Alabanzas para Allah, Señor de los mundos, la paz y las bendiciones sean sobre el Sello de los profetas y de los enviados, sobre su familia, compañeros, seguidores, y sobre los que les siguieron con buenas obras, hasta el Dia del Juicio. 

A continuación: 

Dice Allah Altísimo; “Es cierto que hemos honrado a los hijos de Adán. Los llevamos por la tierra y por el mar, les damos cosas buenas como provisión y les hemos favorecido con gran preferencia por encima de muchas criaturasSura 17, El viaje nocturno, aleya 70

Queridos hermanos y hermanas en el Islam. Allah ha honrado al ser humano, le creó con Su mano, le infundió un alma creada por Él, hizo que Sus ángeles se postrasen ante él, le llevó por la tierra y el mar, le proveyó de los medios necesarios para llevar una buena vida, favoreciéndole con gran preferencia por encima de muchas criaturas, y puso a su servicio lo que hay en los cielos y la tierra, le dotó de conocimiento y talento para que dominase en la tierra y la poblase, y para que llegase lo más alto que pudiese, a la plenitud material y a la elevación espiritual. Pero el ser humano no puede conseguir sus objetivos en esta vida y alcanzar sus metas si no se le proporciona la totalidad de elementos de crecimiento  y coge sus derechos. Y a la cabeza de estos derechos que le garantizó el Islam están los derecho a la vida, el derecho a la propiedad y el derecho a preservar su honor y las cosas que son sagradas para él.

Estos derechos son obligatorios para todo ser humano, sean de la religión, color, raza o país que sean. El Enviado de Allah -Allah le bendiga y salve- en su Sermón de Despedida informó de eso a los musulmanes que estuvieron presentes en ese momento histórico, y a través de ellos se transmitió a las generaciones posteriores. Les dijo: “Él que esté presente de vosotros que informe al ausente  Entre las frases que  pronunció –Allah le bendiga y salve- en este sermón profético, noble, están las siguientes palabras “Vuestra sangre, vuestros bienes vuestro honor son inviolables; tan inviolables como en este mismo día, en este mes, en este lugar sagrado. Y lo repitió varias veces. Después levantó su cabeza y dijo: Oh Allah, ya lo he comunicado. Todo musulmán tiene prohibido de otro musulmán su sangre, sus bienes y su honor”

El primer derecho es el derecho a la vida. Es el primero de los derechos que ampara el Islam. Es un derecho sagrado, inviolable, no se puede proscribir su protección. Dice Allah Altísimo: ”No matéis a nadie que Allah haya hecho inviolable a menos que sea por derecho “Sura 17, El viaje nocturno, aleya 33. El derecho a la vida lo aclaró el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-  con sus palabras narradas por Abd Allah Ibn Masud –Allah esté a satisfecho de él-; “No está permitida la sangre de un musulmán que testifica que no hay más dios que Allah y que yo soy el Enviado de Allah, excepto en estos tres casos: la del adultero, la de persona por persona (ley del talión), y el caso del que abandona su religión y se separa del grupo”. Narrado por al Bujari. Allah alabado estableció para aquel que cometiese un asesinato un castigo duplicado. Dice el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-: No hay alma que sea muerta injustamente sin que el primer hijo de Adán  tenga una parte de responsabilidad en ella, ya que fue el primero que cometió un asesinato cuando se peleó con su hermano y el diablo le adornó su obra, convenciéndole con engaños que tendría poderes si mataba a su hermano. Pero cuando le mató fue de los perdedores 

El cometer un asesinato es un mal camino, quien lo sigue soporta su vergüenza y responsabilidad hasta el Día de la Resurrección, como explicó el Enviado de Allah –Allah le bendiga y salve- al decir “Quien sigue una buena costumbre tendrá su recompensa  y la recompensa de quien la siga tras él, y no se quita o mengua, de la recompensa de ellos nada. En cambio, quien siga en el Islam una costumbre mala, sobre él recaerá su carga y la carga de aquellos que hicieron ese mismo acto tras él, y no se quitará de la carga de ellos nada” ….Y quien procuró que el Islam protegiese las vidas, prometió a quien cometiese el asesinato de ellas los más terribles castigos. Dijo:“Aquel que mate a un musulmán intencionadamente tendrá como recompensa el infierno, donde será inmortal. Sobre él caerá la ira de Allah, que lo maldecirá y le preparará un castigo inmensoSura 4, Las mujeres, aleya 93. Esta aleya indica que el castigo por el asesinato será en la otra vida el tormento doloroso, eterno, en el infierno, y la ira de Allah. Dijo el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-: “Si la gente del cielo o la gente de la tierra participasen en el asesinato de un creyente, Allah les tendrá destinado el infierno” Y estas palabras se refieren tanto al asesinato de un musulmán, como de un no musulmán, o de aquel con el que se estipuló un pacto. Narrado por al-Bujari de Amr ibn al-Aas – Allah esté satisfecho de ambos-

El Enviado de Allah dijo: “Quien mate a aquel con quien se estableció un pacto no olerá el aroma del Paraíso, a pesar de que su fragancia pueda ser detectada a la distancia de un viaje de cuarenta años” El Islam consideró que quien mata a una persona  es como quien mata a la totalidad de la gente, y esto nos da idea  de lo abominable que es cometer este delito reprobable, delito de quitar la vida inviolable. Dijo el Altísimo después que señalara la historia del hijo de Adán, el primer asesino. “Por eso les decretamos a los hijos de Israel que quien matara a alguien, sin ser a cambio de otro o por haber corrompido en la tierra, sería como haber matado a la humanidad entera. Y quien lo salvara, sería como haber salvado a la humanidad entera” Sura 5, La mesa servida, aleya 32. Allah, Alabado y Altísimo, estableció el castigo de la ley del talión para ahuyentar casos parecidos y purificar la sociedad de delitos que perturban el sistema social y trastornan la seguridad y la estabilidad. Dijo Allah Altísimo: “En el talión tenéis vida ¡Vosotros que sabéis reconocer la esencia de las cosas ¡” Sura 2, La vaca, aleya 179

Y este castigo está establecido por las leyes divinas y no diferencia entre personas, pues la ley del talión es un derecho, tanto si el asesinado es un hombre como si es una mujer, si es joven o si es mayor; todos tienen derecho a la vida, y no se permite de ninguna manera que esta vida se pueda destruir. Incluso en el asesinato por error la ley islámica no libra al asesino de su responsabilidad “No es de creyentes que uno mate a otro, a menos que sea por error. Y quien matase a un creyente por error deberá liberar a un esclavo creyente y pagar el precio de sangre a su familia, a menos que eta se lo perdone por generosidad……” Sura 4, Las mujeres, aleya 92

 Ciertamente, la ley islámica estableció este castigo para la muerte de una persona por error como respeto para la vida humana, para que no se filtre a la mente de las personas el desprecio por ella y no se puede tomar a la ligera su derecho. Para que la gente dé la importancia que se merece a todo lo relacionado con la vida y la sangre y se ponga fin a los pretextos de la corrupción. Nadie debe matar a nadie. Como muestras de la gran atención que presta el Islam a la protección de las vidas, tenemos el hecho de que prohibió el aborto después de que se haya introducido en el feto la vida, excepto si hubiera un motivo real y claro que obligue a que se lleve a cabo la interrupción del embarazo, como, por ejemplo, el temor a que la madre muera, o cosas de parecida índole.

El segundo derecho es la protección de los bienes. Al igual que el Islam respeta la vida, también respeta el derecho a la propiedad, lo considera sagrado, y no se permite a nadie que atente contra él de ninguna manera. Dijo el Altísimo: “No os apropiéis unos de las riquezas de otros, recurriendo a la falsedad, ni recurráis a los jueces para arrebatar algo de la riqueza de otro con delito, sabiendo lo que hacéis” Sura 2, La vaca, aleya 188 Aquí se refiere a todo lo que no permite la ley coger en lo relacionado al dinero o a los bienes, actos como la usura y los juegos de azar están prohibidos, también el soborno, el testimonio de perjurio, el falso juramento, el engaño, la traición, el robo, la usurpación y cosas parecidas. Por otra parte, el Islam prohibió dañar las posesiones o bienes, sea de la manera que sea, ya sea quemándolas o por medio de explosivos o, por ejemplo, por lanzamiento de misiles; y considera cualquier bien que se coge sin motivo legal como apropiación de los bienes de la gente  recurriendo a la falsedad, y fija como castigo para eso el corte de la mano del ladrón con la que se cometió el robo. En esto hay una sabiduría clara, ya que la mano traidora viene a ser como un miembro enfermo en la sociedad  que se debe amputar y extirpar. La permanencia del miembro enfermo llevaría a que se extendiese la enfermedad  en el resto del cuerpo, y el sacrificio de unos por la totalidad Esto es lo que han acordado las leyes divinas y las mentes sanas. Por otra parte, la amputación de la mano del ladrón se convierte en una lección  para aquel que lleva a cabo el asalto y el apoderamiento de los bienes de la gente. Después  de eso nadie se atreverá a alargar su mano sobre ellos. Gracias a este castigo de advertencia se pueden conservar y proteger los bienes privados. Dijo Allah Altísimo: ”Al ladrón y a la ladrona cortadles la mano la mano por lo que hicieron. Escarmiento de Allah; Allah es Todopoderoso y Sabio” Sura 5, La mesa servida, aleya 38. Si  los ladrones se envalentonan con la fuerza de las armas, extienden la corrupción en la tierra, atemorizan a la gente y constituyen bandas armadas con las que asaltan los bienes de la gente y se salen del sistema imperante en la sociedad, es obligación perseguirles, darles un castigo ejemplar y evitar que agredan o delincan.

 En cuanto al tema del soborno, Abu Hurayra –Allah esté satisfecho de él- nos narra lo siguiente” “El Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve- maldijo al sobornador yal sobornado” Narrado por al-Termidhi  y Ahmad. Ya que el soborno trae como consecuencia corromper la herramienta de la administración de justicia, y hace que los responsables de los servicios de la magistratura especulen con los juicios y sigan sus pasiones, perdiéndose de esta manera el camino de la justicia y de la equidad. Esto no se aplica a los jueces solamente, sino que se aplica a todo aquel que ocupe cualquier puesto. Sin duda, la naturaleza pura huye de estos malos comportamientos, pues son comportamientos que quitan al ser humano el honor de pertenencia al Islam. Abu Hurayra transmitió que el Enviado de Allah –Allah le bendiga y salve- dijo: “Quien tome las armas contra nosotros no es de los nuestros, y quien engañe tampoco es de los nuestros” Narrado por Muslem

Con esto se confirma el empeño del Islam por preservar los bienes de las personas. Allah amenazó con la mayor de las desgracias a la gente que especulan con las medidas y los pesos. Dijo el Altísimo: ¡Perdición para los defraudadores¡ que cuando le compran a la gente le exigen la medida y el peso cumplidos; pero cuando son ellos los que miden y pesan cometen fraude. ¿Es que no tiene certeza de que serán devueltos a la vida para un día transcendente? El día en el que los hombres se levantarán ante el Señor de los mundos.” Sura 83, Los defraudadores, aleyas 1-6 Y no se diferencia si el propietario de los bienes es musulmán o no. Dijo el Enviado de Allah –Allah le bendiga y salve- “Quien fue injusto con quien ha hecho un pacto, o disminuyó sus derechos, o lo cobró más allá de su capacidad, o tomó algo de él sin el consentimiento de su alma, yo seré su enemigo el Día de la Resurrección” Narrado por Abu Dawud. Como conclusión, el ser humano tiene derecho a defender sus bienes como defiende su vida y su honor.

El tercer derecho es el derecho a la protección del honor. Sin duda, la protección del honor, la preservación de la honra de la gente y la salvaguarda de las cosas sagradas de ellos ocupa un puesto especial en el Islam. Son derechos que ha establecido Allah y su cumplimiento entra dentro del culto, de la misma manera que la oración, el ayuno, el dikr (mención del nombre de Allah), las invocaciones (duá) o suplicas a Allah, y otras formas de adoración. El derecho a la protección del honor es una conducta obligada en la realidad de la vida y muestra de una sociedad limpia pura, además de que este derecho preserva los cimientos de la sociedad y los fortalece protegiéndolos de la división y el desgarramiento.  Dijo el Altísimo;” ¡Vosotros que creéis¡ Que no se burlen unos hombres de otros porque pudiera ser que éstos fueran mejores que ellos. Ni unas mujeres de otras, porque pudiera ser que éstas fueran mejores que ellas. Y no os difaméis unos a otros ni os insultéis con apodos. Malo es dar un nombre de perversión después de ser creyente. Y quien no se vuelva en arrepentimiento. … Esos son los injustos” Sura 49, Los aposentos, aleya 11 Y dijo: “¡Vosotros que creéis¡   Abandonad muchas de las suposiciones. Es cierto que alguna de ellas son delito. Y no os espiéis unos a otros ni habléis mal de otros cuando no están presentes” Sura 49, Los aposentos, aleya 12   Estas dos aleyas sagradas incluyen la prohibición de burlarse o mofarse  de los demás, ya que esto es un desprecio para la otra persona, muchas veces sin motivo aparente. Desprecio que puede ser por medio de frases, señas y actos. Ciertamente Allah prohibió eso por lo que hay de ello de insulto para los valores de las personas  y su honor, y porque se hieren  los sentimientos. Como dijo alguien: “Las heridas de lanza tiene curación, lo que no tiene curación son las heridas provocadas con la lengua” 

Queridos hermanos y hermanas, estos son algunos de los derechos que garantiza el Islam  para construir el ser humano  con el fin de que viva en paz y tranquilidad  y se reúnan en la obediencia  y el temor a Allah 

¡Qué Allah me beneficie a mi y a vosotros con el Corán¡ ¡Que me libre del castigo vergonzoso¡ Pido a Allah para mí, para vosotros y para todos los musulmanes. Que Allah bendiga a nuestro señor Mohammad, a su familia y a todos sus compañeros.