Alabado sea Allah, Señor de universo. Las oraciones y la paz sean sobre el más honorable de los mensajeros, sobre su familia y todos sus compañeros. Dice Allah Altísimo: “Hoy os he completado vuestra práctica de Adoración, he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como práctica de Adoración” Sura 5, La mesa servida, aleya 3. Hoy os he completado vuestra práctica de Adoración legitimando lo halal y prohibiendo lo haram. Así todo se ha vuelto claro y sin ambigüedad, y he completado mi gracia sobre vosotros con la guía y el éxito hacia el más recto camino, y os he aceptado complacido el Islam como práctica de Adoración, es decir, he elegido para vosotros entre todas las religiones el Islam como religión, que es la religión que complace a Allah, y Él no acepta otra religión que no sea el Islam. “Y quien desee otra práctica de Adoración que no sea el Islam, no le será aceptada y en la última Vida será de los perdedores” Sura 3, La familia de Imrán, aleya 85. Quiere decir quien desee otra religión que no sea el Islam, que es la religión de todos los profetas, la religión que Allah ha aprobado para la adoración, ya que es la religión del sentido común, la religión recta en la que han creído todos los profetas y mensajeros, la religión que está libre de complejidad y poseedora del milagro eterno que es el Corán.

Queridos musulmanes: En la peregrinación de la despedida el Profeta Mohammad ﷺ explicó las características de la religión y las bases de la unidad y de la fuerza cuando dijo: “Os dejo en vuestras manos algo que si os aferráis a ello no os extraviareis después de mí: El Libro de Allah y mi Sunna.” Y esta declaración fue una especie de anuncio universal de los derechos humanos.

 El Profeta Mohammad ﷺ solía utilizar de vez en cuando la expresión: «Oh gente”, para atraer la atención de los musulmanes cuando se dirigía a ellos para darles a conocer los beneficiosos mandamientos que les iba a dar y que les beneficiarían en este mundo y en el Más Allá.  “¡Gente!: Escuchadme atentamente que os o voy a dar instrucciones porque no sé si os volveré a encontrar después de este año y de este sitio”. ¡Gente! Vuestra sangre, vuestros bienes y vuestro honor son inviolables hasta el rencuentro con vuestro Señor, así como este mes es sagrado, esta tierra es inviolable y este día es santo. ¿He conseguido hacer llegar el mensaje?  Oh, Allah, sé testigo de esto. Quien reciba unos bienes en depósito que los devuelva a aquel que se los confió. Después dijo: La usura del tiempo de la ignorancia (yahilía) no es permisible, está abolida, y la primera usura por la que comienzo es la usura de mi tío ´Abbas ben ´Abd al-Muttaleb. Y la venganza por asesinatos del tiempo de la ignorancia queda suprimida, y la primera venganza a la que renuncio es la sangre de ´Amer Ibn Rabi´a Ibn al-Harez. Y los cargos del tiempo de la ignorancia quedan abolidos, menos la custodia de la Kaaba y el de aguador.

¡Gente! Satanás ha renunciado a ser adorado en esta tierra vuestra; pero está satisfecho de ser obedecido en asuntos que consideráis triviales. Cuidaos contra él no sea que corrompa vuestra creencia.

¡Gente! La postergación de los meses sagrados es un medio por el cual los que no creen se descarrían. Convierten en profano este mes durante un año y lo convierten en sagrado en otro año. Profanan lo que Allah ha hecho sagrado y convierten en sagrado lo que Allah ha hecho profano. El tiempo ahora ha retrocedido a la forma original que tenía cuando Allah creó lo cielos y la tierra. De los doce meses cuatro son sagrados; tres son consecutivos y uno está aislado: Dhu-l Qi´da, Dhu-l Hiyya, Muharram, y Rayab, que se encuentra entre el mes de Yumada y Shaban. Después dijo: ¡Gente!, en cuanto a vuestras mujeres, ellas tienen derechos sobre vosotros, y vosotros tenéis un derecho sobre ellas: que nadie excepto vosotros pise vuestro lecho, y es su deber no permitir, sin vuestro permiso, en vuestros hogares a nadie que no os agrade …….Si ellas cumplen con vuestros derechos, entonces tienen derecho a recibir alimentos y vestidos en lo que es justo. Las mujeres están bajo vuestra protección y están indefensas. Las habéis tomado en base a una promesa a Allah y sus partes íntimas se os han permitido en ese momento por la palabra de Allah. Temed a Allah, entonces, a la hora de tratar a las mujeres y sed amables con ellas.  ¿He conseguido hacer llegar el mensaje?  Oh, Allah, sé testigo de esto.

¡Gente!, los creyentes son hermanos. Nada que pertenezca a otro será legítimo para un musulmán a menos que se lo haya dado libre y voluntariamente ¿He conseguido hacer llegar el mensaje? Oh Allah, se testigo de ello.

¡Gente! vuestro Señor es uno y todos vosotros descendéis de Adán, y Adán fue hecho de polvo, El más digno ante Allah es el que más Le teme. Ningún árabe tiene superioridad sobre un no árabe excepto a través del temor a Allah ¿He conseguido hacer llegar el mensaje? Oh, Allah, se testigo de ello. Llevad mis palabras a aquellos que no han podido estar presentes hoy aquí.

Y de sus mandamientos para su pueblo: “No volváis a ser infieles después de mi golpeándoos el cuello unos a otros”. Pero los musulmanes fueron negligentes al obedecer, batallaron unos contra otros y conspiraron con los enemigos contra sus hermanos y vecinos

No hay diferencia entre las personas, excepto en el nivel de temor a Allah que tengamos, por eso el Islam fue capaz de incluir durante siglos bajo su bandera a diferentes razas, hasta que los demonios de Occidente intervinieron y fuimos divididos en pequeños estados, tras haber sido una sola nación. Crearon disputas entre los musulmanes, con lo cual cada uno cercó su país o su granero. Se establecieron fronteras imaginarias, se cerraron las puertas en la cara de sus hermanos, separándoles, para satisfacción de los demonios de Occidente o de Oriente.

El Profeta Mohammad ﷺ no partió hacia el otro mundo hasta después de habernos dejado el camino claro, cuya noche es como el día, y nadie se desvía de él, excepto el que perece. Y los extraviados y a los que Allah extravía no tendrán quien los guíen.

En resumen: el Profeta Mohammad ﷺ dio a la “umma” o comunidad islámica la constitución que les une –  a pesar de las diferencias entre las gentes- y preserva su fuerza y unidad hasta que Allah herede la tierra y a los que están en ella. Oh, Allah, vuélvenos a tu religión con un retorno hermoso y haznos guías para guiar hacia Ti. ¡Allah. trae la paz a nuestros corazones y reconcílianos! ¡Allah, guíanos por el camino de la paz, sálvanos de las tinieblas y llévanos a la luz! Las oraciones y bendiciones sean sobre nuestro Señor Mohammad, su familia y todos sus compañeros