La alabanza para Allah. A Él alabamos, le pedimos ayuda y le pedimos perdón. En Él creemos y a Él nos encomendamos, y pedimos que nos libre de los males de nosotros mismos y de nuestras malas acciones. Aquel a quien Allah guía, está bien encaminado. Aquel a quien Allah extravía, no encontrará quien lo proteja ni quien lo guie rectamente. Doy testimonio de que no hay más dios que Allah, solo, sin asociados ni coparticipes. El creó todas las cosas y las determinó en todo. Y doy testimonio de que nuestro señor Mohammad es su siervo y su mensajero, al que envió con el buen camino y la religión de la Verdad para que purifique todas las religiones ¡Y Allah me basta como testigo! Que Allah le bendiga y le de paz, a él, a su familia, a todos sus compañeros, a sus seguidores, y a quienes les siguieron con el bien y han seguido sus pasos hasta el día del Juicio.
La sabiduría de Allah Todopoderosos requirió que haya preferencia de algunos momentos con respecto a otros, y de algunos lugares sobre otros; de la misma manera que da preferencia a algunos meses sobre otros. Y entre los meses preferidos está el mes de Sha´ban, que es un regalo, un soplo de los soplos de Allah –alabado y Altísimo– para sus siervos, los creyentes, y una ocasión extraordinaria de bien abundante y de recompensa grande. Y este mes sagrado merece este rango extraordinario y este grado elevado por diferentes motivos, entre ellos: Es el mes en el que las acciones ascienden a Allah y Él es misericordioso con quien le pide misericordia, perdona a quien le pide perdón y es indulgente con quien se arrepiente. Por esto el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve- amaba este mes y le atribuía una serie de características que no tienen los otros meses, excepto el mes de Ramadán. Cuenta Osama ben Zayd – Allah esté complacido de él y de su padre – Dije:” Oh Enviado de Allah, no te vi ayunar nunca tan frecuentemente como en el mes de Sha´ban”. El – Allah le bendiga y salve- contestó: “Es un mes que tiene lugar entre Rajab y Ramadán, y que mucha gente descuida; y es el mes en el que las acciones ascienden al Señor de los mundos. Me gusta que mis acciones se eleven cuando estoy ayunando”. Narrado por Abu Dawd y al-Nasa´i. Sahih Ibn Juzayma.
Aisha, la madre de los creyentes- -Allah esté complacido de ella- contó: “No he visto al Mensajero de Allah – Allah le bendiga y salve- ayunar un mes completo excepto el mes de Ramadán, y nunca le vi ayunar tan frecuentemente como lo hacía en Sha´ban”. Narrado por al-Bujari y Muslem. Hay una noche, la víspera de la mitad del mes de Sha´ban, que es una noche bendita, en la que Allah Altísimo derrama Su misericordia sobre sus siervos. Abu Musa al-Ashari –Allah esté complacido de él- dijo: ”Allah mira a su creación en la noche del 15 de Sha´ban y perdona a todos sus siervos, excepto a los idolatras y a quienes abrigan odio contra los creyentes”. Y eso porque el odio no entra en un corazón sin que lo corrompa, y cuando se infiltra en un alma hace crecer en ella el rencor, el odio, la aversión, y quien lo porta rompe con su familia, hermanos, parientes, vecinos. Asimismo, el odio impide el perdón en el momento en que se muestren las obras ante Allah Todopoderoso. Dijo el Profeta – Allah le bendiga y salve-: “Se muestran ante Allah los actos de la gente dos veces cada semana, los lunes y los jueves, y todas las personas son perdonadas, excepto los idolatras y aquel creyente que tiene una disputa con su hermano. Y Él dirá: Dejen a estos dos hasta que se reconcilien”. Narrado por Muslem, de Abu Hurayrah.
Queridos hermanos y hermanas: Allah nos ha honrado con el mes de Sha´ban y ha alargado nuestras vidas para que podamos volver a recibir este mes bendito, así pues, aprovechemos sus días realizando el máximo de obras virtuosas, siguiendo lo que la sunna profética indica para estos días virtuosos y benditos. Dice nuestro Señor Mohammad -Allah le bendiga y salve-, y él es el veraz, el digno de confianza: “Haced el bien toda vuestra vida y exponeos a los soplos de la misericordia de Allah, porque Allah tiene los soplos de Su misericordia que concede a quien quiere de sus siervos. Y pedid a Allah que cubra vuestras vergüenzas y tranquilice vuestros temores“ Al-Tabarani .
Por eso debemos exponernos a estos soplos y aprovechar estas ocasiones, felicitándonos por la próxima llegada de Ramadán con la máxima sumisión, arrepentimiento y petición de perdón, purificando el corazón y limpiando nuestra alma, con la incolumidad de nuestro pecho, para saludar al Dia de la Resurrección, día en el que ni dinero ni los hijos servirán para nada. Sólo servirá llegar a Allah con un corazón limpio. Debemos obrar para buscar la reconciliación entre nosotros, reparando las grietas que pueda haber en nuestra familia o con nuestros amigos o hermanos, ya que quizás la causa de la disputa sea banal e insignificante, y por ausencia de gente que razona, de gente madura que ame el bien, la grieta aumenta entre las dos partes. Hay que mantener las buenas relaciones en nuestra familia, y quien se esfuerce en eso será de las mejores gentes y estará preparado para recibir de la mejor manera este mes bendito. Allah Altísimo ordenó que nos apresuremos en hacer el bien. Eso es todo lo que quiere Allah Todopoderoso, y es lo que le satisface. Debemos obrar acorde con lo que nos ordenó Allah y seguir la sunna de su enviado -Allah le bendiga y salve- cumpliendo con lo que tanto Él como su enviado –Allah le bendiga y salve- nos han invitado a hacer y desean que hagamos. La orden de competir por las buenas acciones aparece en diversos temas del Libro de Allah. Dijo el Altísimo: “Cada uno ha tenido una dirección a la que volverse. ¡Competid en las buenas acciones¡ Dondequiera que estéis, Allah os reunirá a todos. Allah es Poderoso sobre todas las cosas.” Sura 2, La vaca, aleya 148 Y dijo: “Y competid en las buenas acciones. Todos habéis de volved a Allah, que os hará saber la verdad de aquello sobre lo que no estabais de acuerdo.” Sura 5, La mesa servida, aleya 48. Asimismo, aparece la orden de apresurarse a competir por las buenas acciones y por las obras que llevan al perdón. Dijo el Altísimo: “Acudid prestos hacia un perdón de vuestro Señor y a un Jardín preparados para los temerosos, cuyo ancho son los cielos y las tierras, Esos que dan en los momentos de desahogo y en los de estrechez, refrenan la ira y perdonan a los hombres. Allah ama a los que hacen el bien” Sura 3, La familia de Imran, aleyas 133, 134. Y dijo el Altísimo en la sura 57, El hierro, aleya 21: “Tomad delantera hacia un perdón de vuestro Señor, y un Jardín cuya anchura son los cielos y la tierra, que ha sido preparado para los que crean en Allah y en Su mensajero. Ese es el favor de Allah que da a quien quiere. Y Allah es dueño del inmenso favor”. Es decir, gente poseedores de la razón, apresuraos y competid por hacer obras virtuosas que satisfagan a nuestro Creador. El Paraíso, con la anchura de los cielos y la tierra, está preparado para los que han creído en Allah y en Su enviado. Haced el bien dando en los momentos de desahogo y también en los momentos de estrechez; en los momentos de facilidad y de dificultad. Refrenad la vida y perdonad a la gente.
Y en eso rivalizan los competidores, y la competencia está abierta para todo aquel que ha sido fiel a Allah. Es una competición misericordiosa de resultados seguros, porque es una competencia para el Más Alla, En cambio, la competencia para esta vida es una competencia de rivalidad reprobable, alejada de la lealtad que debemos a Allah Todopoderoso. Aquí hay quien quiere llegar a lo que pretende y utiliza todos los medios para conseguirlo, apoyándose en esta frase errónea:”El fin justifica los medios”. Y vemos que para conseguirlo acude al soborno, a la mentira, a la falsificación, engaña a la opinión pública, falseando lo que dicen los competidores y los rivales en los medios de comunicación. Y aquel que de ellos posee la fuerza puede llegar a utilizar el golpe de estado directamente, o mete en prisión a su contrincante, o lo elimina. Y esta es la competitividad de la que nos previno el elegido – Allah le bendiga y salve- cuando se dirigió a sus compañeros – Allah este complacido de ellos- con estas palabras que comenzaban por un juramento.” ¡Por Allah! no es la pobreza lo que temo por vosotros sino que temo que este mundo se abra con su riqueza como se abrió a los que os precedieron, y compitáis entre vosotros por ella como lo hicieron ellos, y que os destruya como les destruyó a ellos” Al.Bujari. Y dijo -Allah le bendiga y salve-: “Guardaos de la codicia porque la codicia destruyó a los que os precedieron, les hizo derramar su sangre y violó sus prohibiciones “. Muslem. Y lo que empuja a todo esto es el amor al poder y a la fama, y esto es una dolencia difícil de curar y enfermedad peligrosa. Dice al-Fudhail ben `Ayyad -Allah esté satisfecho de él-: “No hay nadie que ame el poder que no tenga envidia y no sea injusto. Rastrea las deficiencias de las personas y odia que se hable bien de alguien” y dijo Ibn Abd Al-Barr -Allah Altísimo tenga misericordia de él-: El amor al poder es una enfermedad que este mundo crea /Y convierte el amor en una guerra para los amantes
Hiende las gargantas y las entrañas, y las corta / y ni hombría ni religión quedan.
Hermanos y hermanas, debemos siempre tener en cuenta estas orientaciones divinas e indicaciones proféticas que hemos escuchado e intentar aplicarlas en nuestras vidas diarias para que podamos prepararnos perfectamente para el mes de Ramadán; pues de las características que tienen los adoradores del Misericordioso es que no permanecen sordos cuando son exhortados con las aleyas de su Señor. Lo mismo que los comerciantes se preparan para las épocas de ventas y organizan la mercancía necesaria para ello con la esperanza de conseguir un beneficio mayor, así tenemos que prepararnos para el mes de Ramadán, con el arrepentimiento, el obrar de buena fe y los actos virtuosos, evitando todo aquello que enturbie el ambiente sagrado de Ramadán y empañe la pureza del ayuno ¡Hasta que seamos de los vencedores!
¡Allah, haznos de los que escuchan la Palabra y siguen lo mejor de ella! ¡Oh Allah, hemos llegado al mes de Ramadán, haznos de los de los que se arrepienten! ¡Allah une nuestros corazones, reconcílianos, guíanos por los caminos de la paz! ¡Sálvanos de las tinieblas y condúcenos a la luz! ¡Apártanos de las abominaciones, internas y externas! ¡Bendice nuestra vista, oído, esposos/as, hijos! ¡Perdónanos, Tú eres el Gran Perdonador, ¡el Misericordioso! ¡Cura a todos los enfermos, salda las deudas de los deudores, libera a los que están presos, retorna a sus familias a los que están ausentes! ¡Perdona a los que se arrepienten!
La paz y las bendiciones de Allah sean sobre sobre nuestro señor Mohammad, sobre su familia y todos sus compañeros. Amén