La primera característica de Ramadán es que es el mes del Corán. Dice Allah Altísimo: ”En el mes de Ramadán se hizo descender el Corán”. Sura 2, La vaca, aleya 185. En el mes de Ramadán comenzó su revelación a nuestro Profeta – Allah le bendiga y salve-. Yibril (el arcángel Gabriel) – sobre él sea la paz- descendió con los primeros versículos del Sagrado Corán. Por lo tanto, el mes de Ramadán es, sin discusión, el mes del Sagrado Corán. El Sagrado Corán fue revelado trayendo una misión relacionada con la vida de la gente en este mundo de la que se deriva el destino que vamos a tener en la Otra Vida. Esta misión era darnos a conocer la Verdad e invitarnos a nosotros y a nuestras familias a ella, pidiendo que siguiésemos ese camino, ya que si no –si nos desviásemos de él- tarde o temprano habría graves consecuencias. Dijo el Altísimo: “Con la verdad lo hemos hecho descender y con la verdad ha descendido” Sura 17, El viaje nocturno, aleya 105. Y dijo: “Ha venido a vosotros, procedente de Allah, una luz y un Libro claro. Con el que Allah guía a quien busca Su complacencia por los caminos de la salvación. Y los saca de las tinieblas con Su permiso y los guía al camino recto”. Sura 5, La Mesa servida, aleyas 15 y 16. Partiendo de eso, no podemos considerar el mes de Ramadán como una efeméride o simple recuerdo histórico de la revelación del Corán, sino que debe transformarse en un periodo en el que nuestro vínculo con el Corán sea más intenso, en el que lo recitemos y estudiemos, y meditemos acerca de él. Quizás en esta rememoración anual que hacemos en cada Ramadán del encuentro entre Yibril y nuestro Profeta – sobre ellos sea la paz- existe una fuerte señal y una invitación sincera a renovar el vínculo con el Sagrado Corán y consolidarlo en Ramadán, consagrándonos a él, a su estudio, individualmente o en grupo. Lo importante es que ningún musulmán o musulmana se vea privado de las bendiciones del Corán en el mes del Corán.
La relación con el Sagrado Corán comienza por intentar sacar beneficio de él y beber de sus bendiciones. A partir de su amor a él se levanta la fe en él, que es inspiración de Allah Todopoderoso. Este es el comienzo del bien. Dice un hadiz. “Quien ama el Corán que lo predique” Sunan al-Darimi. Que de la buena nueva por simple amor hacia él. Dijo el Profeta- Allah le bendiga y salve-: “Ninguno de vosotros creerá hasta que sus deseos estén de acuerdo con lo que traje” Al Nawawi. Y lo que trajo es el Sagrado Corán y lo que lo explica.
Un acto muy importante que no debemos olvidar en este mes, ya que va a fortalecer nuestros lazos con el Sagrado Corán, es realizar reuniones en grupo para recitarlo. Abu Hurarira – Allah esté complacido con él- narró que el Mensajero de Allah –la paz y las bendiciones de Allah sean con él– dijo: “Allah tiene ángeles encargados de ir en busca de las personas que mencionan a Allah (dikr). Y cuando encuentran una reunión en la que se menciona a Allah, Majestuoso y Exaltado sea, se llaman los unos a los otros diciéndose: ¡Aquí tienen lo que buscan! Después la rodean y cubren con sus alas hasta llenar lo que hay entre ella y el cielo de este mundo. Luego, su Señor, que es quien mejor lo sabe, les pregunta: “¿Qué dicen mis siervos?” Ellos responden: “Te alaban, Te Ensalzan, Te agradecen y Te glorifican”. El les dice: “¿Acaso me han visto?” Le dicen: “¡Por Ti que no te han visto¡” Él les dice:” ¿Y qué pasaría si me vieran?” Responden:” Si te vieran, Te venerarían, Te glorificarían y Te alabarían aún más. Allah les pregunta: ”¿Y qué piden?” Dicen: “¡Te piden tu Jardín!“ Dice: “¿Y han visto mi jardín?” Los ángeles responden: “¡No, oh, Señor, ¡no lo han visto!” Dijo: “¿Y qué pasaría si vieran Mi Jardín?” Responde: “Si lo vieran, se aferrarían más a él, lo demandarían más y lo desearían con todas sus fuerzas”. Dijo: “¿Y de qué se refugiarían?” Dicen: ”¡Del Fuego!”. Preguntó Allah:” ¿Y han visto el Fuego?” Dicen:” No, Oh Señor, no lo han visto”. Dijo: “¿Y que pasaría si lo vieran?” Dicen: “Si lo vieran, no escatimarían en escapar de él y lo temerían con todas sus fuerzas”. A esto Allah responde: ¡Pues los pongo de testigos de que los he perdonado! Uno de los ángeles dice en este momento: “Entre ellos está fulano, que ha venido por interés”. Allah dirá: ¡La gente reunida para mencionar a Allah obtendrá su recompensa sin pena para ninguno de ellos” Muslem
Un acto muy importante que debemos realizar durante este mes, y que nos traerá enormes bendiciones, es escuchar el Sagrado Corán, bien sea a propósito o, incluso, accidentalmente, pues eso nos va a traer enormes beneficios. Allah Altísimo alabó a aquellas gentes que escuchan el Corán. Dijo: “Cuando oyen lo que se le ha hecho descender al Mensajero, ves sus ojos inundados de lágrimas por la verdad que reconocen y dicen: ¡Señor nuestro! Creemos, escribe nuestros nombres con los que dan testimonio”. Sura 5, La mesa servida, aleya 83. Si escucharlo casualmente trae enormes bendiciones, entonces que ocurrirá si lo escuchamos a propósito. Dice un hadiz: “Ningún pueblo se reunió en una de las casas de Allah, recitando el Libro de Allah y estudiándolo entre ellos, sin que descendiese sobre ellos la tranquilidad, les cubriese la misericordia y los ángeles les rodease. Y Allah los mencionó entre aquellos que estarán con Él” Muslem. Pero no es suficiente con permanecer callado para conseguir la bendición y la misericordia que el Corán nos trae; sino que es necesario escuchar atentamente lo que se recita. Dice Allah Altísimo: “Y mientras el Corán se esté recitando, prestad atención y callad, tal vez obtengáis misericordia” Sura 7, al- A`raf, aleya 204.
La lectura de las letras del Sagrado Corán también es muy importante. Ibn Masoud – Allah esté complacido de él cuenta que el Profeta –Allah le bendiga y salve- dijo: “Quien lee una letra del Libro de Allah, tendrá recompensa: Y esa recompensa Allah la multiplica por diez. No me refiero a decir “Alam “en una palabra, sino decir alif (una palabra), lam (otra) y mim (otra)”. Sunan al- Darimi. Obayda ben a-Samet -Allah esté satisfecho de él- narró: Dijo el Profeta de Allah – Allah le bendiga y salve-: “Quien recite diez versículos en una noche no se le inscribirá entre los negligentes”. Al-Mustadra .
Para la lectura del Sagrado Corán hay dos rangos. Una persona que recita el Corán y lo lee con fluidez estará en compañía de los ángeles obedientes y nobles; porque el cumplió la orden de Allah Altísimo en sus palabras: “ Y recita el Corán pausadamente” Sura 73, El envuelto en el manto, aleya 4. Y el que lo lee con esfuerzo y dificultad tendrá un recompensa doble y es alabado“. Narró Aisha – Allah esté complacido con ella- que el Enviado de Allah- Allah le bendiga y salve- dijo: “ Quien lee el Corán y lo memoriza estará con los ángeles honorables y justos; y el que lo lee, está comprometido en su lectura y en su entendimiento, y se esfuerza, tendrá dos recompensas “ Al-Bujari.
En cuanto a la recitación, lo preferible es que sea continua, que nada más terminar una, empiece otra. Esto es lo que denominó el Profeta- Allah le bendiga y salve- al-hal al-murtahal. “Le preguntaron: ¿Qué palabras ama más Allah? Respondió: “al-hal al-murtahal”. Y le preguntaron: ¿Y que es “al-hal al-murtahal”? Respondió: Empezar la recitación del Corán desde el comienzo y terminar el Corán. Y cada vez que terminas vuelves a empezar hasta el final del Corán“. Algunos lo han denominado Haqq al-tilawa (como debe ser leído), tomado de las palabras del Altísimo: “Aquellos a quienes dimos el Libro y lo leen como debe ser leído, creen en él;” Sura 2, La vaca, aleya 121.
En cuanto a la memorización. Nos referimos con esto memorizar sus palabras y repasar sus aleyas o versículos hasta que se fijen en el corazón. Y para el memorizador del Libro de Allah Altísimo hay un sitio elevado en el Paraíso. Ibn Omar .-Allah esté complacido de él y de su padre – cuenta: Dijo el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve- : “Le será dicho al recitador del Corán en el Día del Juicio: Recita y asciende (en los escalones del Paraíso), tal y cómo solías recitar en la vida mundanal. Pues a fe cierta que tu lugar celestial está en el último versículo que recitaste del Corán antes de tu muerte “ Ibn Hibban Y Ibn Hurayra –Allah esté complacido de él y de su padre- narró: Dijo el Enviado de Allh- Allah le bendiga y salve-. “El Corán vendrá en el Día de la Resurrección y dirá: ”¡Oh Señor!, engalánalo”. Entonces se le dará una corona de honor para llevar. El Corán luego dirá: “Oh Señor, dale más”. Entonces se le dará una vestimenta de honor. El Corán luego dirá: “Oh Señor, complácete con él. “.Entonces Allah estará complacido con él” Suna al-Temidhi
Es importante evocar las aleyas cuando se escucha o se lee el Corán. Y la evocación vuelve la imagen demandada a nuestra mente. Dijo el Altísimo: “Realmente en esta Recitación hemos llamado la atención de los hombres con toda clase de ejemplos para que pudieran ser temerosos. Es una Recitación árabe en la que no hay confusión para que puedan temer (a su Señor)” Sura 39, Los grupos, aleyas 27 y 28. Pero para todo esto necesitamos fiqh conocimiento, entendimiento. Si el siervo conoce lo que se quiere de él entonces es faqih (experto en fiqh). Dijo Allah Altísimo: “El es Quien nos creó a partir de un solo ser, dándoos un asentamiento y un depósito. Hemos hecho claros los signos para los que comprenden” Sura 6, Los rebaños, aleya 98 Y el fiqh pone la vista sobre el tafakkor (meditación, reflexión). Y ello también es requerido. Dijo el Altísimo: “Allah se lleva las almas cuando les llega la muerte y se lleva los que aún no han muerto durante el sueño, para luego retener a aquellos cuya muerte decretó y devolver las demás hasta que cumplan un plazo fijado. Realmente en eso hay signos para la gente que reflexiona” Sura 39, Los grupos, aleya 42. Aisha –Allah este complacido con ella- fue preguntada una vez sobre qué era lo más extraordinario que vio del Enviado de Allah -Allah le bendiga y salve. Lloró y dijo: “Todo en él era extraordinario. Cuando llegó la noche en la que el Profeta solía estar conmigo, rozó mi piel con la suya y dijo: ”Déjame adorar a mi Señor”. Yo dije: “Amo tu cercanía y tu cariño”. El se levantó, cogió un odre que estaba lleno de agua e hizo la ablución, utilizando el agua precisa, no más. Después se levantó para orar y lloró hasta que las lágrimas mojaron su barba. Se prosternó llorando, levantó la cabeza llorando y siguió así hasta que vino Bilal e hizo la llamada a la oración del feyr. Bilal le dijo: “Enviado de Allah ¿estás llorando y Allah te ha perdonado los pecados pasados y futuros? Dijo:” ¡Oh Bilal! qué es lo que me puede impedir llorar y cómo no voy a ser un siervo agradecido a Allah cuando esta noche me fueron reveladas estas aleyas: “En la creación de los cielos y de la tierra y la alternancia de los días y las noches hay señales para los que tienen entendimiento”. Después dijo:” Oh de aquel que lo lea y no medite”. Extraído por ben Mardauyh e Ibn Kathir 384/1. Después viene el Taaqol de las aleyas, el razonar. Es decir, conocer las cosas ocultas por medio de la realidad sensible. Dijo el Altísimo: “Y en la tierra hay terrenos distintos colindantes, jardines de vides, cereales y palmeras de tronco múltiple y simple; todo ello regado por una misma agua. Y hemos hecho que unos (frutos) tuvieran mejor sabor que otros. Es cierto que en eso hay signos para gente que razona” Otra fase es el Tadabbor (la ponderación, la reflexión) y es meditar sobre las consecuencia de las cosas, y eso después del “tadakkor,” el “tafaqoh”, el” tafakkor” y el “taaqol”. Dice Allah Altísmo: “¿Acaso no meditan el Corán, o es que tiene cerrojos en el corazón? “ Sura 47, Mohammad, aleya 2.
Es necesario que aprendamos del Corán su recitación y aprendamos sus disposiciones y conocimiento. Abu Dharr – Allah esté complacido de él narró: Me dijo el Enviado de Allah – Allah le bendiga y salve-: ”Si sales por la mañana, aprender un versículo del Libro de Allah es mejor para ti que hacer cien rakas. Y si sales por la mañana y has aprendido una parte del conocimiento, hayas actuado en consecuencia o no, esto es mejor que rezar mil rakas”. Ibn Mayah. Después viene la enseñanza del Sagrado Corán a los demás, y está es una etapa que se considera celestial. Dijo el Altísimo: “No cabe en un ser humano a quien Allah le ha dado el Libro, la Sabiduría y la Profecía, que diga a los hombres: Sed siervos míos en lugar de siervos de Allah; sino más bien: sed maestros, puesto que conocéis el Libro y lo habéis estudiado.” Sura 3, La familia de Imran, aleya 79. Y esta es la etapa benéfica. Cuenta Ozman que el Profeta- Allah le bendiga y salve– dijo-: “El mejor de vosotros es quien ha aprendido el Corán y su ciencia”
Por último, es fundamental el estudio el Corán, es decir, que quede su huella en el alma del lector y esta es la exigencia práctica de las etapas anteriores, que influya el Corán en su lector y que la huella de su mensaje aparezca visible en la relación con nuestro Creador y con sus criaturas. Si se consiguiese esto seriamos sin duda la mejor de las comunidades. En cierta ocasión un hombre acudió a donde estaba al Profeta – Allah le bendiga y salve-. y le dijo: Enséñame lo que te ha enseñado Allah. Entonces, el Profeta le llevó a un hombre que enseñaba el Corán y éste le enseñó lo siguiente: “Cuando la tierra sea sacudida por su propio temblor” hasta “ el que haya hecho el peso del bien, lo verá, y el que haya hecho el peso de una brizna de mal , lo verá Sura 99, El temblor, aleyas 1-8) Dijo el hombre: “Me basta”. Fue informado de eso el Profeta- Allah le bendiga y salve- y dijo: “ Déjalo, pues el hombre ya ha comprendido”
Pedimos a Allah que seamos de los que aman el Corán y de los que acuden a reuniones donde se recita y estudia. Que seamos de los que lo escuchan y de los que perseveran en su lectura y la hacen continuamente, con lo que es necesario en ello de tadakkor (evocación) y tadabbor (meditación). Que seamos de los que lo aprenden y lo enseñan Amen, amen, amen. La alabanza para Allah, Señor de los mundos.