La alabanza para Allah. A Él le alabamos, le pedimos ayuda, le pedimos perdón. Creemos en Él, nos encomendamos a Él, y en Él buscamos refugio de los males de nosotros mismos y de nuestras malas obras. Aquel a quien Allah guía está bien guiado; aquél a quien Allah extravía, no encontrará para él protector que le guie.
Dice Allah Todopoderoso:” Los creyentes son aquellos que cuando se recuerda a Allah, se les estremece el corazón, y que cuando se les recita sus Signos les aumenta la creencia y en Su Señor se confían. Son los que establecen la oración y gastan de la provisión que les damos. Esos son los creyentes de verdad, tendrán grados junto a su Señor, perdón y una generosa provisión”. Sura 8, Los botines de guerra, aleyas 2-4
Queridos hermanos y hermanas: éstas son las cualidades de los creyentes que aparecen mencionadas en la sura al-anfál (Los botines de guerra). Allah Todopoderoso citó en estas aleyas cinco cualidades o características que son indicativas de la auténtica fe, del Islam correcto y de la creencia sana. Quien tenga esos atributos tendrá una fe plena; quien carezca de uno de ellos, su fe será incompleta. Por otra parte, aquel que haya perdido todos esos atributos, no habrá para él fortuna en la fe y deberá procurar enmendarse antes de que le llegue su hora. La fe auténtica es una creencia que llena el corazón e irradia señales; de la misma manera que el sol irradia rayos. Una de las características que debe tener la fe verdadera es que para el creyente Allah y su Mensajero sean más amados que todo lo demás, y que ese amor lo demuestre con sus palabras, hechos, y en la totalidad de sus comportamientos, pues si hubiese algo más querido para el ser humano que Allah y su Mensajero, su creencia no sería auténtica. En un hadiz se dice: “Quien tenga las siguientes tres cualidades encontrará la dulzura de la fe:
Que Allah y su Mensajero sean más amados para él que todos los demás.
Que ame a alguien solo por Allah
Y que odie volver a la incredulidad como odiaría ser lanzado al fuego”
Y los signos de la fe aparecen claros cuando tenemos temor a Allah y miedo a Él
La primera cualidad debe ser el temor a Allah, que se estremezcan los corazones y teman y se asusten por la enorme grandeza de Allah, y como prevención por su posible castigo en caso de que nuestros actos sean reprobables. Por lo general, el ser humano ante las personas poderosas suele sentir temor, ya que sabe de lo que es capaz una persona poderosa y respeta su rango. Esto es lo que ocurre cuando una persona siente respeto y miedo de los grandes dirigentes y de las personas poderosas de la sociedad. Pero si estas personas poderosas concediesen a su siervo una gracia, esta gracia o don sería limitado. Incluso, si hubiese tiranía tarde o temprano ésta terminaría por acabar. Y si el creyente siente esto ante una persona como él, entonces que sentirá ante Allah Todopoderoso. Ante Allah el creyente debe sentir miedo, temor, debe someterse y humillarse ante Él y aceptar lo que nos manda, ya que es el Creador, el Padre de la tierra y de los cielos. Él dice: “No han apreciado a Allah en Su verdadera magnitud, cuando la tierra entera esté en Su puño el Dia del Levantamiento y los cielos plegados en Su mano derecha ¡Gloria a Él y sea exaltado por encima de lo que asocian!”. Sura 39, Los grupos, aleya 67. Todo ser creado necesita de Su misericordia. Si Allah negase Su ayuda al ser humano un momento, el ser humano no tendría ni existencia ni vida. Allah es quien conoce el pensamiento de nuestras almas, sus secretos y cosas públicas. Allah está al tanto de todas las cosas. Dijo el Altísimo: “Pero quien temió que habría que compadecer ante su Señor y refrenó su alma del deseo, tendrá como morada el Jardín” Sura 79, De los que arrancan, aleya 40. Y no junta Allah para su siervo dos seguridades y dos temores
La segunda cualidad: Aumento de la fe.”Cuando se les recitan Sus signos les aumentan la creencia”. Es decir, que la recitación de los signos les aumentó la fe y el convencimiento de la certeza. Tener absolutamente por fidedigno es no dudar en su corazón. Y aquí hay diferencia entre los enviados y la gente común con respecto a los niveles de convencimiento de la certeza. Para la certeza existen tres niveles mencionados en el Sagrado Corán: a) Conocimiento de la certeza (lo que conoce por haberlo escuchado. Por ejemplo, se nos dice que allí hay miel), b) Ojo de la certeza, (lo que contempla por sí mismo. Vemos con nuestros propios ojos la miel) c) Verdad de la certeza (probamos la miel). La recitación del Corán y escucharlo, aumenta la fe, y como prueba de eso tenemos las palabras del Altísimo: Y cuando se hace descender una sura, los hay entre ellos quien dicen: ¿A cuál de vosotros les aumenta la creencia. A los que creen les hacen creer más y se regocijan. Pero a los que tiene en sus corazones una enfermedad, les añade suciedad a su suciedad y mueren en estado de incredulidad” Sura 9, El arrepentimiento, aleyas 124,125.
La fe aumenta con el aumento de las obras buenas y la compañía de los virtuosos que pueden corregir nuestros errores o faltas; y disminuye con la compañía de los viciosos, los desviados. Los corazones negligentes están alejados de la disposición hacia el bien. :“Son como camellos en el desierto que llevan agua sobre sus espaldas y a pesar de eso están muertos de sed” También tenemos las palabras del Altísimo: “Aquellos a quienes les fue encomendada la Torá y no actuaron conforme a ella, se parecen a un asno que lleva una carga de libros” Sura 62, El viernes, aleya 5. Allah nos puso este ejemplo referente a los judíos a los que dio la Torá, fueron ingratos y actuaron mal; se desviaron de ella y no se beneficiaron, y mintieron a propósito de la profecía y el mensaje de nuestro señor Mohammad. -Allah le bendiga y salve-. Se les ordenó que le creyesen y siguiesen, y lo rechazaron. Se pueden comparar con el asno que porta en sus lomos libros de conocimiento y no se beneficia de ellos ni es consciente de lo que hay en ellos, y eso para ellos es una carga pesada sin beneficio. Dice Ibn Al Qaym -Allah tenga misericordia de él-: La lectura de una aleya pensando bien en ella y entendiendo su significado es mejor que la recitación integra del Corán sin preparación o sin haber entendido. Es más útil para el corazón, ayuda en la consecución de la fe y prueba la dulzura del Corán”
La tercera cualidad: El encomendarse a Allah de una forma sincera. Y en el hadiz. “Si confiáramos en Allah, el encomendarse plenamente a Él os proveería como provee a las aves, que salen hambrientas por la mañana y vuelven panzudas” Observad la expresión profética: “salen hambrientas”, es decir, su estómago está vacío por la mañana y vuelven panzudas. Es decir, sus estómagos están lleno en la tarde. Se mueven de sus nidos por la mañana, llenan sus estómagos y vuelven; pues las aves no retornan a sus nidos hasta que consiguen la comida. Y esto mismo es necesario que hagamos cuando nos encomendamos a Allah, necesitamos continuar realizando obras virtuosas hasta que llegamos al objetivo. Dijo el Altísimo: “Él es el que ha hecho la tierra dócil para vosotros, caminad pues por sus confines y comed de su provisión. A Él es el retorno” Sura 67, La soberanía, aleya 15. Pues Allah Todopoderoso ordena a su profeta que se encomiende a Allah en todos los tiempos y en todas las situaciones. Dijo el Altísimo: “Y confíate al Viviente, el que no muere y glorifícale con Su alabanza.” Sura 25, El Discernimiento, aleya 58. Y estas palabras dirigidas al Profeta son también dirigidas a su comunidad. En cambio, el estar con los falsos, vagos que viven de los demás y dicen: “nos dará nuestra provisión. Es algo predestinado, por lo tanto, es necesario que nos llegue”. Pues no, esto no es encomendarse a Allah, sino que es debilidad, incapacidad, vagancia e indolencia, y ellos están muy lejos de confiar en Allah, pues no se entregan a Él.
La cuarta cualidad: Hacer la oración, pues la oración es la base de la religión. Quien hace la oración levanta la religión y quien destruye la oración destruye la religión. La oración es el vinculo entre el siervo y su señor, la oración ejercita el espíritu y lo purifica de la inmundicia del diablo. La oración completada con sus condiciones limpia, pule el comportamiento de la persona que la realiza y corrige su conducta irregular. Dice el Altísimo: “Establece la oración, es cierto que la oración impide la indecencia y lo reprobable.” Sura 29, La araña aleya 45 La oración traslada al siervo de la humillación de la desobediencia a la gloria de la obediencia, pues la obediencia es gloria y elevación, mientras que la rebeldía es humillación y degradación o bajeza.: “¿Qué os ha traído a Saqar (al infierno)? Dirán: No fuimos de los que rezaban, ni de los que daban de comer al pobre. Y discutimos vagamente con los charlatanes y negamos la verdad del Dia de la Retribución hasta que nos llegó la certeza“. Sura 74, El arropado, aleyas 42-47. Es decir, dijeron los que iban al infierno: Nosotros no éramos de los orantes, ni invocamos al Señor de los mundos, sino que invocamos a otro, ni alimentamos al pobre necesitado, sino que gastamos nuestros bienes en las delicias de este mundo y en la usura; y mentíamos junto con los mentirosos, y entramos con los que entran en la palabrería y en la corrupción. Y mentimos el Dia del Levantamientos y no nos creyó. Y continuaremos en esta situación hasta que nos venga la certeza sobre la que no hay ninguna duda
La quinta cualidad El gasto. Allah agració a sus siervos con bienes con los que los que poder disfrutar en esta vida, Gracias al dinero o a los bienes comemos, bebemos, vivimos en casas, nos vestimos, disfrutamos, nos casamos. Pero hay gente que no tiene posibilidad de adquirir u obtener su alimento y el alimento de su familia, o lo que tiene es insuficiente para lo realmente precisa. Por esto, Allah ordenó a los ricos que utilizasen una parte de sus bienes para los necesitados, y así se ayuda a eliminar con eso la pobreza o indigencia, y se consigue para la gente el bienestar y el descanso, pues dejar a los pobres sin ayuda no es parte del acuerdo y de la misericordia. Y aquí hay muchísimos campos en los que se necesita gastar, como, por ejemplo, en las mezquitas, las escuelas, los hospitales, asilos, orfanatos; es decir, en todos los caminos del bien y de la piedad, ya que el dinero es dinero de Allah y Él se lo delegó a la gente. Dijo el Altísimo: “Gastad de aquello que ha delegado en vosotros, porque los que de vosotros crean y den con generosidad, tendrán una enorme recompensa.” Sura 57, El Hierro, aleya 7. Y gastar fi sabil Allah da al dinero bendición y crecimiento. Aparece en el hadiz: “y no disminuye el dinero de la donación…” Y dijo el Altísimo: “Cualquier cosa que gastéis Él os dará algo a cambio. El es el mejor en proveer.” Sura 34, Saba, aleya 39.
Estos son los creyentes de verdad, los que están caracterizados por estas características, que juntan la fe con el obrar. Ellos son los creyentes que poseen fe sincera. Allah preparó para quien cumpla estas características tres recompensas: los rangos, el perdón y el sagrado sustento, pues para toda obra que se hace por Allah hay recompensa, ya que El – alabado sea- no permite que se pierda la retribución de las mejores obras. Dijo el Altísimo: “Y su Señor les responde: No dejaré que se pierda lo que haya hecho ninguno de vosotros, sea varón o hembra” Sura 3, La familia de Imran, aleya 195. Y dijo: ” Es cierto que los que creen y llevan a cabo las acciones de bien…. No dejaremos que se pierda la recompensa de quien actúe haciendo el bien” Sura 18, La caverna, aleya 30. ¡Y que recompensa más excelente y extraordinaria retribución ¡
La primera recompensa: Elevación de los grados y los rangos. Estos grados dependen de las obras y sus intenciones profundas, y no se miden por cargos ni son grados económicos. ¡Es suficiente honor estar junto al Rey de reyes” “Es cierto que los temerosos estarán en jardines y ríos. En un lugar de reposo verdadero, junto a un Señor Todopoderoso. ” Sura 54, La luna, aleyas 54, 55.
La segunda recompensa: El perdón y la indulgencia, Cuando te da los grados anteriores no te reprendió sobre el pecado que cometiste, te arrepentiste de él, lo sacaste e hiciste acto de contrición, pues la morada no es lugar de reproche ni reprensión sino que es lugar de agasajo y respeto, afecto y gracia.
La tercera recompensa: El sagrado sustento que prepara Allah para sus siervos creyentes con las gracias del Paraíso: “Comed y bebed alegremente por lo que adelantasteis en los días pasados” Sura 69, la verdad indefectible, aleya 24.
Queridos hermanos y hermanas: Después de haber escuchado las características de los creyentes y lo que les ha preparado Allah de recompensas, esforcémonos por cumplir con esas características hasta que consigamos ser uno de ellos. Dijo en el “bahar“: :“Informó sobre ellos de tres estancias extraordinarias, y son: la estancia del miedo, la estancia de aumentar la fe y la estancia de encomendarse a su misericordia”. Y dijo Ibn al Jatíb: “Que se lean estas aleyas y todo creyente las administre bien y las exponga sobre si mismo, y si encontrase que tiene estas características, se alegrará por lo que Allah les ha dado de mérito, y lo que les concedió de bien. Qué se refugien en el Misericordioso, el Lleno de Amor, y que supliquen al Amable, el Alabado, esto purificará su corazón, le aumentara en fe y confianza plena en Allah, y le favorecerá con establecer la oración y dar el zakat , pues es gracia del Cercano, el que Responde a las suplicas, y que sea esto con la sinceridad de su corazón y sinceridad profunda” . Y de los siervos del misericordioso sobre los que dijo Allah: Y aquellos que cuando se les mencionan los signos de su Señor no pretenden que ni los oyen ni los ven”. Sura 25, El discernimiento, aleya 73. Ellos los portan sobre la base de la seriedad. y son serios en el obrar. Por lo tanto, nosotros no debemos ser engañados por palabras que repetimos con nuestras lenguas y pensamos que es la pureza de la fe, ni por obras tiesas solidificadas que no tienen relación con los corazones y pensamos que nosotros al hacerlas nos hemos convertido de los cercanos, sino que debemos sopesar nuestras obras cada hora con esta balanza exacta para conocer el grado que tenemos y nuestro rango, y si encontrásemos bien, alabemos a Allah que nos lo concedió, y si no encontrásemos eso, sólo debemos culparnos a nosotros mismos. Dijo Omar ben al-Jattab: “Miraos a vosotros mismos antes de que se os pidan cuentas y sopesad vuestras acciones antes de que se pesen en vuestra contra”. Y no debemos desesperarnos de la misericordia de Allah, pues las puertas del arrepentimiento están abiertas y el camino de las obras asfaltado. Arrepintámonos ante Allah de nuestras obras pasadas, pues el arrepentimiento hace olvidar nuestro pasado y elimina de nuestros corazones la herrumbre de la desobediencia. El arrepentimiento sincero hace que Allah cambie nuestras malas obras en buenas y pasemos de desobedientes a obedientes a Allah. El arrepentimiento del siervo le permitirá conocer la morada de su Señor y estar junto a Él. Debe persistir en las buenas obras y quitar de él la prenda de la incapacidad y la desidia. Dijeron: ¡Señor nuestro! Hemos sido injustos con nosotros mismos y si no nos perdonas y no tienes misericordia de nosotros, estaremos entre los perdidos” Sura 7, al- Araf, aleya 23 ^” ¡Señor nuestro! Hemos oído a alguien que llamaba a creer: ¡ Creed en vuestro Señor! Y hemos creído. Señor nuestro perdónanos nuestras faltas, cubre nuestras malas acciones y llévanos, al morir, en compañía de los justos. ¡Señor nuestro! Danos lo que nos has prometido con Tus mensajeros y no nos desprecies el Día del Levantamiento. Es cierto que Tú no faltas a lo prometido. “Sura 3, La familia de Imran, aleyas 193, 194
¡Allah concilia nuestros corazones y reconcílianos! ¡Guíanos por el camino de la paz! sálvanos de las tinieblas y llévanos a la luz! ¡Allah, muéstranos la Verdad y haznos de sus seguidores!Apártanos de lo vacío y falso! ¡Allah ayuda en todos los lugares a los débiles y necesitados que sufren trato injusto! ¡Elimina la injusticia que sufren! .Allah bendiga y salve a nuestro señor Mohammad y a toda su familia y a los que siguen en el bien hasta el Día del Juicio