La alabanza para Allah, Señor de los mundos. La paz y las bendiciones sean sobre su enviado, su familia y todos sus compañeros.
Dice Allah Altísimo: “No se les ha ordenado más que adorar a Allah, rindiéndole sinceramente la adoración, como hanifes, y que establecieran el salat (la oración) y entregaran el zakat (limosna preceptiva). Y esa es la práctica de adoración auténtica” Sura 98, La evidencia, aleya 5. El Príncipe de los creyentes, Omar ben al-Jattab -Allah esté satisfecho de él- dijo: “Escuché al Enviado de Allah -Allah le bendiga y salve- decir: Los actos están vinculados con las intenciones y cada hombre debe asumir la intención que esconde. Así pues, quien haya emigrado por Allah y por su enviado, su emigración es hacia Allah y hacia su enviado. Y quien haya emigrado por alcanzar un bien mundanal o por una mujer a la que desposar, su emigración es hacia lo que ha emigrado”. Narrado por al-Bujari y Muslem
Ibn Abi Hatem narró de Tauus que un hombre que luchaba por Allah dijo: “¡Oh Enviado de Allah! Estoy resuelto a ver el rostro de Allah y quiero que se vea lo que estoy haciendo”. El Enviado de Allah -Allah le bendiga y salve- no respondió hasta que descendieron las palabras de Allah Altísimo: “El que espere el encuentro con su Señor que actúe con rectitud y que al adorar a su Señor no Le asocie a nadie”. Sura 18, La caverna, aleya 110. Abu Said Ben Abi Fadala dijo: “Escuche decir al Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-: Allah reunirá a los primeros y a los últimos en el Día de la Resurrección, el Día sobre el cual no hay ninguna duda. Una voz gritará: Quien asociara a alguien con Allah en las obras que hizo, que busque su recompensa en ese alguien, que no es Allah, pues Allah es Perfecto, Autosuficiente y no precisa de asociados”. Narrado por al-Termidhi e Ibn Mayah.
Abu Hurayra – Allah esté satisfecho de él- narró que el Enviado de Allah- Alah le bendiga y salve- dijo: “Dijo Allah Todopoderoso: Allah es Perfecto, Autosuficiente, no necesita asociados o coparticipes, Quien haga una obra para Mí y luego cometa idolatría (shirk), pues entonces esa obra no es para Mí, sino para aquel o aquello a quien me asoció” Narrado por Ibn Mayah
La fe pura y sincera es una condición para Allah acepte nuestras obras y es una prueba de la fe completa. Abu Dawd y al Temidhi, con una cadena de transmisión de hadiz buena, narraron que el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve- dijo. “Si alguien ama por amor a Allah, rechaza por amor a Allah, da por amor a Allah y prohíbe por amor de Allah, tendrá una fe perfecta”. Es decir, que los comportamientos de amor, repulsa, generosidad o prohibición están sometidos a las leyes de Allah, y esto es indicativo de la fe pura.
Dijo el Altísimo sobre los devotos virtuosos, explicando el merecimiento que tienen de esa gran recompensa:” Los creyentes sinceros beberán de una copa cuya mezcla será kafur (agua de una fuente del Jardín). Fuente de la que beberán los siervos de Allah y a la que harán manar cuando y como quieran. Ellos cumplían las promesas y temían un día cuyo mal se desatará. Y daban de comer, a pesar de su propia necesidad y apego a ello, al pobre, al huérfano y al cautivo. No os alimentamos sino por la faz de Allah, no buscamos en vosotros recompensa ni agradecimiento. Realmente tememos de nuestro Señor un día largo, penoso. Allah los habrá librado del mal de ese día y les dará resplandor y alegría. Su recompensa por haber tenido paciencia es un jardín y seda” Sura 76, El Hombre, aleyas 5-12
La primera de las virtudes de estos creyentes sinceros es la lealtad a Allah al consagrar todas sus obras a Él y la fidelidad a Sus leyes. El compromiso que tienen por cumplir con el ayuno, la oración, la limosna, y eso es indicativo de la fuerza de la fe. Dice el hadiz: “La pureza es la mitad de la fe, ¡Alabado sea Allah! ¡Qué la loa a Allah llene lo que hay entre los cielos y la tierra! La oración es luz, la caridad es prueba y la paciencia es un resplandor. Y el Corán será un argumento para ti en el Día de la Resurrección, a favor o en tu contra. Todas las personas, si es de mañana, se dispersan en la tierra para buscar el sustento y entregan su alma: la liberan con el bien o la castigan por el pecado” Narrado por Muslem
La segunda de las virtudes: El temor que tienen al Día del Juicio, y este temor hace que lleven a cabo obras virtuosas. Es el temor al Día en el que se mirará con severidad y se ensombrecerán los rostros por el profundo temor. Es el día en el que no se salvan sino aquellos cuyos actos han sido fieles a Allah y llegan a su Señor con un corazón sano.
La tercera de las virtudes: su aferramiento a la moral elevada y que estén adornados de la generosidad de los hechos, como, por ejemplo, alimentar a los necesitados. Con la práctica el alimentar y ofrecer con generosidad por Allah es una muestra de la sinceridad de la fe y fuerza de determinación. Aquellos virtuosos piadosos ayudaban al necesitado y extendían hacia él la mano de la ayuda, especialmente del alimento. Ayudaban a la gente humilde, a los huérfanos, a los que estaban cautivos injustamente, y daban el alimento con amor, y éste es el objetivo de la generosidad. Dijo un pensador: “Dar de lo que sobra no es magnanimidad. La generosidad es dar, aunque tengas poco”.
Esta es la fe correcta, limpia de cualquier impureza. Dan de comer a los necesitados con amor, actúan con hechos, no de palabra. Ciertamente tememos de nuestro Señor el castigo el Día en el que frunzan el ceño por lo que se van a encontrar de terror extraordinario si cometiesen malas obras en esta vida. Que Allah nos libre de la maldad ese día, y que lo que encontremos sea esplendor y placer. La recompensa para los que tuvieron paciencia es el Paraíso y seda. Abu Hurayra – Allah esté satisfecho de él- nos narra que el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve – dijo: “Ciertamente Allah no mira a vuestros cuerpos ni a vuestras imágenes, sino que mira a vuestros corazones” Muslem
La usura está contra la fe pura, pues la usura y el daño o perjuicio son hechos que corrompen los actos, los hacen inútiles y los malogran. Por eso Allah prohibió a sus siervos las cosas que invalidan los actos. Dijo el Altísimo: “¡Creyentes¡ No hagáis que vuestras limosnas pierdan su valor porque las echéis en cara o causéis un perjuicio por ellas; como aquel que da de su riqueza por aparentar ante la gente, pero no cree en Allah ni en Último Día. Es como una roca sobre la que hay tierra y le cae un aguacero dejándola desnuda. No pueden beneficiarse de nada de lo que obtuvieron. Y Allah no guía a la gente incrédula” Sura 2, La vaca, aleya 264.
Dice Abu Hurayra -Allah esté satisfecho de él-: Escuché decir al Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve a él y a su familia- : “Ciertamente la primera persona en ser juzgada el Día del Juicio será un hombre que murió mártir. Será traído, se le mostrarán las bendiciones recibidas y las reconocerá. Se le preguntará: ¿Qué hiciste con ellas? Dirá: Luché por Ti hasta que fui martirizado. Se le dirá: Has mentido. ¡Tú luchaste para que se diga que eres valiente! Y fue dicho. Después ordenará que sea arrastrado por su rostro y arrojado al fuego. A continuación vendrá un hombre que aprendió el conocimiento islámico, lo enseñó y leía el Corán. Será traído, se le mostrarán las bendiciones recibidas y las reconocerá. Se le preguntará: ¿Qué hiciste con ellas? Dirá: Me dediqué a aprender y enseñar el conocimiento y leí por Ti el Corán. Se le dirá: has mentido, ¡Tú aprendiste el conocimiento para que dijeran que eres un sabio! Y fue dicho ¡Y aprendiste el Corán para que las personas dijeran que eras un recitador! Y fue dicho. Después ordenará que sea arrastrado por su rostro y arrojado al fuego. Luego vendrá un hombre al que Allah le dio abundancia y le concedió todo tipo de riquezas. Será traído, se le mostraran las bendiciones que recibió y las reconocerá. Se le preguntará: ¿Qué hiciste con ellas? Dirá: No he dejado de dar caridad en cosas que Amabas que se diera caridad y lo hice por Ti. Se le dirá: Has mentido: ¡Tú lo has hecho para que las personas dijern que eres generoso! Y fue dicho. Después ordenará que sea arrastrado por su rostro y arrojado al fuego”. Narrado por Muslem, al-Nasa´i y al-Termidhi.
Queridos hermanos y hermanas: Haced las obras que os van a traer recompensa, pues Allah no acepta de las obras sino lo que es inequívocamente para Él. Incrementad la obediencia en vuestro interior, porque esto invita más a la fe pura que la obediencia pública. Temed a Allah Todopoderoso y sabed que Él os está observando. Intentad que vuestro exterior o actos externos sean como vuestro interior, que lo que penséis y decide vuestro corazón sea lo mismo que lo que realizáis exteriormente. No os preocupéis por lo que dice la gente y dirigíos a Allah con vuestras obras. Temed a Allah en vuestras obras y palabras y no temáis a las criaturas. Cuidado con presumir. No os mostréis orgulloso por la visita a los notables, pues eso es de los shirk del pensamiento oculto. Agradeced a Allah Altísimo los dones que os ha concedido y no os jactéis. Tened cuidado del diablo y conoced sus caminos para evitarlo.
¡Allah, haznos de los que escuchan la palabra y siguen lo mejor de ella! ¡Allah, concilia nuestros corazones y repara las discrepancias entre nosotros! ¡Guíanos por el camino de la paz! ¡Sálvanos de las tinieblas y guíanos a la luz! ¡Evítanos las atrocidades, las cosas obscenas! ¡Allah, auxilia a los necesitados en todo lugar! ¡Allah, reza por nuestro señor Muhammad, por su familia y todos sus compañeros!