Todo ser humano sufre a lo largo de su vida de tribulaciones, penas, y por eso precisa que la gracia de Allah Altísimo afluya sobre él y que Allah tenga el agradecimiento como contrapartida; también, ante esas tribulaciones que le afligen debe tener paciencia. Quizás la debilidad del ser humano, por necedad o descuido, pasión, enfado, haga que olvide el agradecimiento por esa gracia concedida, o se aleje de la paciencia y la pierda ante las desgracias que sufre, llevándole eso a la ruina y a su muerte. En cambio, si se confía a Allah Altísimo recibirá paz- ¿Acaso puede dejar Allah solo a su siervo con su debilidad? “ ¿Es que no le basta Allah a su siervo?” Sura 39, Los grupos, aleya 36. ¡Oh Allah, claro que sí!. Y la más cercana puerta por la que el siervo entra a su Señor es la puerta de la sumisión, la necesidad y la suplica. Dijo Allah Altísimo: “¡Hombres! Vosotros sois los que necesitáis de Allah, mientras que Allah es Rico, en Sí mismo alabado”. Sura 35, Al Fatir, aleya 15 Y dijo: “Y si Allah te toca con un daño, nadie, sino Él, te librará de ello. Y si te concede un bien…No hay quien pueda impedir su favo”. Sura 10, Yunus, aleya 107
Después de este preámbulo explicaremos qué es la Suplica (al-du´a). Al-du´a es adoración, como dijo nuestro profeta –Allah le bendiga y salve- explicando las palabras de su Señor -alabado sea: “Y vuestro Señor ha dicho: llamadme y os responderé. Pero es cierto que aquellos cuya soberbia les impida adorarme, entrarán en el infierno humillados”. Sura 40 El perdonador, aleya 60. Y la necesidad de ayuda del ser humano le lleva a su Señor, con deseo y temor. Pues el creyente, cuando le surge una necesidad, se lanza a pedir o suplicar a su Señor, el Rico, sabiendo perfectamente que sólo Él puede ayudarle. Así, cuando siente que está en peligro, la única manera de salvarse o librarse de ese riesgo o de las penurias es acudiendo a su Señor, el Todopoderoso; es más, incluso los idolatras, cuando se ven en peligro o sufren aflicciones, olvidan a sus ídolos y suplican a Allah, el Uno, el Único. Dijo el Altísimo: “Y cuando en el mar os alcanza una desgracia desaparecen todos los que invocáis menos Él. Pero una vez os hemos puesto a salvo en tierra firme os apartáis. El hombre es ingrato” Sura 17 El viaje nocturno, aleya 67. En cierta ocasión el profeta -Allah le bendiga y salve- preguntó a Husayn Ibn al-Mundher -Allah esté satisfecho de él- antes de que éste se convirtiera: “¿Cuantos dioses adoras?” El contestó: “Siete. Seis en la tierra y uno en el cielo”. El Profeta- Allah le bendiga y salve- le preguntó entonces: “¿Y a quién te encomiendas con tu deseo y tu temor?” El contestó: “Al que está en el cielo”. El Profeta – Allah le bendiga y salve – le dijo-: “Si te convirtieses al Islam te enseñaría dos palabras que te serían muy útiles”. Husayn, cuando se convirtió le preguntó: “Enviado de Allah, enséñame las dos palabras.” El profeta le dijo: “Di: ¡Oh Allah, inspírame para que esté bien encaminado y protégeme de la maldad de mí mismo!” Narrado por al-Termidhí
Y si el ser humano por su naturaleza se muestra cicatero y codicioso hasta el punto de negar ayuda a quien se la pide, y se enfada; pues Allah Altísimo es todo lo contrario. Allah se enfada si le dejas de pedir o suplicar. ¡Y el hijo de Adán cuando se le pide se enfada¡ Por esto Allah ha ordenado que le pidamos Su favor y ha garantizado que nos va a responder. Dijo: “Pedidle a Allah Su favor” Sura 4, Las mujeres, aleya 32. Y dijo: “Soy como Mi siervo cree que soy” Hadiz qudsi . Y Allah nos ofrece contar con su ayuda y apoyo. Entre los ejemplos tenemos las palabras del Altísimo a Musa y Haron – sobre ellos sea la paz-: “No temáis. Yo estaré con vosotros oyendo y viendo” Sura 20, Taha, aleya 46. Y sus palabras: “Es cierto que Allah está con los que Le temen y con los que hacen el bien” Sura 16, la abeja, aleya 128. Y Allah todo lo oye y todo lo ve. A Él no le podemos ocultar ningún secreto Dice Allah Altísimo: “¿Es que no ves que Allah conoce lo que hay en los cielos y lo que hay en la tierra? No hay confidencia de tres en la que Él no sea el cuarto, o de cinco en la que Él no sea el sexto, ni de menos o más que eso sin que Él no esté con ellos dondequiera que estén. Luego, el Día del Levantamiento les hará saber lo que hicieron. Es cierto que Allah es conocedor de todas las cosas” Sura 58, La discusión, aleya 7. Por eso, cuando el Profeta – Allah le bendiga y salve- escuchó voces elevadas o gritos de sus compañeros -Allah esté satisfecho de ellos- al hacer el takbir y la suplica, les dijo: “Oh gente, mantened la calma ya que no estáis invocando a Uno que está sordo o ausente, sino que estáis invocando al que todo lo escucha y al que todo lo ve“ Ahmad y los dos sheyjs y el resto del grupo. Y aumentó – Allah le bendiga y salve- la descripción de su Señor Todopoderoso y dijo: “Allah es modesto y generoso, y cuando un hombre eleva hacia Él las manos le da reparo devolverlas vacías y defraudadas”. Ahmad y Hasan.
Sin embargo, la suplica por sí sola no es suficiente para que se haga descender la misericordia de Allah. El que le invoca debe de cumplir una serie de condiciones. Dijo Allah Altísimo: “Allah sólo acepta de los que Le temen”. Sura 5, La mesa servida, aleya 27. Y las más importantes de estas condiciones son la sinceridad con Allah, cumplir con sus mandatos y evitar lo prohibido. Dijo el Altísimo:“Y Le invoquéis sinceramente, rindiéndole sólo a él la adoración“. Sura 7, al-Aaraf, aleya 29. Y dijo: “Así pues, que ellos Me respondan y crean en Mí, ¡Ojalá se guíen rectamente!” Sura 2, La vaca, aleya 186. Y dijo después de esas palabras: “Y cuando mis siervos te preguntes sobre Mí.. Yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide, cuando Me pide” Sura 2, la vaca, aleya 186. Y nuestro profeta- Allah le bendiga y salve- dijo: “ Oh pueblo, Allah es bueno y sólo acepta lo bueno. Ciertamente ha ordenado a los creyentes lo mismo que ordenó a los mensajeros. Allah dice: ¡Oh mensajeros! comed de las cosas buenas y obrad con rectitud. Y dijo: ¡Oh creyentes! comed de las cosas buenas que os hemos proveído y agradeced a Allah. Luego el Profeta -Allah le bendiga y salve- mencionó el caso de un hombre que realizó largos viajes, y despeinado y polvoriento levantó sus manos hacia el cielo diciendo: ¡Oh Señor mío! ¡Oh Señor mío! Dijo el Profeta- Allah le bendiga y salve-: ¡Pero cómo pretende que su súplica sea respondida, cuando su comida es ilícita, su bebida es ilícita y su vestimenta es ilícita!” Muslem. Y el que invoca a Allah no debe dudar, tiene que tener plena confianza en Allah, saber que Él le va a responder, y debe encomendarse plenamente a Allah Altísimo y alabado. De Anas ben Malek – Allah esté satisfecho de él- que el profeta – Allah le bendiga y salve- dijo: “Si alguno de vosotros invoca a Allah, elevándole un du´a, que lo haga con decisión, resueltamente y pleno de confianza en que Allah le va a responder. Está claro que Allah da o quita cuando Él quiere.”
A veces la respuesta no se limita únicamente a lo que le suplica o solicita la persona, saliéndose de los cálculos que esta persona había hecho, y quizás se consigan sus deseos de otra forma determinada. y él no lo sepa. No conseguir lo que el suplicante quiere, aunque se reúnan las condiciones para obtener la respuesta, no indica su fracaso. Dijo el Profeta- Allah le bendiga y salve- “Siempre y cuando el musulmán suplique por algo que no contenga pecado o signifique ruptura de los lazos de parentesco, Allah le dará una de estas tres cosas a cambio: o responderá a su du´a pronto, o le guardará la recompensa para el Más Allá, o apartará un mal equivalente lejos de él. Ellos dijeron: Haremos mucha du´a. El Profeta dijo: Allah es más generoso” Ahmad, de hadiz de Abu Said. Pues cuando el musulmán excluye de su suplica el pecado o la ruptura de los lazos de parentesco se garantiza para él la respuesta, y no es necesario que esté impaciente, angustiado o triste, y diga: “He hecho la súplica y no he recibido respuesta” En el hadiz se dice: “ El siervo continuará siendo respondido mientras no se apresure. Dijeron: ¿Qué quieres decir con que no se apresure? . Respondió: He hecho la suplica, he hecho la suplica, pero no he visto que me respondieran, así que me canso apenado ante eso y abandono la suplica, y me olvido de ella”
Algunos ulemas creen que al-du´a es de dos tipos: a) du´a de adoración b) du´a de súplica, de petición. Y que quien pide a su Señor el Paraíso y lo que le acerca a él, o busca refugio en su Señor para que le evite el infierno y lo que le acerca a él, estos hicieron una súplica o dú´a de adoración. En cambio, quien pide cosas de este mundo o busca ayuda de su Señor para un daño que padece o que teme que vaya a sufrir, estás suplicas se pueden considera du´as de petición, pero sinceramente no hay razón para esta división porque el ser humano es adorante de su Señor en ambos casos. Dijo Allah Altísimo: “Pedir a vuestro Señor, humilde y secretamente; es cierto que él no ama a los que se exceden. Y no corrompáis las cosas en la tierra, después del orden que se ha puesto en ella; e invocadlo con temor y anhelo. Es verdad que la misericordia de Allah está próxima a los bienhechores” Sura 7, al-Araf, aleyas 55, 56. Pero la sunna en la súplica es desear ardientemente las cosas elevadas, nobles. Al-Bujarí narró , de hadiz de Ibn Hurayra- Allah esté satisfecho de él- que el Profeta –Allah le bendiga a él y a su familia- dijo: “En el Paraíso hay cien grados o niveles que Allah ha preparado para los que se esfuerzan en Su causa. La distancia ente dos de estos niveles es como la distancia entre el cielo y la tierra. Así pues, si pedís a Allah, pedirle el firdaws, pues es el centro del Paraíso y la parte más alta del mismo”. Y con sus palabras: “Si pedís a Allah, pedidle el firdaws” quiere decir que la gente se aleja de estas peticiones nobles y pide cosas que no lo son. Eso lo atestigua también las palabras del Profeta- Allah le bendiga y salve– a Umm Habiba (Ramla Bint Abu Sufyan) cuando ella dijo: “¡Oh Allah! concédeme que disfrute de la presencia de mi esposo, el Mensajero de Allah, y mi padre Abu Sufyan, y mi hermano Muawiyah”. Él – Allah le bendiga y salve- contestó: “Has pedido a Allah para plazos contados y días determinados. Si hubieras pedido a Allah que te proteja del tormento del Infierno o del tormento en la tumba, esto sería mejor y preferible. “Muslem. Y eso porque la tumba es el primero de los hogares del otro mundo y quien le aseguró el castigo de la tumba, le aseguró el castigo del Infierno, y el simple alejamiento del fuego del Infierno, quitarlo del Fuego es una victoria. ¡Y qué victoria! Dijo el Altísimo; “Quien sea alejado del Fuego e introducido en el Jardín, habrá triunfado “Sura 3, La familia de Imrán, aleya 185.
Lo que es necesario evitar en la súplica es la exageración, solicitar cosas rebuscadas. Pedir cosas que el siervo no está capacitado de hacer o no tiene capacidad de soportar, o que no es lo que precisa. Abdullah ben Mughafal escuchó a su hijo decir: “¡Oh Allah! yo te pido el palacio blanco a la derecha del Paraíso, si entrase en él”. Y Abdulla le dijo: “Hijo mío, si pides a Allah, pídele el Paraíso y busca refugio del fuego del Infierno, porque escuché al Profeta – Allah le bendiga y salve- decir: “Cerca del final de los tiempos habrá gente que se excederá en sus suplicas y purificaciones” Abu Dawd, Ahmad
Muslem narró, de hadiz de Anas Ben Malek – Allah esté satisfecho de él- que el Profeta – Allah le bendiga y salve- visitó a un hombre musulmán que había estado asustado y se volvió como un pollito en cuanto a delgadez y debilidad. Le preguntó: “¿Has hecho una súplica a Allah por algo?”. Respondió: Si, yo decía: ¡Oh Allah! cualquier cosa con la que me vayas a castiga en él Más Alla, haz que se cumpla en este mundo. El Mensajero de Allah – Allah le bendiga y salve- dijo. Alabado ea Allah. Eso no se puede aguantar. En vez de eso di: Oh Allah danos el bien en este mundo y en el Más Allá y protégenos del Fuego. E hizo la suplica a Allah para él y se curó” Y al-Bujarí narró de Qays: ”Fui a ver a Khabbab, que había sido marcado con hierro candente siete veces en su estomago y le escuché decir: Si el enviado de Allah –Allah le bendiga y salve- no hubiese prohibido suplicar la muerte, lo hubiese hecho”. Y esta es una de las suplicas que se prohíben, y también las suplicas contra sí mismo, contra los hijos, sirvientes, o contra los bienes de uno. El profeta – Allah le bendiga y salve- escuchó a un hombre que iba con él en la expedición a Buwat decir una maldición contra su cabalgadura disculpándose por su tardanza y dijo: ¿Quién es el que dijo la maldición?. Contestó: “Yo, Enviado de Allah” Le dijo: “Retírala, pues no vamos a estar acompañados por uno que maldice”. Después dijo: “No realicéis un du´a contra vosotros mismos, o contra vuestros hijos o contra los sirvientes o vuestros bienes. Y debéis evitar buscar una respuesta rápida, ya que Allah os responderá cuando Él crea conveniente”
Para finalizar, la suplica es adoración, y con eso quiero decir que en ella aparece la sinceridad del siervo en su búsqueda de ayuda de su Señor Altísimo, cuando pasa dificultades o le agradece el bienestar que ha recibido. El siervo conoce la generosidad de Allah y sabe que le va responder. En el hadiz se dice: “Quien abrió las puerta de vuestras suplicas, abrió las puertas de la respuesta, las puertas de la misericordia, las puertas del Paraíso” (al-Termidí y otros). Y en otro hadiz: “No hace cambiar el destino sino la invocación (al-Termidhi y otros). Y el destino está en manos de Allah Todopoderoso. Y Él nos ha permitido que le supliquemos y le pidamos para nuestro bien. Y en otro hadiz: “No dejéis de hacer du´a, pues nadie perecerá con la suplica” Ibn Hibban. Allah dijo : “ Di: ¿Qué atención os iba prestar Mi Señor de no ser por vuestra súplica?”. Sura 25. El discernimiento, aleya 77. ¡En Allah está el éxito! La paz sea sobre sus enviados y la alabanza para el Señor de los mundos.