El Imam Ahmad en su musnad (colección de hadices compilados) y el Termidhí en su sunna recogieron un hadiz narrado por al-Harez al-Ash´ari -Allah esté satisfecho de él- en el que el Profeta- Allah le bendiga y salve- decía: “Allah Todopoderoso ordenó a Yahya ben Zakariya –sobre él y su padre sea la paz- cinco cosas que deberían realizar: Tienes que llevarlas a cabo y ordena a los hijos de Israel que actúen en consecuencia y las realicen; pero él iba lento en ese asunto y le dijo Isa –sobre él sea la paz-: Allah Altísimo te ordenó cinco cosas que debes realizar, y que ordenes a los hijos de Israel que las lleven a cabo, por lo tanto, o tú les ordenas esto o lo hago yo. Dijo Yahya: Temo que, si me precedes con ellas se me trague la tierra o sea torturado. Entonces nuestro señor Yahya reunió a la gente en la Casa Sagrada y se llenó la mezquita, se sentaron y les dijo: Allah Todopoderoso me ha ordenado cinco cosas que debemos llevar a cabo: La primera de ellas es que adoréis a Allah y no le asociéis nada ni nadie. El que asocia coparticipes con Allah es como el hombre que con su oro o dinero paga a un siervo y le dice: Esta es mi casa y esta es mi plantación, así que trabaja en ella y dame los frutos a mí; sin embargo, el siervo lo que recogía no se lo daba a su señor, sino a otra persona. ¿Quién de vosotros aceptaría que alguien que trabaje para vosotros fuera así? Y Allah os mandó hacer la oración, y si oráis no os giréis y concentraos en la oración, porque Allah dirige Su rostro hacia el rostro de Su siervo en su oración mientras él no se vuelva. Y os ordenó ayunar. Es como si un hombre estuviese en un grupo portando un zurrón que contiene almizcle dentro. Todos admiran o les gusta su olor, y el olor de boca de la persona que ayuna es mejor para Allah Altísimo que el aroma del almizcle. Y os ordenó que deis limosna, pues eso es como aquel hombre al que apresa el enemigo, le atan las manos al cuello y le traen para golpearle el cuello, y dijo: yo consigo la liberación de vosotros con poco o mucho, entonces se rescató a si mismo de ellos. Y os ordenó que hicieseis el “dikr” o invocación a Allah Altísimo. Es como cuando un hombre es perseguido por el enemigo hasta que llega a una fortaleza inexpugnable y se refugia en ella de ellos. De la misma manera, el siervo no se protege del diablo sino recordando a Allah e invocándole. Después dijo el Profeta: – la paz y las oraciones de Allah sean con él- “Y yo os ordeno cinco cosas …”Hadiz
El Enviado de Allah – Allah le bendiga a él, a su familia y compañeros- seguía el camino del Sagrado Corán a la hora de poner ejemplos, equiparando los asuntos morales con los asuntos tangibles habituales con el fin de que fuesen más asequibles y comprendidos mejor por las mentes de las gentes. En este noble hadiz se explica la Unicidad de Allah, la oración, el ayuno, la limosna y el “dikr” o invocación del nombre de Allah, es decir, las bases fundamentales del Islam, con ejemplos o proverbios que aclaran su significado y explican lo que en ellos hay de bien, virtud, salvación y felicidad para el ser humano Y eso porque los mensajes si se transmiten a través de ejemplos de la vida diaria son más fáciles de entender y más claros para la razón. Son parábolas en las que se explica un asunto complicado de entender, oculto o que contiene algún arcano a través de historias relacionadas con la vida de las gentes. Esta forma de explicación a través de parábolas o proverbios aparecen abundantemente en el Libro de Allah y en los hadices de su profeta: “Cada facción está contenta con lo suyo” Sura 30, Los romanos, aleya 32 “ Nos han devuelto las mercancías” Sura 12 Yusuf , aleya 65
Y entre los hadices del Profeta -Allah le bendiga y salve- · “Un creyente no es picado dos veces en la misma madriguera “y “Si se agota tu montura, tu viaje se interrumpe”. Y en este hadiz la unicidad, la oración, el ayuno, la limosna y el “dikr” se explican a través de proverbios expresivos y ricos que nos dan lecciones y ejemplos.
Empecemos por el primer ejemplo que habla de la Unicidad de Allah. Y en Allah está el éxito.
La Unicidad o “Tawhid” es que el siervo con lo que hay en su corazón de amor, miedo y esperanza no asocie coparticipes a su Señor Todopoderoso e indique que Allah es único. El ser humano, ciertamente, se comporta en su vida con la inspiración de estos sentimientos y lo que se crea a partir de ellos de obras y situaciones. Y si estas obras las hace para Allah, todo pasa a ser de Allah: las palabras que dice, sus obras, su alimento, su bebida, sus idas y venidas, sus vínculos, su devoción, su vida y su muerte. Y esto es lo que quiere Allah de nosotros. Es más, no nos creó Allah sino para eso; y Él es el ojo de la unicidad. Cuando el siervo aleja estos sentimientos o no se ramifican de ellos obras y situaciones hechas para Allah, o se las da a otro, entonces coloca la cosa en una situación que no es la suya y se moviliza a sí mismo para otro que no es su creador. Y esta es la fuente del mal, de la ignorancia y la ceguera. Esto es lo que explica la parábola cuando dice: ”El hombre con su oro o dinero paga a un siervo y le dice: Esta es mi casa y esta es mi plantación, así que trabaja en ella y dame los frutos a mí; sin embargo el siervo lo que recogía se lo daba no a su señor, sino a otra persona. ¿Quién de vosotros aceptaría que alguien que trabaje para vosotros fuera así?, pues lo mismo ocurre con Allah. Negar la Unicidad de Allah es de los más grandes pecados, y de los que no perdona Allah. Dijo el Altísimo en boca de Loqman al-Hakim: “¡Hijo mío¡ No asocies nada ni nadie con Allah pues hacerlo es una enorme injusticia, Sura 31, Loqman, aleya 31. Y dijo: “Es cierto que Allah no perdona que se Le asocie con nada” Sura 4, Las mujeres. Aleya 116.
En cuanto a la oración, y es el precepto más importante en el Islam después de la creencia en la Unicidad de Allah y que Mohammad -Allah le bendiga y salve- es su profeta, necesita por parte del orante de perseverancia y cautela para protegerse de las insinuaciones del diablo, el cual está empeñado en corromper al siervo y desviarle del camino recto. Por eso aparece en el hadiz: “y si oráis no os giréis, porque Allah dirige Su rostro hacia el rostro de Su siervo en su oración mientras él no se vuelva” Y hay dos tipos de volverse en la oración: volverse con el corazón y volverse con la vista, y ambas están prohibidas para el orante. Allah continuará aceptando a su siervo mientre su siervo continue aceptando su vínculo con Él. Y si se volviese o girase con su corazón o con la vista, Allah se apartaría de él. Fue preguntado el Profeta –Allah le bendiga y salve- sobre el hecho de que la persona pierda la concentración en su oración y dijo: “Es un robo que comete el diablo de la oración del siervo”. Es como si el siervo le diese permiso a su enemigo, le abriese la puerta de su casa y pusiese en sus manos las armas. ¡De quien sería la culpa de eso, sino de sí mismo¡
En cuanto al ayuno, con él el alma procura la contención de las pasiones, tanto externas como internas o secretas, se entrega a Allah Altísimo y le ofrece lo que la persona que ayuna prometió, como estableció el hadiz qudsi: “Deja por mí su comida y su pasión”. El ayuno es un método con el que se desarrollan y elevan los atributos o cualidades del ser humano, pues el ayunante en su exterior es una naturaleza de carne y sangre que se dobla sobre un tesoro de bondad que la gente exhala de él con sus palabras buenas, sus obra virtuosas y su creación de mérito, y esto es con lo que nos embellece este ejemplo en el hadiz cuando dice: “Es como si un hombre estuviese en un grupo portando un zurrón que contiene almizcle dentro, todos admiran o les gusta su olor, y el olor de boca de la persona que ayuna es mejor para Allah Altísimo que el aroma del almizcle“. Ha habido diferentes opiniones acerca de este aroma del ayunante. ¿Acaso es de este mundo o de la otra vida? El Profeta –Allah le bendiga y salve– informó que ese aroma estará el Dia de la Resurrección, porque es el tiempo en el que aparecen la recompensa de las obras, pero para la obra hay huellas, incluso en este mundo, para el que las lleva a cabo. Dice Ibn Abbas: “Ciertamente la buena obra porta luz en la cara, luz en el corazón, fuerza en el cuerpo, amplitud en la gracia de la providencia y cariño en los corazones de la creación. En cambio, las obras malas provocan negrura en el rostro, injusticia en el corazón, debilidad en el cuerpo, disminución de la gracia de la providencia y odio en los corazones de la creación”.
Después dijo: os ordeno la limosna. pues eso es como aquel hombre al que apresa el enemigo, le atan las manos al cuello y le traen para golpearle el cuello, y dijo: yo consigo la liberación de vosotros con poco o mucho, entonces se rescató a si mismo de ellos. Ciertamente la limosna tiene una influencia extraordinaria a la hora de empujar fuera los tipos de aflicciones y males, y se representa al que la da que da como aquel que fue ofrecido para golpear su cuello y se rescató a si mismo con su dinero. Pues la limosna libera al que la da de la tortura, ya que los errores del siervo y sus pecados muestran la necesidad de su perdición, y la limosna le libera de este castigo y le rescata de él. En el “sahihein” en un hadiz de Adi ben Hatim – Allah esté satisfecho de él- dijo: Dijo el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-:” No hay nadie entre vosotros al que Allah no se dirija a él Día de la Resurrección, y no habrá interprete entre él y Él. La persona mirará a la derecha de él y no verá sino lo que ofreció, y mirará más al norte de él y no verá sino lo que ofreció, y mirará entre sus manos y no verá sino el Fuego delante de su rostro; así que temed el Infierno, incluso aunque sea un poco”.
Dijo Omar –Allah Altísimo esté satisfecho de él-: “Se me mencionó que las obras rivalizan unas con otras. Y dice la caridad: Yo soy mejor que vosotras.” Y dijo Sheyj del Islam – Allah tenga misericordia de él- Allah le dijo a Abraham -sobre él sea la paz- “¿Sabes por qué te he escogido como amigo íntimo? Porque he visto en ti que valoras más el dar que el coger” ,Y este es uno de los atributo del Señor Todopoderoso, pues Allah da y no coge, alimenta y no se alimenta y es el más Honorable de los honorables . Y el más querido de la creación para Él es quien cumple con esos atributos.
La quinta cuestión de la que trata este hadiz es el dikr o invocación del nombre de Allah Altísimo. Y la invocación del nombre de Allah es el socorro de la vida de las almas y pilar de su fuerza. El diablo, que es el mayor enemigo del ser humano, nunca dejará de intentar engañar al siervo para despojarlo y alejarle de estas ayudas. Pero si el ser humano se sometiese a él, olvidaría a Allah y Allah le olvidaría, se le cortaría a él la ayuda de la vida y moriría o moriría su corazón. Y ciertamente para el ser humano el corazón es la vida, y quien no tiene corazón es una estructura vacía. Y el corazón provee su vida y su fuerza por la presencia de Allah Altísimo en él, y no hay nada más odioso para el diablo que esto. Por esto no cesa de incitarle a que deje poco a poco la fuente de la vida, lo que le llevará a olvidar las invocaciones a su Señor Todopoderoso, Por esto la misericordia de Allah Altísimo nos advierte de su peligro sobre nosotros y nos llama a huir de ese peligro y refugiarnos en la fortaleza de la seguridad. Eso lo recordó Allah Altísimo cuando dijo: “Así pues refugiaos en Allah, pues yo soy, de Su parte, un claro advertidor” Sura 51, Los que levantan un torbellino, aleya 50. Y dijo en boca de su enviado en un hadiz qudsi: “Yo estoy con mi siervo mientras se acuerde de Mí y se muevan su labios por Mi”
Quien está en compañía de Allah es fuerte, victorioso, y el enemigo no le podrá vencer, incluso si se juntasen contra él seres humanos y los genios. La compañía noble de Allah hace que adquiera esa fuerza. Por lo tanto, lo primero ante todo es que tenga protección y refugio fortificado ante el diablo que le incita con el mal.
Y este significado precioso es el que explica este ejemplo en este hadiz: “es como un hombre al que persigue el enemigo hasta que llega a una fortaleza inexpugnable y se refugia en ella de ellos. De la misma manera el siervo no se protege del diablo sino recordando a Allah e invocándole”. Y por “dikr” se entiende la invocación del nombre de Allah indicando la gracia que ha tenido con él y agradeciéndosela. Y le recuerda su promesa para quien agradeció y su amenaza dolorosa para quien no cree en Allah.
Y lo que hace que el siervo invoque siempre a Allah es la contemplación de las señales de Allah Altísimo sobre el cosmos y la recitación meditada de sus aleyas sharaia. Pero el siervo tiene también obligación de estar en reuniones sobre el conocimiento (elm) que ayuden a comprender en profundidad el mensaje de la Revelación y el dikr cuando se levanta.
Pedimos a Allah, Alabado y Altísimo, que nos guie a invocarle, agradecerle y nos guie a su buena adoración. Amen, Amen, Amen. Alabado sea el Señor, Señor de la gloria. La paz y las bendiciones recaigan sobre sus enviados. La alabanza para Allah, Señor de los mundos.