En la jutba anterior hablamos sobre la Taqwa (el Temor a Allah) desde el punto de vista de su abandono y el alejamiento de Allah; en esta jutba, como prometimos, trataremos la Taqwa desde el punto de vista de las obras que llevamos a cabo y de la obediencia, Uno de los hechos del mes de Ramadán que provocan nuestra alegría y placer es ver las mezquitas llenas, esto indica que el musulmán a pesar de que se haya alejado del camino de su Señor -tiene a Allah descuidado, pero no lo olvida; y su disposición natural aunque esté marchita, no ha muerto-, despierta  su conciencia en este mes y desempolva su Islam a los gritos del ángel que llama a la gente en Ramadán: “¡Oh buscador del bien, adelante, regocíjate¡¡Oh buscador del mal, abstente hasta que termine el Ramadán¡” (al-Termidhi). Ves que se dirige hacia su Señor en Su Casa, arrepentido, suplicante, temeroso por los pecados que ha cometido y ruega la misericordia de su Señor. Dijo Allah Altísimo: “Quien haga un mal o sea injusto consigo mismo y luego pida perdón a Allah, encontrará a Allah Perdonador y CompasivoSura 4, Las mujeres, aleya 110. Sin embargo, lo lamentable de este fenómeno es que es temporal, es como si fuese una nube de verano, ya que muchos de los que se arrepienten ante Allah en Ramadán vuelven después a las andadas y abandonan otra vez sus mandatos o cometen actos que Allah ha prohibido. Esto lo tenemos que evitar para que la Verdad siempre prevalezca y triunfe ante la falsedad y lo vano “Para que muriera quien murió justificadamente y viviera quien vivió justificadamente” Sura 8, Los botines de guerra, aleya, 42. No hay duda de que el tratamiento de este fenómeno exige un conocimiento profundo de sus causas o motivos, y creo que el más peligroso motivo para eso es que ellos ignoran la magnitud de Allah Todopoderoso y su derecho a que le adoren. Dijo el Altísimo: “No han apreciado a Allah en Su verdadera magnitud” Sura 39, Los grupos, aleya 67. Ciertamente, aquella persona que rechaza Su adoración no apreció en Allah su verdadera magnitud; eso es lo primero. Y no apreció a Allah en su verdadera magnitud quien reconoció Su magnitud  y la Verdad y después no actuó acorde a esto.  Y no aprecia a Allah en Su verdadera magnitud  quien actúa acorde a eso y luego lo corta, lo interrumpe. Es, por ejemplo, aquel que se arrepiente ante Allah en Ramadán por haber abandonado sus actos de adoración y luego vuelve a hacer lo que hacía antes de arrepentirse. Al final no sabe ante quién se arrepintió, por qué se arrepintió y de qué se arrepintió, y no conoce los propósitos de los actos de adoración y los beneficios del arremetimiento ante Allah.

¡En Allah buscamos refugio ante el desengaño y el decaimiento¡ Por eso elegí que el tema de esta jutba fuese  los actos de adoración, sus propósitos y su influencia, tarde o temprano, sobre las personas. Lo que se espera de esto es que continuemos con los actos de adoración hacia Allah y no los abandonemos después de que nos hayamos dirigido a ellos. ¡A Allah es al que se pide ayuda¡

Queridos hermanos: Ciertamente el objetivo  más elevado que encuentran  las criaturas, especialmente los hombres y los genios, es la adoración de Allah -alabado sea- como confirman Sus palabras: “Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que me adoren” Sura 51, Los que levantan un torbellino, aleya 56. El término adoración abarca los ritos del Islam y sus leyes, y significa  la obediencia de las ordenes de Allah Altísimo por parte del siervo, tanto en sus asuntos particulares, como  en sus diferentes relaciones: sus relaciones con Allah, su creador, sus relaciones con sus hermanos humanos y sus relaciones con el universo, con quien hay en él y con lo que hay en él. Pero todas estas relaciones deben ser acordes con lo que las leyes de Allah han establecido, y lo que se tiene en cuenta  en ellas es la lealtad a Allah  y seguir la sunna de su Mensajero -Allah le bendiga y salve-. Dijo el Altísimo: “El que espere el encuentro con su Señor, que actúe con rectitud y que al adorar a su Señor no le asocie a nadieSura 18, La caverna, aleya 110. La adoración con este significado es una labor que se hace durante toda la vida y esta labor no se interrumpe, a no ser que haya perdida de la razón  o se extinga el plazo y llegue la muerte. En cuanto  a la cesación por pérdida de la razón, tenemos las palabras de nuestro profeta –Allah le bendiga y salve-: “La pluma ha sido levantada de tres: del durmiente hasta que se despierta, del demente hasta que se vuelve cuerdo, y del niño hasta que llega a la “pubertad.” Abu Dawd. En cuanto a la extinción del plazo, tenemos las palabras de Allah: “Adora a tu Señor hasta que te llegue la certeza”. Sura 15. Al-Hiyr, aleya 99. Y la certeza, como dijeron los exegetas, es la muerte. Y esto legó Allah Altísimo a sus enviados, y ellos, a su vez, legaron a sus seguidores. Dijo Allah acerca de Abraham y acerca de  su nieto, Jacob  –sobre ellos sea la paz-:  “Y esto fue un legado que Abraham dejó a sus hijo. Y lo mismo hizo Jaqob (cuando dijo): ¡Hijos míos¡ Allah os ha elegido la practica der adoración, no muráis pues sin ser musulmanes“ Sura 2, La vaca, aleya 132. Quien quiera morir musulmán tiene que ser siempre musulmán. Y sobre su profeta Jesús (`Isa) –sobre él sea la paz- dijo: “Y dijo: Yo soy el siervo de Allah. Él me ha dado el Libro y me ha hecho profeta. Y me ha hecho bendito dondequiera que esté y me ha encomendado la oración y la purificación mientras viva” Sura 19, Maryam, aleyas 30, 31. Y aquí llegamos a la pregunta obligatoria: ¿Por qué nos encargó Allah que llevásemos a cabo su adoración, siendo Él el Rico sobre nosotros? ¿Por qué nos consagramos a cumplir sus órdenes y a evitar lo que Él ha prohibido, siendo El tan poderoso que no precisa de nuestra obediencia ni le daña nuestra rebeldía? La respuesta: todas las virtudes de la adoración  y sus beneficios buscan el bien del siervo  en  esta vida y en la vida futura.

Primero: Nosotros adoramos a Allah  -alabado sea- porque la adoración  es objetivo de quien nos creó, su derecho sobre nosotros, y un compromiso que cogió de nosotros desde que estuvimos en la espina dorsal de nuestro padre Adán –sobre él sea la paz- . Dijo Allah Altísimo: “Y cuando tu Señor sacó de las espaldas de los hijos de Adán a su propia descendencia y les hizo que dieran testimonio:¿Acaso no soy yo vuestro Señor? Contestaron: Si, lo atestiguamos” Sura 7, al-A raf, aleya 172. Y dijo su profeta – Allah le bendiga y salve-  “Allah tiene derecho sobre sus siervos a que le adoren  y no hagan coparticipe con Él a nadie o nada” Y nosotros alabamos a Allah por este derecho establecido, como lealtad a ese pacto y para que se lleve a cabo ese objetivo. Y sobre ese derecho y ese pacto será la pregunta el Día del Juicio.

Segundo; Nosotros adoramos a Allah  porque el acto de adoración es una manifestación de agradecimiento por los dones y la gracia que Allah nos ha concedido. Y nosotros si nos mirásemos a nosotros mismos y mirásemos lo que hay alrededor, encontraríamos que somos un grupo de la gracia que camina sobre la tierra, y la obligación exige que recibamos esa gracia con el agradecimiento necesario para quien nos la concedió, y es Allah Altísimo. Dijo el Altísimo: “Los dones que tenéis vienen de Allah” Sura 16, La abeja, aleya 53. Y el agradecimiento cuando es con el corazón son sentimientos y cariño; con la lengua es alabanza y palabra; con la acción o las obras, es obediencia y veneración, y es más intenso, más profundo que los otros. Por eso dijo el Altísimo: Así pues, adora a Allah y sé de los agradecidosSura 39, Los grupos, aleya 66.

Dijo alguien:  “El soplo de la resurrección, sus mensajeros no vinieron a nosotros; y el fuego del infierno no se incendió

¿No es una obligación merecida la alabanza de los siervos por el otorgamiento?

Tercero: Nosotros alabamos a Allah porque su adoración hace que sólo le adoremos  a Él.  El musulmán cuando adora sólo a Allah rechaza la adoración a alguien u otra cosa que no sea nuestro  Señor Altísimo, y todos los que son arrogantes a la hora de adorar a Allah y piden liberarse de esto  para adorar a un ser humano o a algo menos que un ser humano, caen en una adoración perversa y maligna. Esto lo resumió nuestro señor Rabeì ben Amer cuando al ser preguntado por Rustum, jefe del ejército persa, sobre la causa de que hubiesen ido Persia, dijo:  Allah nos ha enviado para sacar a quien Él quiere  del culto a los siervos y pasarlos al culto a Allah; y de la estrechez del mundo a su inmensidad, y de la injusticia  de las religiones a la justicia del Islam”.

Cuarto; Nosotros adoramos a Allah porque su adoración es el camino hacia su cariño, pues Allah creó la creación  e invitó a que le adorasen. Y a aquel que responde a su llamamiento, le ama, y quien le ama tiene confianza en Él y no teme nada: “Y mi siervo no se acerca a Mi con algo más querido para Mí que lo que Yo he hecho obligatorio para él, y continua mi siervo acercándose a Mí con los actos supererogatorios hasta que le ame“ al-Bujari.

Y uno de ellos expresó los sentimientos  de orgullo, honor y poder que siente el siervo cuando sabe que la adoración a su Señor le acerca a Él y hace que forme parte de la gente que Él ama:

Y lo que me hizo más honorable y orgulloso; casi hice que la planta de los pies pisaran los candelabros

Mi entrada bajo tus palabras:¡Oh mis siervos¡ ; y convertiste a Ahmad en profeta para mi.”

Quinto: Nosotros adoramos a Allah porque las adoraciones cubren los pecados. Dijo Allah Altísimo: “Es cierto que las bondades anulan las maldades” Sura 11, Hud, aleya 114 Y dijo su profeta –Allah le bendiga y salve– “ Y sigue una mala acción con una buena acción que la borre” (al-Termidhi). Todas las adoraciones participan en eso, pero la oración ocupa el primer rango, porque es la mejor de ellas. Es  misericordia de Allah Altísimo que las adoraciones que más borran los pecados son las que se repiten en la vida del musulmán cada día o cada semana o cada año. En el hadiz se dice: “ Las cinco oraciones diarias  y una de viernes a viernes, y de Ramadán a Ramadán es una expiación de lo que hay entre ellas siempre y cuando te alejes de los pecados grandes imperdonables“ Pues nosotros adoramos a Allah para que estas adoraciones alcancen las huellas de los pecados y los borren  de los corazones,  y alcancen las cosas malas y las borren.

Pedimos a Allah Altísimo su perdón y su misericordia. Amen. He dicho lo que habéis escuchado. La alabanza para Allah, Señor de los Mundos.

Sexto: La adoraciones bendicen la vida y compensan las carencias que en ella hay. Como dice el Altísmo: “Si las gente de las ciudades hubieran creído y se hubieran guardado, les habríamos abierto las bendiciones del cielo y de la tierraSura 7, al-Araf, aleya 96. Y como dijo Su enviado –las bendiciones de Allah recaigan sobre él y sobre su familia: “Quien quiera que se extienda su sustento y que se olvide para él su  huella, que se mantenga unido a Su misericordia“ Y así, la vida del siervo con la gente es  corta,  porque contamos por años; mientras que  con Allah es larga porque Él provee según las obras que hizo el siervo.

Séptimo: Nosotros adoramos a Allah porque las adoraciones – para los que las llevan a cabo- son soldados fieles en esta vida y en el tiempo de la muerte. En lo que respecta a que son soldados fieles en esta vida para las personas que las llevan a cabo, vemos que su huella es enorme, ilumina el corazón del creyente y embellece su rostro, además de ser fortalecimiento para su cuerpo. En cuanto a  que son soldados fieles en la otra vida, pues es lo que aparece en el hadiz que transmitió Anas de las palabras del Profeta- Allah le bendiga y salve-: “Tres siguen al muerto: su familia, su dinero y sus obras; luego dos regresan y uno se queda. Su familia y su dinero son devueltos; mientras que sus obras permanecen”- (Muslem). Quizás el siervo llegue a pensar que hoy no hay una gran necesidad de estas adoraciones, pero cuando le venga la muerte  e irrumpan los horrores tras ella, encontrará que esas adoraciones le auxiliarán. En ese momento se alegrará por haberlas procurado, y hubiese deseado que fuesen más, pues nosotros adoramos a Allah para que estas adoraciones nos defiendan el Día del Juicio  Final.

Octavo y último: Nosotros adoramos a Allah porque la adoración es el camino al  paraíso   y a la compañía de los profetas  y de las personas virtuosas que se encuentran en él, ya que todos ellos fueron adoradores de Allah. Como dijo el Altísimo: ”Todos ellos se apusuraban a las buenas acciones. Nos pedían con anhelo y temor y eran humildes ante NosotrosSura 21, Los Profetas, aleya 90. Y dijo: “Di: Si el Misericordioso tuviera un hijo, yo sería entonces el primero de los adoradores  Sura 43, Los dorados, aleya 81. Nadie conoce las casas de aquellos sino aquellas personas que se parezcan a ellos y obren como ellos. Por eso dijeron algunos de ellos: ”¿Estás satisfecho de ser compañero de una gente, ellos tienes provisiones  y tú estás sin ellas”  Pues nosotros adoramos a Allah para acompañar a estos adoradores y entrar en el Paraíso en el grupo de ellos. Dijo el Altísimo: “ “Realmente los que hayan dicho Mi Señor es Allah y luego se conducen con rectitud, no tendrán que temer ni se entristecerán. Esos son los compañeros del Paraíso donde serán inmortales como recompensa por lo que hicieronSura 46, al Ahqaf, aleyas 13 y 14. Y dijo el Profeta – Allah le bendiga y salve-: “Allah juntará a la gente el día del Juicio y a aquellos que han adorado les dira que le sigan“ (Muslem). La adoración tiene un rango extraordinario y es feliz aquel a quien Allah aceptó y le autorizó con su adoración desde su pubertad  o le honró con ella  antes de eso, convirtiéndose de los siete  a los que Allah colocará bajo su sombra y protección el día en el que no haya más sombra que la Suya”. Amen. La alabanza para Allah, Señor de los Mundo.