Nuestro padre Adán -la paz sea con él- descendió a la tierra, y con él una promesa de su Señor Todopoderoso de hacer descender Su guía sobre él y después de él sobre sus descendientes, como reflejan sus palabras: “Dijimos: “Descended todos de aquí, y si os llega de Mí una guía, los que la sigan no tendrán nada que temer ni se entristecerán. Pero los que se nieguen a creer y tachen de mentira Nuestros signos. Esos serán los compañeros del Fuego donde vivirán para siempre.”. Sura 2, La vaca, aleyas 38, 39. Allah cumplió lo que prometió a Adán y a sus hijos, y tenemos la guía de Allah y Su religión entre nosotros, y permanecerá con nosotros hasta que Allah Todopoderoso quiera. La revelación de esta guía se llevó a cabo por medio de hombres que fueron elegidos para eso, pero ¿quiénes son estos hombres? ¿Cuál es el camino para identificarlos, para creer en ellos, seguir su guía y hacer llegar su mensaje?
Estamos en el cuarto pilar de la fe, que es la fe en los mensajeros honorables – la paz y las bendiciones sean con ellos-. Los Mensajeros fueron hombres escogidos por Allah Todopoderoso para comunicar a la creación lo que les fue revelado de guía y verdad. Pero ¿cuál es la diferencia entre el Profeta y el Mensajero?
El Profeta es aquel que fue enviado con la sharía del Mensajero que vino antes que él para enseñarles y juzgar entre ellos; mientras que el Mensajero es el que fue enviado con un nuevo mensaje o una nueva ley divina y le es encomendado que la transmita. Y a cada uno de ellos se le ordena actuar sobre lo que le fue revelado y comunicarlo. Entonces, ¿cuántos profetas y mensajeros hay? La respuesta es que los profetas son numerosos porque no hay nación o pueblo al que Allah no les haya enviado un mensajero o profeta, como dijo el Todopoderoso:“No ha habido ninguna comunidad por la que no haya pasado un advertidor” Sura 35, al-Fatir, aleya 24. Y dijo: “Tú eres sólo un advertidor y para cada gente hay un guía” Sura 13, el Trueno, aleya 7. Sin embargo, no podemos estar seguros de un número exacto, y corremos peligro de que lo aumentemos o disminuyamos, porque ese número exacto no está probado por las noticias correctas. Allah Todopoderoso dijo dirigiéndose al Sello de Sus Profetas y Mensajeros: “Es verdad que antes de ti ya habíamos enviado mensajeros; te hemos dado noticias de alguno de ellos y de otros no” Sura, 40, El Perdonador, aleya 78. Sí se menciona el número de mensajeros y profetas en un hadiz recogido en el Musnad del Imam Ahmad, relatado por Abu Dharr -Allah esté complacido con él-: “Dije: ¡Oh, Mensajero de Allah!, ¿cuál de los profetas fue el primero? Respondió: Adán. Yo le pregunté: ¿Fue un profeta? Él dijo: sí. Le pregunté: ¿Cuántos mensajeros hubo? Dijo: Trescientos quince, un buen número. Seguí preguntándole: ¿Cuántos profetas hubo? El respondió: Ciento veinticuatro mil, y los mensajeros de ellos trescientos quince”.
La cadena de transmisión (sanad) de este hadiz según los eruditos es débil. Pero como los eruditos no encontraron una alternativa a él, entonces confirmaron el carácter de profeta de Adán y que el número de profetas era 124.000 y los mensajeros 315, y no hay reproche para ellos sobre eso, porque esto es a semejanza de «conocimiento que no beneficia y ignorancia que no daña», y lo que se pide es que tengamos fe en los Mensajeros y Profetas, que les amemos y sigamos su camino.
En cuanto a las noticias sobre ellos están recogidas en la fuente confiable a este respecto, que es el Sagrado Corán. El Sagrado Corán ha mencionado los nombres de diferentes mensajeros. Dijo Allah Todopoderoso: Esta es Nuestra prueba, la que dimos a Ibrahim (Abraham) sobre su gente. A quien queremos, lo elevamos en grados; es cierto que tu Señor es sabio y Conocedor. Y le concedimos a Ishaq y a Jaqob, a los que guiamos, como antes habíamos guiado a Nuh (Noé). Y son descendientes suyos: Dawd (David), Sulayman (Salomón), Ayyub (Job), Yusuf (José), Musa (Moisés), Harun (Aarón). Así es como recompensamos a los que hacen el bien. Y Zakariyya, Yahya (Juan), `Isa (Jesús) e Ilyas, todos de entre los justos. E Ismail, Alyasa´a (Eliseo), Yunus (Jonás) y Lut. A todos les favorecimos por encima de los mundos” Sura 6, Los rebaños, aleyas 83-86. Y el resto en sus palabras: «Allah eligió a Adán» Sura 3, La familia de Imran, aleya 33. Y sus palabras: “Y a los de Ad, su hermano Huda” Sura 11, Hud, aleya 50: Y sus palabras: “Y a los de Zamud, su hermano Saleh” Sura 11, Hud, aleya 61. Y sus palabras: “Y a los Madyan, su hermano Shu`ayb” Sura 11, Hud, aleya 84 y sus palabras: “ E Ismael, Idris y Dhul-Kifl*” Sura 21, Los Profetas, aleya 85
(*Dhul Kifl se dice que es Ilyas, o Zakariya. Y se dice que fue un profeta enviado a un sólo hombre, e incluso que no era un profeta sino un hombre justo. Significa el dotado de suerte procedente de Allah.)
Después dijo: “Mohammad no el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el mensajero de Allah,y el sello de los profetas.” Sura 33, Los coaligados, aleya 40. En general, estos Mensajeros -la paz sea con ellos- tuvieron como lugar de predicación Oriente Medio. Nuestro señor Ibrahim (Abraham) fue enviado a Babilonia, en la tierra de Irak, de la cual emigró a la tierra de Canaán, luego a Sham, y siguió moviéndose entre el Hiyaz y Sham, hasta su fallecimiento. Ismail nació en Sham y vivió en La Meca, y allí fue enviado entre las tribus árabes invitando a seguir el camino de Allah, hasta que Allah Todopoderoso se lo llevó. Ishac y su hijo Jacob estuvieron en la Tierra Prometida, pero Jacob emigró a Egipto y vivió allí con sus hijos, José y sus hermanos. Musa y Harón fueron enviados a Egipto y vivieron entre esa zona y el Sinaí hasta que Allah Todopoderoso se los llevó. Y vinieron Dawd (David) y Suleyman (Salomón) -sobre ellos sea la paz- y estuvieron en la tierra de Jerusalén. Después se sucedieron los profetas de los Hijos de Israel sobre la tierra de Sham. El último de ellos fue `Isa (Jesús) -la paz sea con él-, quien nació en Belén y vivió en Jerusalén, hasta que Allah Todopoderoso lo elevó a Él. Después fue enviado Mohammad -la paz y las bendiciones sean con él- a La Meca y vivió allí hasta que emigró a Yazreb (Medina), donde falleció, y en ella se encuentra su honorable tumba. En cuanto a nuestro señor Nuh (Noé) -la paz sea con él-, pues lo más probables es que estuviera entre Oriente Medio y Oriente Próximo. Hud, Saleh y Shuaib -la paz sea con ellos- estuvieron en la tierra de los árabes. Hud fue enviado a Aad, en el sur; Saleh a Zamud, en el norte; y Shuaib a Madyan, en el oeste. En cuanto a Lot -la paz sea con él- había emigrado con su tío Ibrahim (Abraham) desde la tierra de Babilonia a Sham, luego Allah lo envió a “al-mutafikat”, que son cinco ciudades, las más famosas de las cuales son Sodoma y Gomorra. Allah Todopoderoso destruyó ese país a causa de la corrupción de su gente y su malicia, salvándose Lot y los creyentes que estaban con él.
Tenemos que saber que los Mensajeros -la paz sea con ellos- son seres humanos como nosotros que están sujetos a lo que les sucede a los seres humanos: comen, beben, duermen, se despiertan, trabajan y se cansan. Allah Todopoderoso dijo: “Antes de ti no hemos enviado ningún enviado que no comiera alimentos y anduviera por los mercados” Sura 25, Del discernimiento, aleya 20. Ellos se casaron y tuvieron hijos. Dijo el Todopoderoso: “Ya enviamos mensajeros anteriores a ti a los que dimos esposas y descendencia” Sura 13, El trueno, aleya 38. Y ellos estaban expuestos a los avatares de la salud, la enfermedad, la fuerza, la debilidad, la vida y la muerte. Sin embargo, no descendió sobre ellos enfermedad, por ejemplo, que hiciese que la gente se espantase de ellos, ni sufrieron debilidad que les impidiese informar lo que se les encomendó comunicar. También debemos saber que ellos no tenían posibilidad de gestionar el universo – que solo lo puede hacer Allah-, no poseían el poder del beneficio o el daño, y no conocían lo oculto, excepto en la medida en que Allah les mostró a través de la revelación. Dijo el Altísimo: “Di: No soy dueño de beneficiarme o perjudicarme más de lo que Allah quiera. Si yo conociera el No-visto habría tenido mucho bien y el mal nunca me habría tocado. Pero no soy más que un advertidor y alguien que anuncia buenas noticias a gente que cree” Sura 7, Los lugares elevados, aleya 188. Y dijo: “El conocedor del No-visto, a nadie da acceso a Su No-visto, A excepción de aquel mensajero que goza de su beneplácito” Sura 72, Los genios, aleyas 26, 27. A pesar de su constitución ellos están protegidos de cometer pecados, porque Allah -glorificado y exaltado sea-, los eligió para llevar Su mensaje a Su creación y los convirtió en modelos a seguir entre ellos. Él dijo: “Esos son a los que Allah ha guiado” Sura 6, Los rebaños, aleya 90, pues ellos son guías que llevan al camino recto, y por eso Allah ordenó al Sello de Sus Mensajeros que imitase el proceder de ellos. Dijo: “Déjate llevar por su guía” Sura 6, Los rebaños, aleya 90.
Entre las cualidades fundamentales que no se pierden en ningún Mensajero tenemos la sinceridad: sinceridad de intención y voluntad, sinceridad en cuanto a palabras y hechos, y es imposible en ellos tengan lo contrario: la mentira. El asumir responsabilidades y ser honesto y fiel en palabra y obra, en juicio y decisión, y es imposible que ellos tengan lo contrario: la traición. Y entre ellas: la comunicación, y con esto se quiere señalar que todos los Mensajeros -la paz y las bendiciones sean con ellos- comunicaron lo que Allah les ordenó que comunicaran, y no ocultaron nada y no desobedecieron una orden de Allah de ninguna manera. Y entre las características está la inteligencia, pero es algo más que inteligencia y capacidad de comprensión, es perspicacia, claridad de la mente y agilidad mental. Dijo Hassan bin Zabit – Allah esté complacido con él- con respecto a nuestro Profeta Mohammad -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-: “Si no hubiera señales claras en él = su intuición o agilidad mental te traería la noticia”. Los Mensajeros además de infalibilidad y estos atributos que hemos mencionado tienen rasgos de perfección, grandeza y sinceridad en sus predicaciones del mensaje. Allah Todopoderoso no envió un mensajero que no estuviese proveído con una señal o señales que indicasen su sinceridad en el mensaje y provocase que el mentiroso se rindiese ante él. La señal- o el milagro- con la que Allah apoya al Mensajero tiene relación con algunas características por las que su pueblo destaca. Abu Hurairah – Allah esté complacido con él- narró que el Profeta dijo: “No hay profeta al que no se le hayan dado algo parecido a lo que cree la humanidad, pero lo que me fue dado fue una revelación que Allah me reveló, así que espero ser el mayor seguidor de ellos en el Día de la Resurrección” Al-Bujari y Muslem
Pido perdón a Allah por mí y por vosotros. Así que pedidle perdón y Él os perdonará. Él es el Perdonador, el Misericordioso.
¿Por qué debemos tener fe en los Mensajeros? ¿Cómo la conseguimos? Respuesta: El propósito de la misión de los Mensajeros -la paz sea con ellos- es invitar a las personas a aquello para lo que fueron creados: adorar a su Creador Todopoderoso. Para lograr este objetivo tenemos que conocer a aquellos que fueron enviados con ese mensaje, ver la intención profunda que traían, analizar sus palabras y acciones para seguir su ejemplo, porque ellos son los primeros en conocer a Allah. Creer en los Mensajeros significa creer firmemente en aquellos a quienes Allah Todopoderoso les nombró profetas o envió, y creer en su perfección, infalibilidad, grandeza y respetabilidad. Creer en aquellos a quienes conocemos detalladamente por sus nombres y creer, en general, en aquellos de quienes no hemos tenido noticias, y creer en el mensaje que portaron. El Todopoderoso dijo: “En verdad que te hemos inspirado al igual que hemos inspirado a Nuh y a los profetas anteriores a él. Y también les inspiramos a Ibrahim, Ismail, Ishaq, Jaqob, las Tribus, `Isa, Ayyub, Yunus y Sulayman.. Y a Dawd, al que dimos los salmos.” Sura 4, Las mujeres, aleya 163. Uno de sus requisitos es no discriminar entre ellos. El Todopoderoso dijo: «No aceptamos a unos mensajeros y negamos a otros.” Sura 2, La vaca, aleya 285.
Pero ¿cómo se consigue la fe en los Mensajeros? Imitándoles y siguiendo su ejemplo, pero tomando en consideración que las leyes que portaron loa mensajeros anteriores están sustituidas por la ley que ha puesto sello a los mensajes divinos, la sharía que trajo el Mohammad ﷺ pero debemos seguir teniendo fe en ellos y creer en su infalibilidad. Y deben ser glorificados y reverenciados.
El Todopoderoso dijo: “Y seguidle, para que seáis guiados.” Sura 7, Los lugares elevados, aleya 158. Y el Profeta Mohammad ﷺ dijo: “Ninguno de vosotros cree hasta que sus deseos e inclinaciones están acuerdo a lo que he traído” Hadiz considerado bueno por al-Nawawi y débil por Al-Albani. Y dijo: “Juro por aquel que tiene mi alma en su mano que si una persona de este pueblo, sea judío o cristiano, escucha mi mensaje y muere sin haber crido en él, será de la gente del infierno” Muslim.
Y si nuestro Profeta Muhammad ﷺ se trasladó a su Señor como anteriormente se trasladaron sus hermanos los profetas anteriores, sin embargo, el Libro de su Señor y su sunnah permanecen en nuestras manos, y nuestro Señor ha prometido presérvalos hasta el final de los tiempos para establecer el argumento explicando la Verdad a la gente. Dijo: “Hemos hecho descender el Recuerdo (el Corán) y somos sus guardianes” Sura 15, al Hiyr, aleya 9.
¡Gloria al Señor, Señor del poder por encima de lo que Le atribuyen! La paz sea con los mensajeros. Alabado sea Allah, Señor de los mundos.