Dijo Allah Altísimo:” ¡Vosotros que creéis! No os apropiéis de los bienes de otros por medio de la falsedad, sino a través de transacciones que os satisfagan mutuamenteSura 3, Las mujeres, aleya 29.

Queridos hermanos y hermanas: En nuestra época se ha extendido una gran lacra que tiene como victimas las personas y las instituciones; es más, podríamos decir que afecta a todos los países en su totalidad, causa incontables desgracias y hace que el ser humano viva en una oscuridad tenebrosa. Es una gran calamidad que cuando el Estado o entidades públicas acuerdan con empresas obras de interés público, como construcción de puentes, autovías, vías del ferrocarril, puertos, aeropuertos o cosas de esa índole, almas perversas obstaculicen esos proyectos y pidan a cambio de que puedan realizar la obra una dádiva o mordida que va a parar a sus bolsillos. Los tipos de sobornos o cohechos nos dan una indicación de la vileza natural, ausencia de principios religiosos y morales que tiene esa gente que llegan al punto de pedir que les proporcionen mujeres o alcohol a cambio de firmar los contratos o facilitar el trato.

El Islam vino para sacar a la gente de las tinieblas y llevarlos a la luz, fijando normas de comportamiento entre la gente  para que prevaleciese la  justicia y la equidad, se extendiese la seguridad y la paz, y pudiera tener el ser humano tranquilidad con respecto a ellos mismos, sus familias, y a sus bienes. El soborno es una de las lacras que destruye los cimientos de la sociedad. Aunque ha estado presente desde los tiempos antiguos, vemos como esta lacra se ha extendido en nuestra época en la mayoría de las sociedades, y no solo afecta al comportamiento de las personas, sino que se ha convertido en un instrumento que utilizan habitualmente las empresas y entidades comerciales para conseguir sus objetivos, llevar a cabo sus planes y comercializar sus productos. El soborno ha adoptado denominaciones diversas: unas veces lo llaman regalo, otras veces lo disfrazan como muestras de agasajo, y a veces lo denominan dádiva. Dijo Allah Altísimo: “Di: ¿Veis la provisión que Allah ha hecho descender para vosotros?  ¿Y habéis decidido no obstante qué es lo licito y qué es lo ilícito?  Sura 10, Yunus, aleya 59. Ibn Hazm – Allah tenga misericordia de él – conoció bien este acto o comportamiento vil y lo explica: “El soborno es lo que da la persona a un gobernante para que juzgue en favor de él injustamente, para que le confíe el mandato sobre una administración o provincia, o para que cometa injusticia en su favor con un ser humano, y esto es un delito y un  pecado que comete  tanto el que da como el que coge. En cuanto al que se le niega su derecho, pues da para defenderse a sí mismo de la injusticia, y eso es licito para el que da; en cambio, el que coge es un prevaricador”

Los motivos de la aparición de los sobornos en las sociedades son varios: entre ellos la morosidad, lo que se denomina burocracia, la ambigüedad de las normas, las contradicciones legales, la abundancia de interpretaciones posibles, la ausencia de elementos controladores, o no elegir la persona adecuada para el lugar adecuado. Todo esto puede facilitar los sobornos o cohechos.

Esto llevó a que se extendiesen los actos de corrupción y a la apropiación injusta de los bienes de la gente. Dice Allah Altísimo: “No os apropiéis unos de la riqueza de otros, recurriendo a la falsedad, ni recurráis a los jueces para arrebata la riqueza de otro con delito, sabiendo lo que hacéis”. Sura 2, La vaca, Aleya 188. En un hadiz Umm Salamah – Allah esté satisfecho de ella- nos indica que el Enviado de AllahAllah le bendiga y salve- dijo: “Soy un ser humano. Vosotros os presentareis ante mí con vuestras disputas, y puede ser que alguno de vosotros sea más elocuente en sus argumentos que otros, y yo juzgo según lo que escucho. Por consiguiente, cualquier asunto que yo decida a favor de una persona que adquiere un derecho que le pertenece a su hermano, le estoy concediendo una porción del Infierno

Las aleyas anteriores y el noble hadiz profético muestran lo indicado anteriormente, que la decisión del juez no cambia el asunto, por lo que no hace permisible lo que está prohibido, y no prohíbe lo que es permisible, sino que es un juicio que se hace sobre presunciones o pruebas aparentes. Y el juez tiene su recompensa y el jurista que se basa en las fuentes tienes dos recompensas si acertase, y si errase hay una recompensa. Y para el estafador le queda su afrenta, porque él quiere llegar al dinero de otro por medio de la decisión falsa de un juez. Por eso dijo Allah Altísimo: “No os apropiéis unos de la riqueza de otros recurriendo a la falsedad, ni recurráis a los jueces para arrebatar algo de la riqueza de otro con delito, sabiendo lo que hacéis” Sura 2, La vaca, aleya 188. Es decir, sabiendo vosotros la falsedad de lo que pedís. Y esto significa que no nos debemos apropiar de los bienes de otros con falsedad o injusticia, siguiendo un camino diferente al que ha permitido Allah a sus siervos. Pues Allah permitió a sus siervos hacer las cosas buenas y les prohibió las malas; y el dinero que consigue el ser humano por un camino no legal .es corrupto y está prohibido por Allah, incluso si tuviese diferentes denominaciones, ya que hay numerosos caminos o maneras que llevan a apoderarse injustamente de los bienes. Por ejemplo, puede ser por medio  de la agresión, la extorsión, el saqueo, o por medio de sobornos en los juicios y el falso testimonio, o por la traición en los depósitos y su ingratitud, o por medio de coger el dinero apropiándose de él.  Y en muchos de estos medios interviene diversión con cantos inmorales o bebidas alcohólicas en lugares de esparcimiento.

Y por esto empiezan los comentarios entre la gente. Se dice: Fulanito se ha apropiado de los bienes de la gente, es decir, los ha cogido sin tener derecho a ellos. Pues Allah – alabado sea-  guía a los pueblos para que sigan un sistema que garantice una vida digna basada en la justicia y la equidad, en la que se afiance la seguridad y la tranquilidad de las personas para que el fuerte no pueda agredir al débil, ni el grande al pequeño, ni el que manda a su subalterno; para que no predomine la anarquía entre ellos. Y les guía para que establezcan un gobierno que sea justo, y todas las leyes divinas tienen como objetivo establecer la justicia entre la creación. Dijo el Altísimo: “ Y así fue como enviamos a Nuestros mensajeros con las pruebas claras e hicimos descender con ellos el Libro y la Balanza para que los hombres pudiesen establecer la equidadSura 57; El Hiero, aleya 25. Es decir, que Él alabado sea-  ordenó eso a los enviados  y ellos son los primeros del asunto, y quienes vinieron después son sucesores de ellos, y son custodios y vigilantes de que se cumplan las leyes. Y ordenó la justicia en todos los asuntos  para que los hombres pudiesen establecer la equidad en cuanto a sus medios de vida de vida y costumbres, y en todos sus asuntos mundanales y religiosos. Y la obligación de los gobiernos es que establezcan la justicia entre sus súbditos y los pueblos, y que la seguridad impere entre la totalidad de sus miembros,

Aquel funcionario que está al servicio de la gente y acepta sobornos o dadivas, atenta contra la confianza que se la dado y participa en corromper el sistema legal. Tanto él como el que es sobornado cometen delito. El primero paga un soborno para corromper la justicia  y el segundo coge una mordida, infringiendo así la justicia. Y el dinero que coge el corrompido.es ganancia ilícita e infierno y será perseguido por ello porque va contra las leyes de Allah sobre las que se levanta la justicia entre los pueblos. Y con el soborno se expande la cultura de la injusticia y el despotismo. Los ejemplos son innumerables: Una institución o empresa anuncia, por ejemplo, que precisa un empleado, o dos, o más, entonces la gente que cumple los requisitos pedidos se presenta con sus curricul¡ums, pero uno de los responsables ayuda a uno de los candidatos a ese buen puesto,  bien porque es familiar suyo o amigo, o por dinero que recibe de él, o por algún otro tipo de interés, entonces esta persona se convierte en maldito y delincuente,  y lo que hizo se le contabilizará en este mundo  y en el Mas Allá.. Asimismo, si un empleado o funcionario aceptase ser negligente en una de sus tareas  a cambio de un regalo o dinero, o hiciese la vista gorda  en un asunto, entonces él es un delincuente, pecador y traidor a la confianza que se había depositado en él, porque él con su negligencia provocada hizo daño a los intereses de su empresa o entidad, y traicionó a su comunidad  y a su conciencia. Y esto se aplica a todo aquel que acepta dinero o coge un regalo por un trabajo que es su obligación y por el que ya le paga su empresa o entidad, o a cambio de beneficiar a alguien que no lo merece, o a cambio de proteger a quien merece un castigo o sanción, pues todo eso entra dentro del capítulo del soborno.

Cuando el soborno se extiende en un pueblo, en una comunidad, corrompe los principios morales de las gentes y hace que se pierda la honorabilidad, se destruyan los pilares de la justicia, y germine la enemistad y el rencor entre sus ciudadanos, ¡Cuántos delitos se cometen! ¡Cuántas personas caen asesinadas!  ¡Y cuantos derechos son pisoteados! Y todo por culpa de una sociedad enferma en la que al que el soborno campa a sus anchas.

Se debe generalizar entre la gente la confianza y deben saber ciertamente que el soborno es haram, que está prohibido por Allah y los tribunales lo persiguen en este mundo con la sanción o prisión, además de ,la humillación que sufrirá en el Más Allá el que lo comete, y la entrada en el Infierno. Si supiese la gente todo eso se reprimirían, temerían a Allah Altísimo y procurarían en este mundo preservar su honorabilidad, el mantenimiento de su religión y  la paz de sus países para que la sociedad viva en seguridad  y con estabilidad.

 El que se deja sobornar es una persona de espíritu vil que ha perdido su rango, persona de bajas intenciones, ignorante del daño ignominioso que su acto causa a la gente y a la sociedad. Coge una recompensa en secreto y dinero malversado como si fuese un robo. En cuanto al sobornador, codicia lo que no merece, desea algo que imagina. Con la estafa y la conspiración  que acuerda con el funcionario al que da el soborno quiere conseguir algo a lo que no tiene derecho. El soborno muchas veces despoja la gente de sus bienes y corrompe sus conciencias. Hace que pierdan su religión y, además de eso, hace que tome la delantera quien merece estar detrás y coloca atrás a quien merece estar delante, pues el soborno echa a perder la balanza de la justicia con la que se levantaron las tierras y los cielos, y sobre la que se levantó el universo  y el buen estado y buenas costumbres de las sociedades.

Los musulmanes fueron los primeros que aspiraron a la verdad, la justicia  y la seguridad en todos los asuntos. En cambio hoy, la gente mira como si fuese un ser extraño, diferente de la gente normal, a aquel que se caracteriza por ser veraz y tiene como objetivo en la vida ser justo y no acepta el soborno. A veces, se inventan motivos para librarse de él y maniobran para alejarle de los puestos de la dirección; de esta manera pueden crear un clima adecuado  para sembrar la corrupción. Así  los méritos se pierden  con los vientos y ocupa su lugar el vicio, la bajeza en la mas fea de sus expresiones y formas. La mayor prueba de ello es que los países en los que se extiende el soborno y la corrupción continúan en retraso y degeneración, y sus autoridades, o responsables de esos países, cogen el soborno de los usurpadores y colonizadores de sus patrias. Ofrecen sus países como bocado fácil  para los enemigos para que les roben y esquilmen las riquezas, y eso porque ellos adoptaron el soborno como costumbre, adquirieron gracias a él grandes parcelas  y obtuvieron  amplio prestigio, liderato o    una presidencia innoble y falaz. Y quizás estos bienes que obtuvieron con la corrupción los invirtieron posteriormente en el país del colonizador. Y esta lacra se ha extendido hasta en los pequeños trabajos, llegándose al caso, por ejemplo, de que para obtener un documento sencillo, debemos corromper a un funcionario con el fin de conseguirlo, o en caso contrario  armarnos de paciencia e ir y volver hasta que el funcionario decida atendernos correctamente, con lo cual, al final gastamos más de lo que nos pide el corrupto funcionario.

Queridos hermanos y hermanas: Esta es la postura del Islam en cuanto  al soborno  y a quien lo hace o está involucrado en él, pues el soborno es una creación perversa contraria a la virtud y a la honestidad que debe caracterizar al ser humano. El profeta -Allah le bendiga y salve- fue enviado para que extendiese los elevados principios morales y su mensaje vino para implantar en el corazón la sinceridad, seguridad y fidelidad necesaria que ayuden a una vida buena y virtuosa. Dijo el Altísimo: “A quien haya obrado con rectitud sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa ue le corresponda por lo mejor que haya hechoSura 16, La abeja, aleya 97

Allah me hizo a mi y a vosotros de los que escuchan la Palabra  y siguen lo mejor de ella.