ni se entestecerán “Sura 46, al-Ahqaf, aleya 13.
Allah nos ordenó el ayuno para purificar nuestro cuerpo cada cierto tiempo, y ayunar significa someterse a las órdenes de Allah. Hacer el ayuno hace que entendamos el hambre y las necesidades que sienten los pobres e indigentes. ¡Qué gran necesidad tenemos de esta sabia lección que nos da el ayuno! Algunos de nuestros hermanos sólo poseen el cielo que está sus cabezas, y como cama la tierra del suelo. El ayuno hace que nos pongamos en su lugar y que los miremos con justicia y misericordia, piedad y compasión. El ayuno, queridos hermanos/as, rompe la arrogancia, y el ser humano siente su verdadera debilidad e impotencia. El ser humano lo que precisa esencialmente es un trozo de pan y un poco de agua, ya que lo que hace que vivamos, lo esencial, es la comida, la bebida y el aire que respiramos. Y el ser humano necesita de su Señor, que le creó de una gota de agua insignificante. Dijo el Altísimo: “¡Hombres! Vosotros sois los que necesitáis de Allah mientras que Allah es Rico, en Sí mismo alabado” Sura 35, el-Creador, aleya 15. Y el ayuno nos enseña la paciencia, pues hace al ser humano capacitado para soportar los dolores y las contrariedades; así como protege a la sociedad de la anarquía y el desorden, ya que prepara al individuo virtuoso para que sobre él se desarrolle la sociedad bajo los principios de la búsqueda del bien y los intereses de todos los que la componen, evitando el mal en la sociedad y teniendo como meta alcanzar la satisfacción de Allah Todopoderoso. El ayuno es un ejercicio espiritual que hace que el musulmán siempre actúe con cautela, ya que siente observado por Allah Todopoderoso, que todo lo ve, tanto lo externo como lo interno.
Y el ayuno sirve para educar la voluntad. Vemos que el Sagrado Corán lo trata de una forma especial. Hemos visto que el ayuno no es una imposición a la comunidad islámica en particular, sino que anteriormente se prescribió a otros pueblos que la precedieron. Después explicó Allah Altísimo que el ayuno tiene unos días determinados y limitados. Y a continuación nos indica los objetivos del ayuno, y son preparar al creyente para la taqwa (temor a Allah), ya que los temerosos de Allah son los que pueden descubrir los pasos del diablo y sus intrigas con antelación. Dijo el Altísimo: “En verdad los que tiene temor de Allah, cuando una instigación del Shaitan los tienta, recuerdan y entonces ven con claridad” Sura 7, Los lugares elevados, aleya 202, pues quien es temeroso de Allah se descarga de los susurros del diablo. Después Allah -alabado sea- se encargó de que la obligación del ayuno se realizase con facilidad y tolerancia, para que todos pudiesen cumplir con ella sin dificultad, confirmado así Sus palabras “ Allah quiere para vosotros lo fácil y no lo difícil” Sura 2, La vaca, aleya 185 y “Y no os ha puesto ninguna dificultad en la práctica de Adoración” Sura 22, La peregrinación, aleya 78. Y Allah Todopoderoso explicó que el ayuno no obliga sino al que está capacitado, al que puede, al residente, que no está de viaje. En cambio, el que se encuentra de viaje y el enfermo, pues no están obligados, porque la enfermedad y el viaje conlleva dificultades, molestias, esfuerzos. Y ayunar supondría un sobreesfuerzo para el creyente en estos casos. Pero si esas circunstancias de enfermedad o viaje acaban, entonces el creyente vuelve a estar obligado, y deben recuperar los días perdidos en un momento adecuado después de Ramadán El Corán no especifica tipos o grados de enfermedades, o distancias en los viajes que debe haber para que el creyente no pueda cumplir con la obligación del ayuno. Y si hubiese entendido Allah que tendría que ser delimitado, lo hubiese hecho, Sin embargó, Él lo dejó a la conciencia del musulmán y su religión. De todas las maneras, lo más común como límite es que sea el viaje en el que se acorta la oración, y lo establecieron los ulemas en cuatro “burud”, es decir, el equivalente a ocho kilómetros.
A aquellos a los que el ayuno les supone mucho esfuerzo, como, por ejemplo, los ancianos y los enfermos crónicos, a estas personas se les permite no ayunar y alimentar a cambio a un pobre por cada día no ayunado (fidyah). En cuanto a la embarazada y la mujer que está amamantado pueden no ayunar, pero después deben recuperar los ayunos que no realicen, y no es suficiente con que alimenten a los ayunantes. (El Imam A-Shafi`i y Ahmad). Quiso Allah que el ayuno fuese amado por nosotros más y dijo: “Por un determinado número de días fijados para ello” Estos pocos días son el mes de Ramadán. y es un mes bendito en el que hizo descender Allah el Corán, que convirtió en guía para la gente y en el que hay señales e indicaciones claras, sin ambigüedades ni oscuridades. “En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán, dirección para los hombres y pruebas claras de la Guía y del Discernimiento” Sura 2, La vaca, aleya 185 El ayuno es elevación del espíritu sobre la materia y purificación de las mugres de todas las pasiones que llevamos colgadas, y de ello se encargó el mes del Corán. De la misma manera que el ayuno supone vallado y protección, educación y guía. Lleva de la mano a quien lo hace a elevados principios morales y a las más nobles características. El mes de Ramadán es una ocasión para cambiar, o para educar las almas en la excelencia de los asuntos. Un buen momento para terminar con la vagancia y la negligencia. Asimismo, es una ocasión para la elevación a dignidades de personas virtuosas y piadosas, y es una ocasión propicia para estudiar y recitar el Sagrado Corán. Sobre esto el Enviado de Allah -Allah le bendiga y salve- dijo: “Leed el Corán porque su recompensa vendrá el Día de la Resurrección para sus recitadores“. Y en palabras de Abd Allah ben Abbas –Allah esté satisfecho de ambos, de él y de su padre– : “El mensajero de Allah fue el más generoso de las personas y aumentaba su generosidad en el mes de Ramadán cuando Yibril (el ángel Gabriel) lo visitaba y el Mensajero de Allah le recitaba el Corán” Narrado por al Bujari.
El ayunante debe tener cuidado de no dejarse arrastrar por personas que quieran corromper o estropear su ayuno y se vea envuelto en disputas, altercados, o comportamientos inadecuados. Dice el hadiz “El ayuno es un escudo, así que si uno de vosotros está ayunando que no sea obsceno ni se comporte de manera necia. Si alguien quiere provocarlo a pelear o le insulta que diga: yo estoy ayunando, yo estoy ayunando“
Una persona con uso de razón no duda que el mes de Ramadán es el mes del ayuno y del Corán, de la misericordia y del perdón con excelsitud. En él se abren las puertas del Paraíso y se cierran las del infierno. Los demonios se encadenan y un heraldo grita: ¡Oh, buscador de la bondad, ven, avanza! ¡Oh tú, buscador del mal, mantente corto! Quien cumpla en este mes un precepto divino es como si realizase 70. Y quien cumpla en él obras pías supererogatorias es como si llevase a un precepto divino. Quien alimente a una persona que ayuna en el mes de Ramadán verá que su pecados serán lavados y se le dará la misma recompensa que al que realizó el ayuno, y esto no disminuirá la recompensa del que ayunó” Narrado por Ahamad. Y dijo el Profeta – Allah le bendiga y salve- “Quien en la ruptura del ayuno alimente a un ayunante con comida o bebida halal rezaran por él los ángeles todas las horas de mes de Ramadán y Yibril orará por el Leila al-Qadr”
Pedimos a Allah que nos haga de quienes escuchan la palabra y siguen lo mejor de ella. ¡Oh Allah, perdona nuestros pecados y nuestros excesos. Haz que nuestros pies estén bien asentados! ¡Allah ayuda a los necesitados en todo lugar y sé para ellos protector y defensor! ¡Oh Allah, reza por nuestro señor Mohammad, por su familia y por todos sus compañeros!¡Haznos guías bien encaminados! Amen. Alabado sea Allah, Señor de la gloria por encima de lo que le atribuye. La paz sea sobre los enviados La alabanza para Allah, Señor de los mundos