La alabanza para Allah, Señor del universo. La paz y las bendiciones recaigan sobre el Señor de los enviados, sobre su familia y todos sus compañeros.
Dice Allah Altísimo: “Y no contéis con que Allah está descuidado de lo que hacen los injustos. Simplemente los aplaza hasta un día en el que las miradas se quedarán fijas” Sura 14, Ibrahim, aleya 42.
El tema de la jutba que vamos a dar hoy es “La injusticia y lo que Allah dice acerca de los injustos y opresores”
Queridos hermanos y hermanas en el Islam: Allah ha mencionado a los injustos y lo que tiene preparado para ellos de tormento y castigo ejemplar a causa de los delitos y atrocidades que cometieron contra la humanidad. El faraón es uno de estos numerosos ejemplos de personas injustas y tiranos que nos ha mencionado el Corán, y este tipo de personas, que se repiten en todo tiempo y lugar, han sido descritos con precisión. Allah Todopoderoso no menciona a estos tiranos y déspotas en broma o como divertimiento, sino que los pone para que pongamos atención y evitemos los caminos que ellos siguieron, y que les llevaron a las sendas de la muerte y la destrucción. Colocar la cosa en un lugar que no es el suyo, es injusticia; al contrario que la sabiduría, que la coloca en su lugar. En la injusticia se declara inocente al delincuente, se criminaliza al inocente injustamente, y se concede una función o cargo injustamente a alguien que no lo merece.
Allah -alabado sea- no actúa injustamente con nadie. Dice Allah Altísimo: “Realmente Allah no perjudica en nada a los hombres, sino que son los hombres los injustos consigo mismos” Sura 10, Yunus, aleya 44. Y dice; “Y no habremos sido injustos con ellos, sino que ellos habrán sido injustos consigo mismos” Sura 43, Los dorados, aleya 76. Abu Darr al- Ghafari -Allah esté satisfecho de él- mencionó las palabras del Profeta -Allah le bendiga y salve- en las que narra lo que dijo su Señor: “Siervos míos, yo me he prohibido la injusticia, la he prohibido entre vosotros, así que no cometáis injusticias con los demás” Hadiz. En este hadiz qudsi (palabras que el Profeta -Allah le bendiga y salve- atribuía a Allah pero que no las definía como revelación) Allah prohíbe la injusticia consigo mismo e indica que no debemos ser injusto con nadie. Dice el Altísimo: “Pero quien practique las acciones de rectitud y sea creyente que no tema injusticia ni menoscabo” Sura 20, Ta Ha, aleya 112. Y dijo el Altísimo: “Y lo he prohibido entre vosotros, así que no cometáis injusticia con los demás”. Es decir, que ha prohibido la injusticia entre la gente, que no seamos injustos con los demás, que el esposo no sea injusto con su esposa, ni la esposa con su esposo, ni los padres con su hijos, ni los hijos con sus padres, ni el vecino con su cercano, ni el gobernante con sus súbditos, ni los súbditos con su gobernante. Y Allah, alabado sea, prometió a los injustos el tormento más doloroso.
Allah envió a ver al faraón tirano a nuestro señor Musa (Moisés) acompañado de su hermano Aarón. El objetivo era invitarle a la Verdad, que adorase a Allah, y debatir con él lo que era mejor. De acuerdo con las instrucciones de Allah, Musa le hablo de una manera muy gentil, ya que así quizás entrase en razón y volviese a lo correcto antes de que pasase el tiempo y ya no hubiese solución. Nuestro señor Musa a la hora de hablar con él intento ser muy claro, eliminó todas las ideas capciosas o ambiguas, para que no hubiese dudas y respondió a todas las preguntas. Le explicó que había sido nombrado mensajero de su Señor explicándole todas las señales o signos, pero el faraón persistió en su tiranía, insistió en la desobediencia, siendo inducido a error por la gente que le rodeaba, y negó la Verdad. Dijo el Altísimo: “Realmente le hicimos ver nuestros signos, pero negó su verdad y no quiso saber nada”. Sura 28, Ta Ha, aleya 56. Dijo el Altísimo: “Negaron la veracidad de todos Nuestros signos y los agarramos con el castigo de un Irresistible, Todopoderoso” Sura 54, La luna, aleya 42. Y lo mismo ocurrió con la gente de Qoreysh. Trataron al Enviado – Allah le bendiga y salve- de la misma manera, siendo descritos por al Busiri – Allah le tenga en su misericordia- con una descripción punzante y exacta: “Si la evidencia clara no sirve de nada, entonces buscar la vía recta en ellos es fatiga”. Al injusto le empuja la arrogancia y la vanidad por lo que posee de fuerza, dinero e influencia, y utiliza todo eso para aterrorizar a la gente y comprar sus voluntades. Menosprecia y humilla a su pueblo, y ellos a pesar de eso le obedecen, ya que es un pueblo de corruptos, pues no le pide una prueba sobre lo que dice y hace, y esto provoca que desprecie el honor, los bienes y las vidas de las personas, que para él no valen nada. Se producen los derramamientos de sangre, desatiende las opiniones de los consejeros y encarcela a la gente buena. En el tema de la sangre el Islam ha sido muy severo, pues Allah Altísimo dijo: “Por esto les decretamos a los hijos de Israel que quien matara a alguien, sin ser a cambio de otro o por haber corrompido en la tierra, sería como haber matado a la humanidad entera. Y quien lo salvara seria como haber salvado a la humanidad entera”. Sura 5, La mesa servida, aleya 32. Pues la vida humana de forma general, sea cual sea su pertenencia religiosa o racial, es inviolable. Dice Allah Altísimo: “Y aquel que mate a un creyente intencionadamente tendrá como recompensa el infierno donde será inmortal. Sobre él caerá la ira de Allah, que lo maldecirá y le preparará un castigo inmenso”. Sura 4, las mujeres, aleya 93.
En el hadiz noble recogido por Ibn Mayah aparecen estas palabras: “Quien ayude a quitar la vida de un musulmán, aunque sea con media palabra, el Día del Juicio tendrá escrito entre sus ojos lo siguiente: desesperado de la misericordia de Allah” . Y en otro hadiz: “Hacer desaparecer el mundo es más fácil para Allah que matar a un hombre creyente” El faraón tirano en su desobediencia estaba adornado por lo falso. “Y dijeron los principales del faraón: ¿Vas a permitir que Musa y su gente corrompan la tierra y te abandonen a ti y a tus dioses? Dijo: Mataremos a sus hijos y dejaremos con vida a sus mujeres, y en verdad que nos impondremos sobre ellos” Sura 7, al A´raf, aleya 127. Esta es la decisión de los déspotas. En cambio, sobre la gente de la fe dice el Corán:”Es cierto que la tierra pertenece a Allah y la heredarán aquellos de Sus siervos que Él quiera. Y el buen fin es de los que temen a Allah” Sura 7, al- A`raf, aleya 128. Y dijo: “Realmente el faraón fue un tirano altivo en la tierra. Dividió a sus habitantes en clase y subyugó a una parte de ellos, degolló a sus hijos y dejó vivir a las mujeres. Era un corruptor. y quisimos favorecer a los que habían sido subyugados en la Tierra, hacerlos dirigentes y convertirlos en los herederos” Sura 28, El relato, aleya 4. Después Allah Altísimo explicó que el faraón, sus soldados, y Hamam -visir del faraón- estaban errados en su política basada en la fuerza y la brutalidad con los débiles y los inocentes, después de que nuestro señor Musa (Moisés) –sobre él sea la paz- presentase todos los argumentos y pruebas que indicaban que lo que le decía era cierto, y él era un enviado de Allah. Pero no encontró medio para defender la Verdad, sino que fue amenazado con ser encarcelado. Y esta es la naturaleza de los tiranos en todo tiempo y época, y por eso no se extraña de una situación como esta excepto quien desconoce el Corán, En el Libro Sagrado hay noticias de lo que ocurrió antes de nosotros, y noticias de lo que ocurrirá después de nosotros, y dictámenes de lo que ocurre en nuestra época.
El faraón, después de que se viera incapacitado de responder a nuestro señor Musa -sobre él sea la paz-, comenzó a falsear los hechos y fabricar acusaciones contra Musa – sobre él sea la paz. – Hizo las siguientes acusaciones:
Primero: Ya que Musa – sobre él sea la paz- no poseía pulseras de oro ni llevaba cortejos de personas con él, le acusó de ser pobre, y estas palabras del faraón echaron raíces en la mente de los hijos de hijos de Israel -posteriormente Saul también sufriría rechazo ya que era pobre-. Los Israelitas le pidieron a Musa que les pusiese un rey que les guiase a combatir por Allah para recuperar lo que habían perdido de sus posesiones.
Segundo: Entre sus acusaciones estaba que Musa quería cambiar la religión y expandir la corrupción en la tierra, y ésta a es la cuerda que toca todo tirano que quiere aparecer como único y aparentar que es defensor de los principios de la gente, para que el pueblo se oponga a lo que invocan los que él llama innovadores y destructores, y se enfrenten a ellos sin que se den cuenta de que están siendo utilizados.
Tercero: Acusa a Musa -sobre él sea la paz- de tener como objetivo apoderarse del poder y apartar a la gente de lo que habían encontrado sus padres. Dice el Altísimo: “Dijeron: ¿Has venido a nosotros para apartarnos de aquello en lo que encontramos a nuestros padres y para conseguir para vosotros dos la supremacía en la tierra?” Sura 10, Yunus, aleya 78
Cuarto: El faraón acusó a Musa de ejercer la magia y que quería sacarlos de su tierra. Esto forma parte de las tretas y el estilo que utilizan los tiranos para atemorizar a la gente con el fin de asegurar su fidelidad. El faraón reunió a los magos y les prometió que les recompensaría si ellos vencían en su magia a Musa; pero Allah hizo que Musa los venciera, y los magos al ver el poder de Allah creyeron en Él. En ese momento el faraón les acusó ser cómplices de Musa -sobre él sea la paz- y actuar con él contra el pueblo y sus intereses, y los hizo matar por eso
Quinto: Acusó a la oposición encabezada por Musa –sobre él sea la paz- de ser sólo una pandilla de gente despreciable sin valor ni peso en la sociedad, gente de la que había que librarse y extirpar sus raíces. El descanso del faraón se perturbó y le quitó el sueño, así que hizo todos los preparativos para eliminar a Musa y a su gente. Pero Allah inspiró a Musa y le ordenó que saliese de noche con los hijos de Israel, ya que eran seguidos y perseguidos por parte del faraón y sus soldados. Cuando los débiles de fe de Banu Israel vieron acercarse al ejército del faraón dijeron: “Hemos sido alcanzados. Delante tenemos el mar y el enemigo detrás”. Pero Musa -sobre él sea la paz-, que tenía confianza en la promesa de Allah y en su ayuda, les respondió:” No, mi Señor está conmigo y El me guiará” Sura 26, los poetas, aleya 62. Es decir, que tenía a Allah de su parte, y Él le guiará al camino de la salvación. En ese tenso y difícil momento viene la orden de Allah para Musa sobre él sea la paz- de que golpee con su vara el mar. Musa obedeció la orden y golpeó con su vara el mar, y éste se abrió, y cada lado era como una enorme montaña. De esta manera Allah salvó a Musa y a quien estaba con él de los creyentes, y se ahogaron el faraón y todos sus soldados. Así se encaminó el faraón hacia su propia muerte. Dijo el Altísimo: “Así los sacamos de jardines y manantiales, y de tesoros y de una noble posición, y de deleites de los que gozaban” Sura 44, el Humo, aleya 26. Y en el hadiz: “Allah Altísimo tolera largamente al injusto, pero cuando lo coge no lo suelta”. “Así es como tu señor reprende cuando castiga a una ciudad que es injusta. Es cierto que su castigo es doloroso y severo” Sura 11, Hud, aleya 102. Y con este significado dice el poeta:
“Pensaste bien en los días que eran buenos
y no temías el mal que trae con él el destino
las noches eran seguras para ti, pero fuiste engañado por ellas
y cuando se aclararon las noches ocurrió la turbiedad, la preocupación”.
Y así se dobló la página de este tirano y no lloraron por él ni la tierra ni el cielo. Allah le había concedido tiempo, pero él no enmendó sus posiciones y fue demasiado lejos en su tiranía. Y sobre esto dice Allah: “Ni el cielo ni la tierra lloraron por ellos ni se les esperó” Sura 44, El humo, aleya 29.
Allah nos bendijo a mí y a vosotros con el Sagrado Corán, y me afianzó a mí y a vosotros en el camino recto, y nos protegió de su tortura terrorífica. Pido perdón a Allah para mí, para vosotros y para el resto de los musulmanes. Pedidle perdón, ya que Él es el Gran Perdonador, el Misericordioso.
Queridos hermanos y hermanas: Así terminó el asunto del faraón. Este es un mensaje abierto y dirigido a todo déspota que menosprecia las almas humanas, los bienes de las personas y derrama la sangre de la gente.
Nuestro señor Musa –sobre él sea la paz- pidió a su Señor que quitase al faraón la fuerza que le llevó a la tiranía. El faraón dijo “Yo soy vuestro señor supremo” Sura 79, Los que arrancan, aleya 24. “Y dijo el faraón: ¡Consejo de nobles! No sé que tengáis otro dios que yo” Sura 28, El Relato aleya 38. Dijo Allah Altísimo en boca de Musa. -sobre él sea la paz-. “Y dijo Musa: ¡Señor nuestro! En verdad le has dado al faraón y a su élite lujo y riquezas en la vida de este mundo. ¡Señor nuestro! para que se extraviaran de Tu camino. ¡Señor nuestro! Destruye sus riquezas y endurece sus corazones, porque no van a creer hasta que no vean el castigo doloroso” Sura 10, Yunus, aleya 88. Y en el momento en el que ya no hay oportunidad para la fe, quiso el tirano tener fe y esto no le fue aceptado, ya que la fe no funciona cuando la vista previa del tormento está delante, -con excepción del pueblo de nuestro señor Yunus-. En ese momento, el faraón sufrió algo parecido a la histeria, indicando eso su desasosiego e inquietud al expresar su fe. El Sagrado Corán registró este momento decisivo. Dijo el Altísimo: “hasta que al ver que las aguas lo ahogaban dijo: Creo que no hay otro dios sino Aquel en el que creen los hijos de Israel, y soy de los que se someten” Sura 10, Yunus, aleya 90. Y Allah le dio al instante la respuesta con el rechazo y la reprensión: “¿Ahora? Cuando antes desaparecías y eras de los corruptores. Hoy arrojaremos tu cuerpo a tierra firme con el fin de que sea un signo para los que vengan después de ti” Sura 10, Yunus, aleya 91, 92
Quiso Allah -alabado sea- que la muerte del faraón de esta manera humillante, terrorífica, fuera una lección a lo largo de las épocas y de los tiempos para todo tirano injusto que viniese después de él, pero la mayoría de la gente no ha aprendido. Y dijo el Enviado de Allah- Allah le bendiga y salve-: “Allah tolera largamente al injusto, pero cuando lo apresa no lo deja”
¡Oh Allah! Haznos ver la Verdad y concédenosla a sus seguidores. Haznos ver lo falso como falso y haz que lo evitemos. Reconcilia nuestros corazones y guíanos por el camino de la paz. Sálvanos de las tinieblas y llévanos a la luz. Evitarnos los actos inmorales y obscenos, lo exterior de ellos y lo interno. Bendice nuestros oídos, nuestra vista, a nuestros esposos/as, a nuestros hijos. Perdónanos. Tú eres el Gran Perdonador, el Misericordioso. ¡Oh Allah! Ayuda a los débiles en todos los lugares. ¡Oh Allah! Tú que escuchas el llanto de los niños y las viudas, y el gemido de los enfermos y heridos. ¡Oh Allah! acepta su martirio y ten misericordia de ellos. Cura a sus enfermos y concede a su gente la paciencia y al-ihtisab (la recompensa de Allah y su gracia). ¡Oh Allah! Véngate de aquellos que han cometido injusticia y despierta Tu ira contra los malvados. ¡Oh Allah! apresúrate en tu venganza con ellos, ellos no tienen poder y Tú eres Todopoderoso. Cógeles y no los sueltes. Apártalos de los países y de la gente.
Allah bendiga y salve a nuestro señor Muhammad, a su familia, compañeros y seguidores, y a los que los siguen con el bien hasta el Día del Juicio. Amen. Alabado sea Allah, Señor de la Gloria. La paz sea sobre los enviados. La alabanza para Allah Señor del universo