Cada año con el fin de las vacaciones de verano y el comienzo del nuevo curso escolar se produce la vuelta de todos los niños y jóvenes a las escuelas y a los institutos buscando el beneficio de los conocimientos y saberes que se les van a enseñar, y los valores y principios morales que se les van a inculcar. Por esto, ahora que nos encontramos en ese periodo, debemos recordar los deberes que los padres, los docentes y los responsables tienen con respecto a los niños y jóvenes en cuanto a la atención e interés por su educación, sus logros académicos y su formación moral. Debemos estudiar bien la situación y buscar y proporcionar las mejores condiciones para que la educación sea adecuada; para eso propongo los siguientes consejos:
Primer consejo: Lo primero que es necesario recordar es que los hijos son un don que Allah ha concedido a los padres, y éstos tienen responsabilidad sobre ellos y deben protegerlos y cuidarlos, pues los hijos son uno de los depósitos que nuestro Señor -alabado sea- ha dejado a las familias. Dijo el Altísimo: “Allah os ordena devolver los depósitos a sus dueños”. Sura 4, Las mujeres, aleya 58. El hecho de que los hijos sean un depósito que ha dejado Allah a los padres significa que el Día de la Resurrección les preguntará por ellos y si los han cuidado, atendido y educado. Y tendrán premio o castigo según hayan actuado con ellos. Dijo el Profeta –Allah le bendiga a él y a su familia- “El hombre es el pastor de su familia y responsable de su rebaño y la mujer es la pastora en la casa de su marido y responsable de su rebaño”. hadiz sano. Y dijo: “Ciertamente Allah preguntará a cada pastor sobre lo que se le dejó en depósito. Le preguntara si lo ha preservado o ha sido negligente y lo ha perdido” Ibn Hibban. Y dijo: ”No hay siervo al que Allah haya pedido que cuidase de su rebaño que cuando muera, el día en que le toque, si ha obrado deshonestamente con su rebaño, Allah no le prohíba el Paraíso”. Hadiz sano. ¿Y cómo cumplimos con este depósito que nos ha dejado Allah? Cumplimos cuidando a los hijos y protegiéndolos de lo que les amenazará tarde o temprano. Dijo el Altísimo:“¡Vosotros que creéis¡ Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un fuego….” Sura 66, La prohibición, aleya 6. Y ciertamente se guarda del fuego quien se justifica espiritualmente ante Allah, y se purifica con la fe y las obras virtuosas. Y el medio para eso es la educación y la enseñanza.
Dice el hadiz :”No hay mejor regalo que pueda hacer un padre a su hijo que una buena educación” al-Termidhi Ciertamente los padres recogerán el fruto de la atención y educación que han dado a sus hijos al enseñarles a hacer el bien el bien y ser virtuosos en este mundo, cuya recompensa se alcanzará en el Más Allá. Por eso dijo el Profeta -Allah le bendiga y salve-: “Hacer que vuestros hijos tengan la característica de la piedad, y quien quiera debe extraer lo amargo y desobediente de su hijo”. Y dijo: “Cuando un hijo de Adán muere, acaban sus obras excepto tres cosas: Una caridad de beneficio continuo, un conocimiento beneficioso (que descubrió o difundió), un hijo virtuoso que ora por él“ Muslem. Y lo contrario por lo contrario, ya que el padre descuidado y la madre desidiosa no cosecharán de su desatención y abandono sino la desobediencia y el mal en este mundo. Pero ése no es el peor de los castigos, el peor de los castigos es el que les espera en el Más Allá. Dijo el Altísimo: “Di: Los perdedores serán los que se hayan perdido a sí mismos y a sus familias el Día del Levantamiento. ¿No es esa la clara perdición? Sura 39, Los grupos, aleya 15. Y como expresión de la aflicción por este castigo tenemos las siguientes palabras:
Cuanta aflicción para mis entrañas por mi hijo y ha crecido
Quisimos su integridad y madurez de juicio y no creció como queríamos.
Segundo: Algunas personas piensan que la responsabilidad de los padres hacia los hijos se limita a pagarles los gastos y proporcionales lo preciso de comida, bebida, vestimenta y casa, y nada más. Esto supone un gran desconocimiento de la religión y una negación peligrosa de los derechos de los hijos. Y es derecho de los hijos que sus gastos corran a cargo del padre, y es una grave falta que el padre no cumpla con eso, teniendo él posibilidad. Dice el hadiz “Es suficiente pecado para una persona que se pierda aquel a quien mantiene” Abu Dawd. Pero la responsabilidad del padre y de la madre no se para en esto sino que se traslada al lado moral del muchacho, a su mente y corazón, buscando que el muchacho crezca correctamente y que el fruto de su educación sea acorde con la naturaleza con que Allah Altísimo les dotó. Y si no fuese así, el ser humano estaría al nivel de las bestias y los animales, y no contaría con los privilegios y la gracia con que Allah le proveyó.
Tercero: Padres y madres, ahora que sabéis que Allah os ha confiado vuestros hijos y que vosotros sois responsables de ellos ante Él, debéis saber que el medio para preservar este depósito actuando con plena responsabilidad se encuentra en la buena educación y en la enseñanza.
Y por educación nos referimos a aquella que prescribe el Islam, y cuyos objetivos son instruir el corazón del joven, formar su mente, purificar su alma y entrenar su cuerpo. El Islam prescribe que se forme a los hijos en todos esos puntos desde la infancia dentro de la casa. Antes de que se incorporen a la escuela deben recibir los principios en los que se basa el Islam y aprender la adoración correcta; después, se les debe instruir en el buen comportamiento que deben tener con la gente y con la creación de Allah en su totalidad. Sobre esto, el primer educador y el maestro más excelso, el Profeta Mohammad – Allah le bendiga y salve-, dice lo siguiente: “Abrid a vuestros hijos la primera palabra con: No hay dios sino Allah“ Al-Hakem. Y dice: “Ordenad a vuestros hijos hacer la oración cuando tengan siete años y pegadles, si fuera preciso, para que la hagan cuando tengan diez. Y ponedles a dormir en camas separadas” Abu Dawd.
En cambio, en lo que respecta al comportamiento, pues recomendaba que les hagamos entender -después de que nosotros lo hayamos comprendido- que la perfección de la adoración de Allah Altísimo se basa en hacer el bien a sus siervos, por lo tanto, el que ora, ayuna y da limosna, si después viola los derechos de los demás y atenta contra sus cosas sacrosantas, ése no adora a Allah como es debido y sus actos de adoración no le servirán debido a su injusticia y agresión.
Por enseñanza entendemos la enseñanza útil que proporciona fuerza, seguridad, gracias a la cual, invitando a la gente a seguir el camino trazado por Allah Altísimo, se podrán cumplir las esperanzas de la comunidad en cuanto a salvación, liberación y cimentación. Y esto exige de nosotros que nos dirijamos a dos tipos de conocimiento:
a) El Conocimiento con mayúscula que nos ayuda a comprender el mensaje de la Revelación. Es el conocimiento de Allah, es llegar a comprender por qué nos creó, la religión que escogió para nosotros y el destino que nos espera.
b) Por otra parte, está el conocimiento del universo, su origen, los elementos de la Creación, el origen de la humanidad. Sobre esto hay signos e información que Allah nos muestra en el Corán, en el que se indica que nuestro Señor puso todo lo que hay en el universo o en el mundo al servicio del hombre en esta vida y en su religión. Y nuestra religión nos señala que debemos aprender esos dos conocimientos a la vez, uno para la adoración espiritual y otro para saber comportarnos correctamente con todo aquello que Allah Altísimo creó en el universo. Acaso no se ve que Allah puso el temor a Él para quien tuvo conocimiento de sus signos acerca del mundo y de lo que impuso como preceptivo. Dijo: “En realidad solo temen a Allah aquellos de Sus siervos que tiene conocimiento “ Sura 35, al-Fatir, aleya 28.
Y eso inmediatamente después de sus palabras: “¿Es que no ves que Allah hace que caiga agua del cielo y con ella hacemos que salgan frutos de diferentes colores? ¿Y que hay montañas de vetas blancas y rojas, de matices distintos, y hasta de un negro oscuro? ¿Y que los hombres, las bestias y el ganado también son de distintos colores?”Sura 35, al-Fatir, aleyas 27. Y eso incluye señalar los signos de Allah en el alma y en los horizontes, que es de lo que trata el conocimiento del mundo o universo; y por otra parte trata la reflexión sobre esas señales para que se tomen en consideración, y esto le corresponde al primer conocimiento, al conocimiento con mayúscula. Ambos conocimientos son esenciales, sin embargo, el conocimiento “sharaí”, que indica lo que Allah nos puso como preceptivo, es el origen para que podamos sacar provecho del conocimiento sobre el mundo, siendo el mundo sólo una etapa de prueba para las personas. Dijo el Altísimo: “Sin embargo la mayor parte de los hombres no saben. Conocen una parte superficial de la vida del mundo, pero viven despreocupados de la otra vida” Sura 30, Los romanos, aleyas 6 y 7.
Cuarta: Cuando el muchacho o la muchacha alcanza una edad determinada, los padres se ven en la disyuntiva de elegir para él/ella un buen educador, un maestro exitoso y una buena escuela cuyos métodos y enseñanza sean acordes con los que ellos defienden, ya que la escuela va a sustituir a los padres en la labor de enseñanza y lo lógico es que esa entidad propugne los mismos principios y sea continuadora de las enseñanzas que los padres comenzaron en casa. Yo sé perfectamente que en la situación y circunstancias en las que vivimos es casi imposible llevar a cabo este consejo, sin embargo, la esperanza en Allah es grande y esperamos que se pueda cumplir en el futuro. Hasta que esto se pueda conseguir, los padres no pueden limitarse a inscribir a sus hijos en la escuela que se las concedido y a comprarles los libros y el material escolar necesario, para después retirarse tranquilos, pensando que ellos ya hicieron todo a lo que estaban obligados; sino que deben confiar en Allah e intentar cumplir con los principios educativos que el Islam defiende, y eso lo pueden hacer inscribiendo a sus hijos en los cursos que la mezquita cercana de su casa organiza los fines de semana, para que de esta manera puedan recibir y aprender tanto la formación religiosa imprescindible que no encuentran en los centros educativos estatales como los principios culturales y morales preceptivos de su comunidad.
El quinto consejo: Además de esto, es preciso tener un control sobre los hijos y hacer un seguimiento continuo de sus comportamientos y actos, y eso se puede realizar preguntándoles para que el niño sienta que sus padres están preocupados por su educación e interesados por el tema de su futuro, tanto religioso como civil, como miembros de la sociedad en la que desarrollan su vida. Este control diario a los niños se debe realizar en la casa, en la escuela y en la calle, y no debe limitarse a una etapa determinada en la vida del niño, sino que debe ser continuo, allí donde estén los hijos, y hasta que aparezca en ellos las señales de madurez de juicio, e incluso en ese momento no deben dejar de dar los padres y las madres indicaciones y consejos a los hijos. Dice el proverbio: “ El que te precede por una noche te precederá por una astucia”, (que en castellano tiene un equivalente posible : “más sabe el diablo por viejo que por diablo”)
Sexto consejo: Aquí hay otro asunto que va a ayudar al éxito de los hijos en sus estudios, y es hacerles amar el conocimiento y motivarles para que deseen pedirlo y buscarlo. La aplicación en sus estudios y la constancia facilitarán el éxito de ellos en su vida escolar, ya que es sabido que el esfuerzo, la paciencia y la constancia son fundamentales para el éxito. Un pensador dijo: “El conocimiento si te entrega todo, te dará parte de él, y si te diese una parte es como si no diese nada”. Y uno sólo se muestra constante y serio en la búsqueda del conocimiento cuando sabe la importancia que tiene ese conocimiento, sus virtudes y valor, y el valor de su familia para Allah y la gente, o sabe lo que le traerá a él de bien y beneficio, tarde o temprano. Y esto no lo pueden saber los niños sino lo cultivan en ellos sus padres y los educadores, bien haciéndoles desearlo o con la disciplina, y no pueden dimitir de esa responsabilidad los padres y las madres alegando amor a sus hijos. Dijo el Altísimo: “’¡Vosotros que creéis¡ Es cierto que entre vuestras esposa e hijos hay enemigos para vosotros, guardaos de ellos” Sura 64, El Desengaño, aleya 14
Séptimo y último consejo. Los padres, tras reflexionar sobre la educación de sus hijos, no deben olvidar quien realmente tiene en su manos los corazones y posee las llaves que los guía y los conduce al éxito y a la felicidad, y este es Allah Todopoderoso. Deben aferrarse a Él en todo momento para que les ayude a llevar a cabo las obligaciones que tienen con sus hijos y para que ayude a sus hijos en la respuesta que su religión y su comunidad espera de ellos. Esto es lo que nos señaló nuestro Señor – alabado sea- en sus palabras (narración sobre los servidores del Misericordioso): “ Y los que dicen: ¡Señor nuestro¡ Concédenos en nuestras esposas descendencia y frescura de ojos y haznos un modelo para los que tienen temor (de Allah)” Sura 25, El Discernimiento, aleya 74. Sí, ciertamente los hijos son consuelo para sus padres, pero siempre que se hayan criado virtuosos, y el medio para eso es la educación.
¡Gloria a tu Señor¡ Señor del poder por encima de lo que Le atribuyeron. Paz sobre los enviados, Las alabanzas a Allah, Señor de los mundos