La alabanza para Allah, Señor del universo. La paz y las bendiciones recaigan sobre el Enviado de Allah, sobre su familia y todos sus compañeros.
Dice Allah Todopoderoso: “Realmente en el Mensajero tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día, y recuerde mucho a Allah” Sura 33, Los coaligados, aleya 21.
El Enviado de Allah ﷺ a la hora de dirigirse a sus compañeros (sahaba) –Allah esté satisfecho de ellos- pronunciaba las palabras justas, utilizaba los ademanes y modos exactos, se expresaba con emoción y a veces utilizaba preguntas, y eso con el fin de que sus compañeros prestasen atención a las indicaciones y consejos que les daba. Cuenta Abu Hurayra – Allah esté satisfecho de él- que el Enviado de Allah ﷺ dijo: “¿Quién va a tomar de mí estos cinco mandamientos para que los aplique él mismo o los enseñe a otros para que los pongan en práctica?” Dijo Abu Hurayra: “Respondí: ¡Yo, Mensajero de Allah! El Enviado de Allah ﷺ tomó su mano y con los dedos de su mano contó uno por uno estos cinco mandamientos:
- Aléjate de las cosas que Allah ha prohibido y serás el mayor de los adoradores de Allah entre la gente.
- Confórmate con lo que Allah te ha concedido y serás el hombre más rico.
- Haz bien a tu vecino y serás un creyente verdadero.
- Desea para las demás personas lo que quieres para ti mismo, y así serás un verdadero musulmán.
- No te rías exageradamente, pues reír exageradamente mata el corazón.
Queridos hermanos y hermanas: obrar siguiendo los buenos consejos y seguir el método que nos dan los guías virtuosos son señales que indican la preponderancia de la razón y nos muestran la iluminación de la opinión. Estos guías no piden recompensa por sus enseñanzas o por la orientación que dan a la gente. El mejor de ellos, el mejor de los que han aconsejado y guiado es nuestro señor Mohammad ﷺ al que Allah Altísimo describió con estas palabras: “En verdad que os ha llegado un Mensajero salido de vosotros mismo, es penoso para él que sufráis algún mal, está empeñado en vosotros y con los creyentes es benévolo y compasivo” Sura 9, at-Tawba, aleya 128. Entre las cosas que aconsejó a su comunidad están estos cinco mandamientos benditos, si obramos acorde a ellos, esto traerá el bien para la religión y la vida en este mundo, nos dará la salvación y la victoria en la Vida del Más Allá.
Cuando las almas se elevan, las esperanzas se engrandecen, la vida pasa a estar llena de piedad, devoción, y hay obras virtuosas, entonces las almas humanas buscan conocer y alcanzar los actos morales elevados y las obras excelsas. Compiten en hacer el bien y rivalizan en la realización de actos puros, de esta manera la adoración se convierte en amada por el alma y la obediencia pasa a ser uno de sus rasgos y naturaleza de sus naturalezas, elevándose el ser humano por encima de las tentaciones y seducciones, y no queda para la materia valor ni camino para ella hacia su corazón, y el ejemplo elevado pasa a ser su objeto de preocupación y su deseo, y el amor al bien se convierte en objetivo y meta.
El Enviado ﷺ nos aclara el camino hacia el bien en este hadiz profético noble, brasa de las brasas de la profecía y alminar de los alminares de la senda recta y de la salvación. Con sus mandamientos valiosos, queridos, en los que hay consejos y normas a seguir, nos explica el camino hacia el bien y nos guía a los escalones del honor y la perfección. Y esto alegra y calma los pechos de las personas y cura la sed abrasante.
El primer mandamiento: Aléjate de las cosas que Allah ha prohibido y serás el mayor de los adoradores de Allah entre la gente, Este mandamiento nos explica el significado auténtico de la adoración y en qué consiste: cumplir con las leyes de Allah, alejarse de las cosas prohibidas que ordenó el Enviado del Camino Recto, y abandonar aquello que prohibió el Libro de Allah Altísimo, y que aparece prohibido en la sunna de nuestro Profeta ﷺ. Son cosas como el Shirk o idolatría, el asesinato, el adulterio, la fornicación -que son las madres de las depravaciones-. A esto tenemos que añadir la ingratitud con los padres, cortar los lazos familiares, la usura, cometer perjurio, el robo, la calumnia, la mentira, la traición, beber alcohol, ser adicto a la magia, y otras cosas de semejante índole. Dice al–Hassan al Basri (de Basora) – Allah tenga misericordia de él-: “No hay mejor adoración para el siervo que abandonar lo que Allah prohibió”. Los derechos de Allah se deben cumplir y no debemos ser negligentes a la hora de llevarlos a cabo. Estamos hablando de la oración, la limosna (el zakat), el ayuno, la peregrinación a La Meca (Hayy), hacer el bien y abandonar lo prohibido, y otras cosas que Allah puso como obligatorias a los siervos. Dice Omar ben Abd al Aziz –Allah Altísimo tenga misericordia de él-: “El temor a Allah no se logra orando por la noche ni ayunando durante el día, sino que el temor a Allah se logra abandonado lo que Allah ha prohibido y llevando a cabo lo que Allah ha puesto como obligatorio, y quien ha sido proveído recibiendo el bien después de eso, pues él es de bueno a bueno”. No cumplir con estas obligaciones es haram. Debemos temer a Allah y abandonar todo lo que Allah prohíbe de grandes y pequeños pecados. Debemos temer a Allah, hacer lo que él ordena que llevemos a cabo y alejarnos de lo que ha prohibido. Quien actúe así será el mayor de los adoradores de Allah entre la gente y estará entre los amigos de Allah que Allah describe con estas palabras” “¿No es cierto que los amigos de Allah no tendrán que temer ni se entristecerán? Esos que creyeron y tuvieron temor de Él. Para ellos hay buenas noticias en esta vida y en la Última” Sura 10, Yunus, aleyas 62-64. ¡Musulmán! para que seas de los amigos de Allah, cree en Allah y cumple con lo que ordena. Es decir: haz lo que ordena Allah y aléjate de lo que prohíbe. Ese es el comportamiento recto. Si te apartas de las cosas prohibidas, te alejas de los peligros de las pasiones y de las maquinaciones de Satanás, purificas tu alma de las obscenidades y de las depravaciones, entonces serás el siervo devoto consagrado a Allah y harás el bien que ama y quiere el Islam. La alabanza para aquel que dijo: “Temed a Allah, pero el temor de Allah no alcanza el corazón de una persona excepto cuando se conecta a Allah. El salteador de caminos no es un héroe: más bien, el que teme a Allah es un héroe” Porque los pecados se van con las obras virtuosas. Recordad siempre el hadiz del insolvente, el quebrado, aquel que no se abstuvo de las cosas prohibidas en esta vida. Debido a las injusticias que cometió en este mundo, el Día del Juicio Final, y ante el que todo lo ve, sus actos serán juzgados con severidad, y le ocurrirá como le ocurre al insolvente que no pudo pagar lo que debía a acreedores y pasó un tiempo en prisión. Solo que en el Dia del Juicio para la persona que no ha temido a Allah y le ha desobedecido la prisión será el Infierno. Pedimos a Allah la paz y buena salud.
El segundo mandamiento: Confórmate con lo que Allah te ha concedido y serás el hombre más rico. Este mandamiento explica la verdad del rico. Pues el rico no es aquel que tiene muchísimo dinero, ni el que posee numerosos inmuebles, ni el que ahorra y acumula riqueza en bancos o almacenes, sino que el rico auténtico es el que posee riqueza de alma. Y así dijo el Profeta ﷺ: “No consiste la riqueza en abundancia de bienes sino en la riqueza del alma”. Y el auténticamente feliz es aquel que está satisfecho con lo que Allah le concedió. Hay mucha gente que tiene fortuna abundante en esta vida, pero que en realidad son pobres, son pobres de alma y con corazones desgraciados, pues la codicia cegó sus corazones y les impidió ser felices. La riqueza autentica es la riqueza del corazón, el estar satisfecho con lo que Allah nos prometió y concedió, la tranquilidad del alma y la paz interior, pues el corazón sano es el corazón que está tranquilo, satisfecho con lo que Allah le proveyó, y se tranquiliza recordándolo. Dijo el Altísimo: “Los que creen y tranquilizan sus corazones por medio del recuerdo de Allah ¿Pues no es acaso con el recuerdo de Allah con lo que se tranquilizan los corazones?” Sura 13, El trueno, aleya 28. El estar satisfecho con lo que Allah nos ha concedido da descanso al alma y tranquilidad al corazón. Es más, es la auténtica felicidad. Cuánta razón tenía aquel que dijo: “No veo la felicidad en acumular dinero, sino que el que teme a Allah es el feliz”. No es la riqueza, ni el dinero la gracia que Allah dio al ser humano, sino que la verdadera bendición supera la riqueza económica con mucho, pues la fe, la salud, la paz, el vivir con seguridad, la estabilidad, todas estas gracias están en un rango superior al dinero. Dijo Allah “Si tratáis de contar las bendiciones de Allah, no podréis enumerarlas; es cierto que el hombre es injusto, ingrato. Sura 14 Ibrahim, aleya 34. Dice el hadiz: “Es afortunado quien se hizo musulmán, siendo su sustento suficiente, y le satisfizo Allah con lo que le dio”.
El tercer mandamiento: Haz bien a tu vecino y serás un creyente verdadero. En este mandamiento hay una invitación a la bondad y a hacer el bien. Se trata de hacer el bien y comportarnos con amabilidad con la gente más cercana a nosotros, con la gente de nuestro alrededor, con los vecinos. Esto lo encomendó Allah en su Libro e insistió sobre ello el Profeta ﷺ en su sunna. Dijo el señor de la humanidad ﷺ: “Gabriel siguió aconsejándome que fuese amable con mi vecino, hasta el punto de que pensé que quería que fuese mi heredero”. El Islam ha insistido en que tengamos buen comportamiento con los vecinos, que obremos siempre con bondad hacia ellos; pero lamentablemente la gente no ha tomado en consideración esta exhortaciones y no se respetan los derechos de los vecinos, hasta el punto de que muchas veces se les intenta hacer la vida imposible, y esto hace que la convivencia se convierta en difícil. Debemos tener un buen comportamiento con nuestros vecinos.
El cuarto mandamiento: Desea para las demás personas lo que quieres para ti mismo, y así serás un verdadero musulmán. El ideal del Islam es desear el bien para todas las personas, pues la religión es misericordia y afecto, y los principios morales son humanidad y nobleza. Por eso, sólo aquel que desea el bien para toda la gente, sin diferenciar entre colores, razas o religiones, consigue ser un auténtico musulmán, y esto es lo que nos enseña el Corán “Hablareis a la gente de buena manera” Sura 2, La vaca, aleya 83. Y dijo: “Y di a Mis siervos que hablen con las mejores palabras” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 53. Y de entre las indicaciones del Profeta ﷺ “Ninguno de vosotros es creyente hasta que desea para su hermano lo que desea para él”
El quinto mandamiento: No te rías exageradamente, pues reír exageradamente mata el corazón. El islam como religión de la disposición natural no puede poner obstáculos a la inclinación innata del ser humano a reír o sonreír; todo lo contrario, da la bienvenida a todo lo que convierte la vida en algo sonriente, bueno. El musulmán tiene que tener una personalidad optimista y odiar la personalidad afligida que todo lo ve negativo y negro.
Este mandamiento profético es una invitación a tener modales sobrios, evitando las bromas y el juego continuo, pero no la sonrisa y el optimismo. Previene de reír exageradamente, pues eso es lo coherente con la dignidad del musulmán, y todo lo que sobrepasa un límite se vuelve contra él. Pues la vida no es solo diversión, bromas y cosas chistosas, sino que -según el pensamiento de los sabios- es una vida de responsabilidad, seriedad y lucha, trabajo y esfuerzo. Allah tuvo misericordia de aquel que dijo: “Ciertamente para Allah hay siervos sagaces, perspicaces. Se alejaron de este mundo temiendo los desórdenes, la impiedad. Miraron a esta vida y supieron que no era patria para el ser vivo, la convirtieron en una superficie de agua, y adoptaron, como barco, el obrar bien en ella.” ¡Por Allah, qué hermosos principios morales son los del Islam! ¡Qué maravillosos consejos nos da el Enviado de Allah ﷺ y que felices serán los musulmanes si se aferran a ellos! Si aplicamos estos mandamientos proféticos de una forma correcta tendremos éxito en esta vida y en la vida del Más Allá, y estaremos a la cabeza de los pueblos, como lo estuvieron nuestros antepasados que impusieron su dignidad, y las comunidades se beneficiarán de ello. ¡Hermanos! el comportamiento de algunos musulmanes hace que la gente se aleje del Islam, así que seguid estos mandamientos que traerán la felicidad en esta vida y en el Más Allá.
Qué Allah me beneficie a mí y a vosotros con su Libro. Amén. Qué nos guie a todos por el camino correcto. Qué me perdone a mí, a vosotros y a todos los musulmanes.