En algunos países islámicos, entre ellos los países islámicos occidentales, la gente con posibilidades económicas tiene por costumbre dar el zakat (azaque) de sus bienes en este mes, el mes de Muharram, por eso he decidido que el tema de esta jutba fuese el zakat. Pero ¿qué es el zakat? Desde el punto de vista lingüístico la palabra zakat puede englobar diferentes significados, entre ellos: el de purificación, elevación o crecimiento, y bendición. Todos estos significados aparecen en el Corán y en hadices. En cuanto a la legislación islámica, se considera el zakat como la parte estimada de dinero que Allah ha indicado que deben dar los ricos –o personas con posibilidades económicas- a los pobres o necesitados. Dijo el Altísimo: “Y de sus riquezas dan un derecho correspondiente al mendigo y al indigente” Sura 70, Los grados de elevación, aleyas 24, 25. Dijo el Altísimo: “Bienaventurados los creyentes que dan el zakat” Sura 23, Los creyentes, aleya 4. Dar el zakat, para quien está obligado a ello según lo establecido por Allah, es uno de los deberes del Islam y uno de sus pilares, junto con el Tawhid y la oración. El ser humano al entrar en un grupo de musulmanes merece su fraternidad, que se preocupen por él sus hermanos, si no es así, está perdido. Dijo el Altísimo: “Pero si se retractan, establecen el salat (la oración) y entregan el zakat son vuestros hermanos en la religión” Sura 9, La Retractación, aleya 11. Y dijo el Altísimo: “A los que atesoran el oro y la plata y no los gastan en el camino de Allah, anúnciales un camino doloroso” Sura 9, La retractación, aleya 3
Todos los bienes de este mundo proceden de Allah, Él los creó y Él los otorgó. Dijo el Altísimo: “Y dadles algo de la riqueza que Allah os dio” Sura 24, La luz, aleya 33. En cambio, el ser humano únicamente aparece como receptor de esos bienes. Dijo el Altísimo: “Gastad de aquello que ha delegado en vosotros” Sura 57, El Hierro, aleya 7. El ser humano por naturaleza tiene inclinación a amar el dinero, los bienes, y procura acumularlos, pensando sobre todo en sí mismo y poco en los demás. Dijo su creador: “Y es tenaz en su amor por los bienes”. Sura 100, Los que galopan, aleya 8. Dijo también el Altísimo: “Di: si fuerais vosotros los dueños de las despensas de la misericordia de mi Señor, la retendríais con avaricia por temor a gastar. El hombre es avaro” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 100. Si se permitiese a este ser humano, con esta naturaleza inclinada al dinero, que actuase en el asunto del dinero y de los bienes, cometería abusos y grandes injusticias. Dijo el Altísimo: “Realmente muchos de los que se asocian con otros cometen abusos, pero no así los que creen y practican las obras de bien. Sin embargo, estos son pocos” Sura 38, Sad, aleya 24. Pero Allah realmente puso la posesión de los bienes o el dinero como un instrumento de prueba para la gente, y en la asociación de unos con otros es un examen para ellos del que no salen incólumes sino los pacientes. Dijo el Altísimo: “Realmente vuestras riquezas e hijos no son sino una prueba” Sura 64, El Desengaño, aleya 15. Y dijo: “Hemos hecho de alguno de vosotros una prueba para los otros ¿Seréis pacientes? Sura 25, El Discernimiento, aleya 20. Pero quienes están firmemente asidos a los preceptos de Allah y de su Enviado no la precisan. Dijo Allah Altísimo: “El diablo os infunde temor con la miseria y os manda la avaricia”. Sura La vaca, aleya 268. Y dijo el Enviado de Allah -Allah le bendiga y salve– “Un hombre no dará nada de caridad hasta que libere de él la barba de setenta demonios que impiden que la lleve a cabo.”Ahmad.
Todos los mensajes divinos se han preocupado por este importante aspecto material/ social. Dijo el Altísimo sobre los pueblos antes del Islam: “A pesar de que no se les había ordenado sino que adorasen a Allah, rindiéndole sinceramente la adoración, como hanifes y que establecieran la oración y entregaran el zakat. Y esta es la práctica de Adoración auténtica” Sura 98, La Evidencia, aleya 5. Y dijo: “Y recuerda en el Libro a Ismael, él fue cumplidor de la promesa y fue mensajero y profeta. Mandaba a la gente la oración y la purificación de la riqueza (al-zakat), y era satisfactorio para su Señor” Sura 19, Maryam, aleyas 54, 55. Y a pesar de la desviación de la gente del camino de la revelación entre la época de un enviado y otro, ellos, sin embargo, siguieron sintiendo que debían cumplir un precepto religioso cuando dijo uno de ellos: “He dado el pan al hambriento y di la ropa al desnudo y porté con mi barcaza a aquellos que no podían cruzar. Y fui padre para los huérfanos, esposo para la viuda, y protección para el afectado por el soplo impetuoso del viento, etc.”
Cuando apareció el Islam, lo primero que realizó en lo referente a este asunto es hacer entender a la gente que su amor desenfrenado por los bienes, y la codicia de ellos, quizás les lleve a la destrucción. A propósito de este significado nos dice el Profeta -Allah le bendiga y salve-: “¡Oh hijo de Adán¡ es mejor para ti dar con generosidad el bien, ya que retenerlo es malo para ti, y no te reproches sobre eso. Comienza con tu familia, con los que dependen de ti. La mano más elevada es mejor que la mano más baja“ Muslem. Y dice: “Dice el siervo: ¡Mis bienes, mis bienes! Y ciertamente él tiene tres bienes: lo que come, y esto se consume; lo que viste, y se deteriora; y lo que se da y esto enriquece. Y todo lo demás se ha ido y lo dejó para la gente”. Después de eso descendieron aleyas del Corán que dicen que en los bienes de los ricos hay derechos para los pobres, entre ellas tenemos las palabras del Altísimo en la sura 70, Los grados elevados aleyas 19-25 “Es cierto que el hombre fue creado de insatisfacción. Cuando el daño le afecta está angustiado, pero cuando le toca el bien se niega a dar, salvo los que rezan. Aquellos que son constantes en su oración y de sus riquezas dan un derecho correspondiente al mendigo y al indigente”
Sin embargo, este derecho que aparece en esas aleyas fue de difícil comprensión hasta que lo aclararon aleyas y hadices que se revelaron en Medina, después de la Hégira. E hizo volver la obligación del zakat después de la Hégira, ya que los musulmanes en La Meca no habían tenido un Estado en el que se obligase a los que rechazaban su pago obligatorio, rechazaban pagarlo voluntariamente. Pero ¿sobre qué bienes se aplica el zakat? ¿Quién está obligado a darlo? ¿Cuál es la cantidad que se debe dar y cuándo se debe dar? ¿A quién se da o en qué se gasta?
En cuanto a los bienes sobre los que se aplica el zakat o azaque, el Sagrado Corán no indica la totalidad de los bienes por los que se debe dar el zakat, ni la condiciones o cantidades preceptivas, sino que dejó eso para el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-, quien se encargará de explicar lo que descendió a él de su Señor. Dijo el Altísimo: “E hicimos que te descendiera a ti el Recuerdo para que pusieras en claro a los hombres lo que se les había hecho descender” Sura 16, La abeja, aleya 44. La sunna profética aclaró que el zakat obliga a estos tipo de bienes: las cosechas y los frutos; el oro y la plata; el ganado: camellos, vacas, ovejas, cabras; todo aquello que utilizas de una manera legal con fines de lucro y comerciales; lo que se extrae del interior de .la tierra, como minerales o filones de oro o plata, o cosas de parecida índole que aparecen mencionadas en las tradiciones islámicas como bienes sobre los que hay que pagar el zakat. En cuanto a quién está obligado a pagar el zakat, estuvieron de acuerdo los ulemas que el zakat obliga al musulmán que tiene uso de razón y está en posesión de la cantidad mínima de riqueza (nisáb) preceptiva para proceder a pagar el zakat. Entre las condiciones que deben tener estos bienes para poder contar el nisáb está el que sean de completa propiedad, que el bien sea una posesión cien por cien de su propietario sin que ningún otro tenga derecho sobre él, pues no hay zakat sobre los bienes que no tienen un propietario privado determinado, como sería el caso de los bienes públicos, ni tampoco hay zakat sobre aquellos bienes conseguidos de manera no lícita, como por ejemplo los resultantes de robo, extorsión o usurpación. Otra de las condiciones es que ese bien sobre el que se impone el zakat pueda crecer o aumentar, o sea capaz de crecer, y aplicando está condición los ulemas dispensaron del zakat las cabalgaduras, las viviendas familiares y su mobiliario, las herramientas y cosas de similar índole. ¿Cuál es la cantidad mínima de bienes que se debe tener para que debamos pagar el zakat? Esto depende de los bienes. Para los cultivos, el nisáb debe alcanzar la cantidad de 5 “wasqs” (unos 612 kilogramos). El nisáb para el oro son 20 dinares de oro (aproximadamente 85 gramos), y su valor en el mercado es el nisáb en dinero. En cuanto a la plata, 200 dirhams de plata (aproximadamente 595 gramos), y su valor en el mercado es el nisáb en dinero. En cuanto al nisáb del ganado, pues varia. El nisáb de los camellos son cinco camellos o más. El nisáb del ganado ovino o caprino son cuarenta ovejas o más. El nisáb del ganado vacuno son treinta o más vacas. Y entre las condiciones para el nisáb es que pase un hawl (un año completo del calendario lunar islámico) teniendo plena propiedad del bien. Este requisito se limita a los bienes monetarios, las mercaderías y el ganado. En cambio, sobre las cosechas, las frutas, los minerales y los tesoros ocultos en el subsuelo no se aplica este requisito.
En cuanto a la cantidad de estos bienes que se debe pagar, pues la ley de Allah Altísimo fijó diferentes porcentajes, dependiendo del esfuerzo que debe realizar su dueño para conseguirlo, su dificultad o facilidad. Fijó el cinco cuando el ser humano se topa con ellos, como los tesoros ocultos en el subsuelo; o el 10, en cuanto a los frutos o las cosechas que son regadas de una forma natural por lluvias, y la mitad del diez si son regadas por medios artificiales. La diferencia está en que las cosechas regadas por medios artificiales implican un gran esfuerzo y gasto. Y un 2,5 para los bienes en los hubo un crecimiento por el trabajo continuo del propietario del bien, con, por ejemplo, cursillos, administración, viaje y comercialización. Y eso se da en los bienes monetarios y el ganado.
Es muy importante que el responsable de los musulmanes lleve a cabo su obligación de recoger el zakat de los ricos o pudientes de su comunidad, pero más importante es que este zakat vaya a parar a manos de los que lo precisan y se lo merecen, ya que aquí se entrometen los deseos y las codicias, y puede que coja el zakat quien no lo merezca, privando de él a quien lo merece. Por eso Allah aclaró cómo se debe repartir e hizo descender sobre este asunto una aleya que indica a quién se le debe dar y en qué se debe gastar. Dijo el Altísimo: “Realmente las donaciones han de ser sólo para los pobres, los indigentes, los que trabajan en recogerlas y repartirlas, para los que tienen sus corazones amansados, para rescatar esclavos, par los abrumados por las deudas, para la causa en el camino de Allah y para el hijo del camino. Esto es una prescripción de Allah y Allah es Conocedor y Sabio” Sura 9, La retractación, aleya 60.
Los ulemas han sacado en claro de esta sagrada aleya que el zakat se debe emplear en personas y necesidades. Y aquí explicaremos los grupos que tienen derecho al zakat, uno a uno. ¿A quién se refiere la aleya cuando menciona a los pobres y a los indigentes? La pobreza e indigencia son dos calificativos para un solo tipo de cuestión. El pobre es el necesitado que se abstiene de pedir, mientras que el indigente es el necesitado que se humilla y pide a la gente. El resultado es que ambos son merecedores del zakat. ¿Quiénes son los que trabajan en recogerlo y repartirlo? En los países islámicos son personas que nombra el Estado para que se encarguen de recoger el zakat de los donantes y después repartirlo a la gente necesitada que lo merece. En países no islámicos son personas que trabajan en la mezquita o ayudan de forma altruista. Se trae el zakat, se almacena, se contabiliza y se les da a ellos una parte como pago de su trabajo, incluso si fueran ricos. ¿Quiénes son los que tienen los corazones amansados? Son las personas que acaban de abrazar el Islam y necesitan amansar sus corazones debido a su todavía débil creencia, y se les da el zakat para conseguir este objetivo. ¿Qué significa para liberar los esclavos? Se gasta una parte del zakat en liberar los esclavos, liberarlos de la esclavitud para que se conviertan en libres, tal y como eran en el momento en que sus madres les dio a luz. ¿Y a que nos referimos con los abrumados por las deudas? Son los deudores y son de dos tipos. El que contrajo deudas por su propia necesidad, para garantizarse la comida, la ropa, el alojamiento, las medicinas y cosas parecidas a esas, lo cual le hizo endeudarse y caer en la desgracia, sin medios para saldar sus deudas. Otro tipo es el abrumado por las deudas por la necesidad de otro, como aquel que con el fin de reconciliar contrae deudas. Entonces, a los deudores se les ayuda con el zakat para aliviar sus deudas, pero no es licito endeudarse con la intención de recurrir al zakat. ¿Y qué significa para la causa en el camino de Allah? El camino es el camino hacia Allah, toda obra virtuosa que lleva a Su satisfacción, y la primera de ellas es el yihad para elevar la palabra de Allah. El yihad, que podría ser con la espada o la lanza, puede ser con la escritura o de palabra, o con otros medios. La única condición es que el yihad sea por Allah y para la causa en el camino de Allah, y lo deseable es que se gaste parte de las partes del zakat en este apartado. Por último, ¿quién es el hijo del camino? Es el viajero que realiza un viaje o se traslada buscando los medios para su sustento y el sustento de su familia, o buscando el conocimiento auténtico. Los viajeros están expuestos a imprevistos, quizás puedan perder sus vituallas o echar a perder sus bienes. Por eso el Islam ha ordenado que se le dé el zakat para que pueda volver a su patria, incluso si fuese rico en su país, y se aplica esta descripción a los vagabundos, refugiados y a los que no tienen hogar.
Pedimos a Allah su perdón misericordia. Amen. La paz sea sobre los enviados y la alabanza para Allah Señor de los mundos.