Alabado sea Allah, Señor de los mundos. Las bendiciones y la paz recaigan sobre el señor de los enviados, sobre su familia y compañeros y sobre los que caminan con ellos siguiendo su senda hasta el Día del Juicio.
Queridos hermanos y hermanas, en estos tiempos en los que las desgracias se acumulan y crecen los desórdenes y las disputas sobre este mundo, se debilita nuestro vínculo con el Creador. Cuando desciende sobre nosotros una desgracia, nos preocupamos en echarla y olvidamos la primera puerta que debemos golpear antes que nada, y es una puerta que no se cierra. Por eso tenemos que recordar que conocer a Allah es lo primero que se debe saber, ya que es el origen de la religión. Si conoces a Allah, conoces su mandato y te entregas completamente a su obediencia, al cumplimiento de sus órdenes y evitas sus prohibiciones, porque tú si conoces el mandato y no conoces quien lo ordena buscarás astucias para encontrar la manera de escaparte de la obediencia. Por eso se dice: No mires la pequeñez del pecado sino mira la grandeza de a quien desobedeciste. Para el conocimiento de Allah hay caminos que nos llevan a él. El primero de ellos es meditar sobre las señales que Allah nos da. Dijo el Altísimo: Es cierto que en la creación de los cielos y la tierra, y en la sucesión del día y la noche, hay signos para los que saben reconocer la esencia de las cosas, los que recuerdan a Allah de pie, sentados y acostados y reflexionan sobre la creación de los cielos y la tierra: ¡Señor nuestro! No creaste todo esto en vano. ¡Gloria a Ti! Presérvanos del castigo del Fuego . Sura 3, la Familia de Imrán, aleyas 190,191 Las mentes rectas se preocupan por las esencias, mientras que aquellos en cuyos corazones hay una enfermedad aberrante se preocupan por la cascara, levantar sospechas y discutir por cosas sin sentido para invalidar con ello la Verdad. En el hadiz de Ibn Huraira – Allah esté satisfecho de él – dice : “Pensáis en la creación y no reflexionáis sobre el Creador”
El segundo camino o manera: – Transmite el Sagrado Corán. “¿Es que no han reparado en el Corán? Si procediera de otro que Allah, hallarían en él muchas contradicciones. Sura 4, Las mujeres, aleya 82. Y dice el Altísimo: ¿Acaso no meditan el Corán o es que tienen cerrojos en el corazón? Sura 47, Mohammad, aleya 24
Tercer camino o manera: Observar las señales de Allah de la creación. Di: Id por la tierra y mirad como acabaron los que negaron la verdad. Sura 6, Los rebaños, aleya 11 Para conseguir conocer a Allah Altísimo y creer en Él con una fe indiscutible que te lleve a Su obediencia es necesario que el alma se esfuerce y se purifique. Dice el Altísimo: “A los que se s esfuerzan por nosotros les guiaremos a Nuestro camino. Es cierto que Allah está con los que hacen el bien” Sura 29, La araña, aleya 69. El Profeta de Allah – la paz recaiga sobre el- puso mucho empeño en asentar el conocimiento de Allah en los corazones de sus compañeros. Allah Ibn Abbas – Allah esté satisfecho de ambos- dijo-:” Estaba detrás del profeta – Allah le bendiga y salve – un día y me dijo: Muchacho, te enseño unas palabras: Guarda a Allah en ti y Él te preservará, preserva a Allah. Lo encontrará hacia ti. Si pides, pídele a Allah, y si buscas ayuda, busca la ayuda de Allah. Sé que si la comunidad se reuniera para beneficiarte en algo, no te beneficiarían excepto con algo que Allah tiene destinado para ti; y si se juntaran para dañarte con algo, no te dañarían con nada excepto con algo que Allah ha escrito para ti. Los calamos se han levantado y los papeles se han secados ( Sahih sunna al–Tirmidhi 2440)
Queridos hermanos y hermanas, este hadiz profético noble nos explica la creencia del creyente sincero, esta creencia firme, asentada que no la mueven las tempestades por muy fuertes que sean. Allah, alabado sea, nos da noticias sobre la fuerza y firmeza de la fe de los compañeros del Profeta –Allah le bendiga y salve-, especialmente en la época de las dificultades, de los infortunios y las conspiraciones: “Aquellos a los que dijo la gente: los hombres se han reunido contra vosotros. Tenedles miedo, Pero esto no hizo sino darles más fe y dijeron: Allah es suficiente para nosotros. Que Excelente guardián” Sura 3, La familia de Imran aleya 173. Y fue la recompensa. “Y regresaron por una gracia y favor de Allah, sin sufrir mal. Buscaron la satisfacción de Allah. Y Allah es el dueño del favor inmenso. “. Sura 3, La familia de Imran, aleya 174 Preserva a Allah y Él te preservará. Cumplid las leyes de Allah, Sus mandatos y Sus prohibiciones. Que tu preservación sea con el acatamiento y la evitación de lo prohibido. Detente ante en los límites que Allah ha puesto y no sobrepasases lo que Allah ha ordenado; pues quien actúa es de los que cumplen con las leyes de Allah, los que alaban a Allah “Quienes se arrepienten, sirven a Allah, Le alaban, ayunan, se inclinan, se prosternan, ordena lo que está bien y prohíben lo qu está mal, observan las leyes de Allah. Y anuncia la buena nueva a los creyentes”. Sura 9, El arrepentimiento, aleya 112
Queridos hermanos y hermanas, a veces el ser humano cae en desorden y aumenta su turbación. Le estremece de terror un hecho sorpresivo o una desgracia imprevista, o un mal que le acecha en el camino o un futuro en el que teme una pérdida. Y ante eso, intenta apartar de su alma el daño o atraer hacia ella lo beneficioso, pero no encuentra camino. Otras veces cubren al ser humano olas de aflicción y le dominan las tinieblas, unas encima de otras. Ante ellas se para desconcertado, se golpea las palmas de la mano y se eriza su pelo a causa del terror del choque, la amargura de la infelicidad y la dureza de los días. ¿Qué puede hacer el pobre hombre? Nada, ´El busca una salida y piensa y requetepiensa para intentar encontrar un truco que le saque de la situación crítica en la que se encuentra, y mira hacia arriba y hacia abajo, y a la derecha y a la izquierda. Y profundiza en el pensamiento buscando soluciones rápidas, pero es incapaz, porque siempre encuentra un obstáculo en el camino, delante de él, que se lo impide. Y con todo este cataclismo que golpea al ser humano por todos los lados, y con esta incapacidad absoluta y ante este fracaso terrible, se encomienda a Allah -si conociese su camino hacia él- y después de esto se abre para él una ventana del cielo que le da una iluminación tranquilizadora, y que le traslada desde la inquietud a la tranquilidad, y de la perplejidad al descanso, y de la situación crítica sin solución a una senda blanca.
Este cambio necesita explicación, ya que el ser humano, tanto si es un genio al pensar o ingenioso en las tretas, o posee las causas de la fuerza o el poder, tiene una energía limitada que quizás le traicione en los momentos críticos, y en ese momento siente que es débil y que no posee fuerza ni poder. Ciertamente el asunto precisa de la sinceridad de un alma en la que haya la transparencia del musulmán que encuentra en sus profundidades una creencia arraigada, solida de que Allah es la vertebra de todo y está capacitado para desatar el nudo y encontrarle una salida. Él es quien le inspira el consuelo. Dónde está Jonás, el que fue tragado por la ballena, que dejó su pueblo y se marchó de ellos enojado. Era necesario que persistiese en la predicación, como persistieron y tuvieron paciencias los primeros profetas, pero se exaspero de la gente, los abandonó, y se marchó exasperado. En la costa vio un barco, se dirigió hacia él, lo montó y surcó las olas. Pero de repente se paró y los pasajeros decidieron que una persona debía saltar para aligerar la carga. Entonces echaron a suertes para elegir el viajero que debía echarse al mar, y le tocó en Jonás. Dijo el Altísimo: “Jonás fue, ciertamente, uno de los enviados, cuando se escapó a la nave abarrotada, echó a suertes y perdió. El pez de lo trago. Había incurrido en censura” Sura, 37, Los puestos en fila, aleyas 139-142. Él se lanzó al agua y le tragó una ballena. Jonás se encontró en tres oscuridades: la oscuridad de la noche, la oscuridad del mar y la oscuridad del vientre de la ballena, hasta el punto de encontrarse muy cerca de la muerte inexorable, su final era peor que su comienzo. Se encontraba como si estuviese en una jaula de hierro o de madera, o incluso peor, i de más dureza. De todas las formas, no se desesperó y tocó la puerta que no teme golpear con sinceridad y fidelidad. Esta puerta es la puerta de Allah. Gritó con la más fuerte de sus voces y desde lo más profundo de su corazón diciendo: “ No hay otra divinidad más que Tú. ¡Glorificado seas! Ciertamente he sido de los impíos”. Sura 21, Los profetas, aleya 87. Y se movieron las puertas del cielo por la llamada de Jonás, y se abrieron por esta plegaria, y le expulsó la ballena sin que le hubiese mordido un trozo de carne o roto un hueso “Le escuchamos, pues, y le salvamos de la tribulación. Así es como salvamos a los creyentes”. Sura 21, Los profetas, aleyas 88. Dada su importancia, debemos detenernos un poco en la historia de Jonás – sobre él sea la paz- y preguntarnos: ¿Cómo le trago la ballena? ¿Y cómo se quedó en su estómago sin que le hiciese daño? ¿Cuántas millas atravesó en el mar? ¿Cuál era el itinerario de la ballena? A pesar de este peligro inminente y esta desgracia. nuestro señor Jonás – sobre él sea la paz- no desesperó y empezó a nadar y a pedir ayuda, hasta que Allah inspiró a la ballena y ésta le expulsó hacia la orilla. Alli Allah hizo crecer un árbol para que le diese sombra y le protegiese. Ciertamente, a veces el ser humano se ve incapaz y fracasa, y de esta incapacidad no le salvará sino Allah Todopoderoso. En el Sagrado Corán hay otras notas en las que hay que fijarla vista para tranquilizar el corazón, conseguir el bienestar y que se cumplan los deseos de los que ansían la concesión de Allah.
Vamos a hablar ahora sobre este profeta sagrado que vivió a mayor parte de su vida sin hijos, deseando que Allah le concediese un vástago que continuase tras él sus invocaciones a Allah, temeroso de que su pueblo se extraviase tras su fallecimiento, pues ya los indicios del extravío había, aparecido en ellos. Sin embargo, su avanzada edad y la infertilidad y avanzada edad de su esposa hacía difícil la esperanza de que tuviese un hijo. Pero sayyedina Zacarías, el creyente en su Señor, supo que el poder de Allah Todopoderoso no se paraba ante los obstáculos . En cierta ocasión fue a visitar a María. Ella estaba en el templo, pasaba sus noches y sus días adorando a Allah, y encontró que tenía comida, bebida y fruta en unos platos que no eran de ella. Le preguntó de dónde provenía eso. María respondió: Esto procede de Allah. Allah provee a quien quiere sin limitación. Cuando Zacarías –sobre él sea la paz- vio esas señales deslumbrantes, su veneración hacia Maria, la creyente, la asceta, le empujó a pedir ayuda a su Señor. Y le invocó en secreto en su soledad: ¡Señor mío!, me he hecho mayor y ya tengo síntomas de decrepitud y senilidad. Mis huesos se han debilitado y en mi cabeza se han extendido las canas como se extiende el fuego en la paja. Yo tengo una enorme esperanza de que aceptes mi invocación y conseguir mi ruego de que me concedas el hijo virtuoso que llevará a cabo la labor de la predicación y preservar la religión. Cuando Te he invocado, Señor, nunca me has decepcionado. No me prives de tu misericordia en mi vejez. Señor no me dirijo a Ti con esta invocación codiciando algo de este mundo, sólo tengo el simple deseo de tener descendencia. Yo he visto que los hijos de mi tío y de mis parientas se han convertido en malvados. Y no confío en que ellos levanten los asuntos de la religión después de mí y se hagan cargo de los asuntos de la gente con justicia. Tú, Señor, tienes el poder de concederme mi petición: Regálame un hijo que me herede en la ciencia de la fe y en la religión, y que sea heredero de la familia de Jacob. Y haz, Señor, que él te sea agradable.
Zacarias había envejecido y se le había pasado el tiempo de tener descendencia además del problema de la esterilidad de su mujer. Incluso había sobrepasado ya los ochenta años y estaba a punto de la desesperación, sólo le quedaba Allah. La esperanza es el rayo que el hijo de Adán tiene el tiempo de las dificultades. Con ella se eliminó de él el pesar, se despertó el sentimiento de ilusión y se revivió en su alma una llama. Zacarías – sobre él sea la paz – se centró en ello. Se refugió en el duro rincón para apoyar su cuestión, para que Allah le diese la alegría de su vida y el descanso de sus sentimientos. Y se dirigió con su petición a Allah
El Sagrado Corán nos dibuja las suplicas de Zacarías con una elocuencia que transciende las mentes y golpea los entendimientos. Dice el Altísimo: “Recuerdo de la misericordia que tu Señor tuvo con Su siervo Zacarías, cuando invocó interiormente a su Señor. Dijo: ‘Señor! Se me han debilitado los huesos, mis cabellos han encanecido; Cuando te he invocado, Señor, nunca me has decepcionado. Temo la conducta de mis parientes a mi muerte, pues mi mujer es estéril. Regálame, pues, de Ti un descendiente que me herede a mí y herede de la familia de Jacob, y haz, Señor, que él te sea agradable” Sura 19, María. aleyas 2 a 6 Este profeta noble conoció la atención que proporciona Allah, el cual expandió sobre él la misericordia y la satisfacción, y le concedió el hijo virtuoso. Dijo el Altísimo: “Zacarías te anunciamos la buena nueva de un muchacho que se llamará Juan, sin homónimos en el pasado” Sura 19, María, aleya 7
Adán- sobre el sea la paz- cuando comió del árbol y había lo que había de ejecutar el destino escrito sobre él, pidió perdón a Allah y solicitó que aceptase de él y de su esposa el arrepentimiento. “’ ¡Señor ¡Hemos sido injustos con nosotros mismos, si no nos perdonas y Te apiadas de nosotros, seremos, ciertamente , de los que pierden” Sura 7, los lugares elevados aleya 23, Y le honró Allah , alabado sea, con la aceptación de la petición de su siervo Adán, y le perdonó. “Luego, su Señor le escogió, le perdonó y le puso en la buena dirección” Sura 20, Ta ha, aleya 122 Si Jonás no hubiese tenido pureza de origen y no hubiese hecho múltiples alabanzas, habría permanecido en el vientre de la ballena hasta el Día de la Resurrección , como dice el Sagrado Corán:“ Si no hubiera sido de los que glorifican, hubiera permanecido en su vientre hasta el día de la Resurrección” Sura 37 Los puestos en fila, aleyas 143, 144 Y si no hubiese tenido la fuerza de la creencia y el trabajo virtuoso Zacarías no habría obtenido respuesta a su petición. “Rivalizaban en buenas obras. Nos invocaban. con amor y que estimulan a la invocación y motivan a ella con temor. Y se conducían humildemente ante nosotros” Sura 21, Los profetas aleya 90. Ciertamente, la invocación es una adoración del grupo de adoraciones con las que el siervo se acerca a su Señor. En el Sagrado Corán y en el hadiz profético noble hay indicaciones de cómo hacer la invocación. “Vuestro Señor ha dicho: invocadme y os escucharé. Los que, llevados de su altivez, no Me sirvan entrarán, humillados, en el infierno. Sura 40, Que perdona, aleya 60 . Allah ama al siervo que insiste, por lo tanto, el siervo debe persistir, no debe alejarse de Allah ni cortar sus invocaciones, sino todo lo contrario. Para la persona es buen Islam recordar a Allah en las dificultades y en las facilidades, en los malos tiempo y en los tiempos de bienestar, y que esté con él y para él en cualquier situación. Pues si descendiese algo reprobable o le afectase alguna desgracia, debe invocar a su Señor y Allah le responderá. Conoce a Allah en el bienestar y Él te conoce en la dificultad. Allah ha honrado a quien se acoge a lo sagrado y responde al necesitado. Dijo Allah: ¿Quién, si no, escucha la invocación del necesitado, quita el mal y hace de vosotros sucesores en la tierra? Sura 27, las hormigas, aleya 62 En hadiz narrado por Abu Said se dice “ Aquel musulmán que suplique una súplica en la que no haya pecado o se rompan lazos de parentesco, Allah o bien acelera su suplica o se la guarda para el Más Allá o desviará de él la misma cantidad de mal .Narrado por Ahamd
Queridos hermanos: este es un conjunto de invocaciones de algunos enviados y mensajeros – las bendiciones y la paz recaigan sobre ellos – y hemos visto cómo responde Allah a sus suplicas. Nosotros tenemos que imitarles en su comportamiento y su invocación. Allah ordeno al señor de los mensajeros – sobre él sean a mejor de nuestras oraciones y el más puro saludo- que les imitase. Dijo Allah: “Quienes vinieron después de ellos, dicen ¡Señor! ¡Perdónanos a nosotros ya nuestros hermanos que nos han precedido en la fe! ¡Haz que no abriguen nuestros corazones rencor a los que creen! ¡Señor! Tú eres manso, misericordioso. Sura 59, la reunión, aleya 10
¡Oh Allah! haznos firmes en la fe y guíanos por los caminos de la paz, sálvanos de las oscuridades hasta la luz. ¡Oh Alla¡ ¡ muéstranos la Verdad y haz que la sigamos. Muéstranos lo fútil, lo vano y haz que lo abandonemos. Allah ayuda a los débiles en todo lugar. Allah ciertamente Tú escuchas nuestras invocaciones y no se ocultan a Ti nada de sus asuntos. Tú eres el más misericordioso. Allah haznos ver las maravillas de tu poder ante los tiranos y los déspotas que tiranizan en los países derramando la sangre de tus siervos, la mayoría de ellos en la tierra de la corrupción.
Oh Allah bendice a nuestro señor Mohammad, a su familia y a todos su compañeros.
Alabado sea nuestro Señor Todopoderoso y la paz sea sobre los enviados. Alabado sea Allah, Señor de los mundos