La alabanza para Allah; Señor de los Mundos. Que la paz y las bendiciones recaigan sobre el Enviado de Allah, sobre su familia y todos sus compañeros, sus seguidores y todos aquellos que les siguen con el bien hasta el Día del Juicio.
Queridos hermanos y hermanas: Entre los asuntos que preocupan a los padres y a las madres en estos días destaca la reincorporación de nuestros hijos a la escuela con motivo del comienzo del nuevo curso escolar, por eso vemos necesario ofrecer algunos consejos e indicaciones a los padres y a las madres con el fin de aclarar la realidad de la educación y algunos conceptos relacionados con ella. Estos consejos, queridos hermanos, son extremadamente importantes, ya que la mayoría de la gente sólo observa en este tema el punto de vista material y descuidan aspectos que tienen bastante más importancia.
Queridos hermanos y hermanas: Han terminado las vacaciones de verano, que son las más largas del año. Estas vacaciones nos han permitido descansar de las fatigas del trabajo y del cansancio del estudio, y nos han ofrecido la ocasión de recuperar y fortalecer los vínculos familiares. Hemos podido ver a familiares a los que por motivo de trabajo o distancia -ya que residían lejos-, o por otras circunstancias, no habíamos visto desde hace tiempo. Hay quien planificó estas vacaciones antes de viajar para que fuesen positivas y útiles, y esta persona sacó provecho de ellas; otros, en cambio, únicamente dedicaron este tiempo a diversiones y frivolidades, se metieron en problemas o discusiones, y en vez de demostraciones de amor y cariño hacia sus familiares y amigos crearon odio y animadversión, volviendo de sus vacaciones como en la historia de la “zapatilla de Hunayn” *(cuenta la leyenda que Hunayn vendió todas sus pertenencia y salió en busca de fortuna, pero al cabo de unos cuantos años volvió sólo con unas zapatillas, decepcionado y fracasado), así han vuelto algunos de las vacaciones: vacíos, sin que hayan sacado ningún provecho de ellas. Pero el Día del Juicio se les preguntará sobre ellas, ya que son parte de su vida. Dice el hadiz: “El Día del Juicio, los pies de todos los siervos no darán un paso atrás antes de que sean preguntados sobre cuatro cosas, éstas son: ¿En qué ha gastado su tiempo? ¿En qué empleó sus conocimientos? ¿Cómo consiguió su riqueza y cómo la gastó? También se le preguntará acerca de su cuerpo y qué ha hecho con él.” Así que felicidades para quien aprovechó estas vacaciones para adquirir un conocimiento provechoso, o hizo trabajos virtuosos y obras buenas, o tuvo la buena relación con su familia, que es como debe ser.
Queridos padres y madres: Es muy importante que vuestros hijos aprendan en las escuelas e instituciones de enseñanza, y que estudien matemáticas, medicina, ingeniería y otras ciencias que les beneficiarán en su vida en este mundo, pero más importante que eso es que aprendan su “din” (religión), su lengua, y que preserven las costumbres y tradiciones relacionadas con su creencia, ya que la influencia en la educación de estas costumbres y traiciones es grande. Y estas indicaciones y consejos sobre la educación aparecen en el Sagrado Corán en boca de Luqmán. Él inculcó en su hijo los dogmas y la fe, y le enseñó las acciones morales elevadas. Dijo el Altísimo:” Y cuando Luqmán le dijo a su hijo aconsejándole: “¡Hijo mío¡ No asocies nada ni nadie con Allah, pues hacerlo es una enorme injusticia.” Sura 31, Luqmán aleya 13. “¡Hijo mío¡ Establece la oración, ordena lo reconocido, prohíbe lo reprobable y ten paciencia con lo que venga. Es cierto que eso es parte de los asuntos que requieren entereza. Y no pongas mala cara a la gente ni andes por la tierra con insolencia, pues es verdad que Allah no ama al que es presumido y jactancioso. Sé moderado al caminar y baja la voz, pues ciertamente la más desagradable de las voces es la del asno” Sura 31, Luqman, aleyas 17, 18, 19.
Querido padre: Tú eres responsable de tus hijos, pero tu responsabilidad no se limita – como algunos creen- a alimentarles, vestirles o proporcionales una casa donde vivir, sino que tu responsabilidad va más allá: eres responsable de la enseñanza que le proporcionas y de las creencias que le inculcas. Prestemos atención a este hadiz profético: “Todo niño nace en un estado de pureza innata (fitra) y son sus padres los que le hacen judío, cristiano o zoroástrico”. Muchos padres y madres se preocupan por el futuro de sus hijos en esta vida, en este mundo temporal. Les estimulan y apoyan para que sean arquitectos o ingenieros, médicos expertos, empresarios exitosos, y sin embargo descuidan totalmente lo más importante y perdurable, que es su preparación para la vida del Más Allá. No piensan cuál va a ser el destino de sus hijos en la Otra Vida de la misma manera que piensan en el futuro de ellos en esta vida. Dijo el Altísimo: “¡Vosotros que creéis! Guardaos a vosotros mismos y a vuestra gente de un fuego cuyo combustible serán los hombres y las piedras. Sobre él habrá ángeles duros y violentos que no desobedecerán a Allah en lo que les ordene, sino que harán lo que se les ordene”. Sura 66, La prohibición, aleya 6. Y dijo: “En realidad sólo temen a Allah aquellos de sus siervos que tienen conocimiento” Sura 35, al-Fatir, aleya 28. Como vemos en estas aleyas y otras que aparecen en el Corán, el conocimiento es alabado. ¿Pero a qué conocimiento nos referimos? No se refiere al conocimiento de las ciencias de este mundo sino que se refiere al conocimiento de Allah, de sus leyes, de su “din” (religión), que es el auténtico conocimiento. El otro conocimiento en caso de que sea contrario a la ley de Allah es censurable absolutamente. Dijo el Altísimo: “Sin embargo, la mayor parte de los hombres no saben. Conocen una parte superficial de la vida del mundo, pero viven despreocupados de la Otra Vida” Sura 30, Los Romanos, aleya 6.
Queridos hermanos: El conocimiento de las ciencias de este mundo posiblemente sea útil en la Otra Vida para aquellos que han tenido intenciones puras, han deseado el bien para su familia y su “umma” o comunidad. Los antepasados virtuosos rogaban a Allah poder dormir y comer con el fin de cumplir mejor las obligaciones que Allah les ponía; ahora, en cambio, dedicamos enorme tiempo y dinero a las ciencias de este mundo Quien haya tenido como profunda intención elevar el rango de su comunidad y de su patria, fortalecer su religión, librar a su comunidad de la subordinación y liberarla de la injusticia y de la tiranía, esta persona será in sha Allah de los bienhechores y será recompensado por su buena intención, su conocimiento de Allah y sus obras. Sin embargo, quien haya emigrado por alcanzar un bien mundanal, por adquirir fama o alcanzar un puesto social, pues su emigración es hacia lo que ha emigrado.
Entre los padres hay quien echa a perder el propósito de los hijos cuando le dice: “Aprende para ganar dinero, aprende para conseguir un puesto elevado en la sociedad o un empleo bien considerado. Mira a fulanito que se ha convertido en director o en jefe de departamento.” A muchos de los padres sólo les importa que se diga que el hijo de fulanito tiene un buen cargo. Así se echa a perder a los hijos. Lo que debes enseñar a tus hijos, tú que eres musulmán, es que tengan principios morales elevados, e inculcarles el amor a hacer el bien a toda la gente. Hay que enseñarles a respetar a sus profesores y a los compañeros que estudian con ellos. Hay que enseñarles la humildad. La función de los padres y de las madres no acaba con llevar a sus hijos a la puerta de la escuela, de la misma manera que no termina cuando les dejan a la entrada de la mezquita, sino que aquí comienzan otras nuevas responsabilidades para ellos.
Todo padre debería tener la obligación de elegir para tu hijo la mejor de las escuelas en cuanto a prestigio, aunque esté lejos de casa, y elegir los mejores profesores, y elegir un ambiente sano, en el que los mandatos de Allah sean cumplidos, y un profesor ejemplar. Asimismo, debe prestar atención a los aspectos en los que su hijo falla y corregirlos sin dilación. Si tu hijo tiene problemas en una asignatura, intenta ayudarle para que eso no influya negativamente en su nota al final de curso o sea motivo de burlas y escarnio por parte de sus compañeros, o, en algunos casos, le lleve, incluso, a dejar los estudios y la escuela. También los padres deben corregir las ideas erróneas o falsas que le pueden inculcar en la escuela, y que lamentablemente son muchas. Es conveniente para eso que con el fin de aprender a diferenciar entre lo que es beneficioso y lo que es dañino, lo que es falso y lo que es verdad, asistas a las jutbas de los viernes y vayas a las clases que se imparten en las mezquitas, de esta manera podrás evitarte a ti mismo y a tu familia el tormento del Infierno, ya que descuidar estos asuntos es uno de los grandes errores que se pueden cometer con nuestros hijos, errores que les perjudicarán en su futuro en este mundo y en la Otra Vida. Pedimos a Allah que nos acepte de palabras y obras virtuosas lo que Él ama y le complace. La alabanza para Allah, Señor de los Mundos.